Las garras del águila, escrita por Karin Smirnoff, llegará a las librerías argentinas el próximo 30 de agosto.
Nacida como el magnético personaje secundario que en la saga Millennium acompañaba las pesquisas febriles del periodista Mikael Blomkvist para desmontar las redes de trata y corrupción de una Suecia anti modélica, la hacker Lisbeth Salander regresa ahora como personaje central de Las garras del águila, el séptimo volumen de la serie iniciada por Stieg Larsson que llegará a las librerías argentinas el próximo 30 de agosto escrita por Karin Smirnoff, elegida por los herederos del escritor y periodista fallecido en 2004.
Cuando media el éxito y la repercusión, la industria editorial se esmera para otorgarle una sobrevida extensa no solo a autores ya fallecidos, sino también a sus personajes más «rendidores»: pasó, entre otros, con la serie del español Manuel Vazquéz Montalbán, protagonizada por el detective Pepe Carvalho, que tras su muerte fue continuada por su compatriota Carlos Zanón. En el caso de la Larsson, su trilogía original fue prolongada en otros tres volúmenes por David Lagercrantz, quien ahora le acaba de pasar la posta a Smirnoff.
El regreso de Millennium supone la vuelta de dos personajes que son ya historia viva de la literatura, Lisbeth Salander y Mikael Blomkvist. Larsson los reunió por primera vez en Los hombres que no amaban a las mujeres, publicada en español en 2008, principio de la saga que luego continuó con La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina y La reina en el palacio de las corrientes de aire. Cuando falleció de manera repentina en 2004, sin llegar a ver publicada su obra, el escritor había planificado una serie de diez libros.
Después de los tres volúmenes de Lagercrantz, la elegida para retomar la saga es la también sueca Karin Smirnoff, una autora casi desconocida que debutó hace tan solo cinco años en el mercado editorial y que desplaza ahora la historia de Estocolmo al norte de Suecia, la ciudad natal de Salander, una urbe que enfrenta problemas económicos y sociales pero también los efectos del cambio climático y la explotación ambiental.
«Mientras existan hombres que no amen a las mujeres… Lisbeth Salander volverá», arranca la sinopsis de Las garras del águila, la séptima entrega de la serie de novela negra que el sello Destino publicará el 30 de agosto en España e Iberoamérica en el marco de un lanzamiento global que totalizará 35 países.
«Volveré a los orígenes larssonianos. Lisbeth Salander es demasiado heroína para mí, la retrataré más como una adolescente y profundizaré en la relación con Niedermann», había adelantado hace un tiempo la autora, que tiene 58 años y trabajó como periodista antes de dejar su trabajo para comprar una maderera.
Más allá de los ingredientes típicos del thriller nórdico, con sus inevitables secretos de familia, Millenium se convirtió en un fenómeno editorial por su afilada crítica social de la Suecia contemporánea, que va desde las amenazas del progreso tecnológico hasta las de la extrema derecha sobre las libertades, pasando por la violencia contra las mujeres o el rol de los medios de comunicación.
El séptimo capítulo de Millennium, publicado ya en Suecia, Dinamarca, Noruega y Países Bajos, traslada la acción de Estocolmo al norte del país, donde Lisbeth Salander y Mikael Blomkvist se enfrentarán a una red de corrupción amparada en la explotación de energías renovables, aunque continuarán combatiendo la violencia contra las mujeres en medio del crispado ambiente político. Según destacó durante una entrevista, a la autora le interesa “la enorme cantidad de violencia que una persona es capaz de infligir a otra”.
“Yo he practicado karate y conozco mecanismos para matar a una persona pero nunca se me ocurriría utilizarlos. Sin embargo, hay gente que disfruta matando. Quiero entender la oscuridad. Es, para mí, tan importante como la luz y el amor”, señaló.
Stieg Larsson investigaba desde hacía años el ascenso de los movimientos de extrema derecha cuando murió de un paro cardíaco en 2004, justo después de haber entregado los tres primeros manuscritos de la serie. Fumador compulsivo y con malos hábitos de alimentación, falleció a los 50 años en la misma redacción donde trabajaba. No pudo usufructuar el boom que generó el trío de novelas.
Tampoco lo pudo aprovechar su viuda y compañera durante más de 30 años, Eva Gabrielsson, que tras una larga disputa legal con el padre y heredero del escritor, quedó excluida de las regalías de las obras, incluidos los millonarios montos que el estudio Sony Pictures pagó para llevar al cine la trilogía. La mujer se opuso también a que la saga fuera prolongada por David Lagercrantz, que entre 2015 y 2019 escribió Lo que no te mata te hace más fuerte, El hombre que perseguía su sombra y La niña que vivió dos veces.