Por Malena Peña
La literatura juvenil es conocida por sacar a relucir tooodos los sentimientos, sin dejar ninguno afuera. Eso es lo que la hace tan especial, que no importa en qué estado o mood lector estemos, en los libros juveniles vamos a encontrar lo que no sabíamos que estábamos buscando.
En esta oportunidad quiero recomendarles historias que les arranquen una buena carcajada, porque reírnos siempre hace bien (como leer).
😂 Mi Lady Jane – Cynthia Hand, Jodi Meadows y Brodi Ashton
Edward es el rey de Inglaterra. Además de eso se está muriendo, lo cual resulta inconveniente, puesto que solo tiene dieciséis años y preferiría estar planeando su primer beso antes que sopesando quién heredará su corona…
Jane es la prima de Edward, y le interesan mucho más los libros que el amor. Por desgracia para Jane, Edward ha dispuesto que se case para así asegurar la línea sucesoria. Y hay algo un poco extraño en su prometido…
Gifford (llámalo G) es un caballo. Es decir, es un eðiano (ed-i-ano, para los no familiarizados con el concepto). Todos los días, al amanecer, se convierte en un noble corcel castaño, pero luego recupera la conciencia al anochecer con la boca llena de heno. Es todo muy poco digno.
La trama se complica cuando Edward, Jane y G se ven envueltos en una peligrosa conspiración. Con el destino del reino en juego, nuestros héroes tendrán que conspirar por su propia cuenta. Pero ¿podrán llevar a cabo su plan antes de que les corten la cabeza?
😂 Gente que conocemos en vacaciones – Emily Henry
Poppy y Alex. Alex y Poppy. No tienen nada en común: ella lleva vestidos estampados; él, pantalones de pinza. Ella es un espíritu aventurero; él prefiere quedarse en casa leyendo. Y, a pesar de todo, son mejores amigos. Durante la mayor parte del año viven separados —ella en Nueva York, él en su pequeño pueblo—, pero cada verano, desde hace ya una década, se toman una semana de vacaciones juntos. Hasta hace dos años, cuando todo cambió.
Ahora Poppy tiene todo lo que siempre había soñado, pero está atrapada en la rutina. Cuando alguien le pregunta cuándo fue feliz por última vez, sabe, sin ninguna duda, que fue en ese último y fatídico viaje con Alex. Por eso decide convencer a su mejor amigo para viajar juntos una vez más. Tienen una semana para arreglarlo todo, ¿qué puede salir mal?
😂 A veces soy un mar de lágrimas – Joya Goffney
A Quinn le gusta hacer listas de todo: de los días que ha llorado como una magdalena, de las cosas que nunca reconocería en voz alta y de todos los chicos a quienes le gustaría besar. Sus listas la mantienen cuerda. Plasmar sus miedos en un papel es su vía de escape para no tener que enfrentarse a ellos en la vida real.
Hasta que su diario desaparece… y una cuenta anónima pública una de sus listas en Instagram, donde todo el instituto puede leerla. Por si eso fuera poco, quienquiera que esté tras la cuenta la chantajea con publicar su diario entero si no se enfrenta a siete de sus mayores temores. Desesperada, Quinn se une a Carter Bennett (la última persona que tuvo el diario) en una carrera contrarreloj para descubrir quién está detrás del chantaje.
Juntos transitarán por todas las cosas que Quinn no se ha atrevido a afrontar; y, por el camino, ella encontrará el coraje para sincerarse, vivir el momento e incluso enamorarse.
😂 La guía del caballero para el vicio y la virtud – Mackenzi Lee
A Henry «Monty» Montague no le importa estar lejos del caballero que debería ser. Pero su padre, en un último intento para corregirlo, lo embarca en un Gran Tour por Europa, en espera de que a su regreso se haga cargo del negocio familiar. En este viaje lo acompañarán Percy, su amigo de toda la vida (y su amor secreto —e imposible—), y Felicity, su hermana.
Frente a este triste escenario, Monty se promete que este periplo será frenesí hedonista y que coqueteará con Percy de París a Roma. Pero pronto, sus desafortunadas decisiones harán que esta aventura se convierta en una verdadera cacería que lo pondrá a prueba, le develará una Felicity impensada y terminará provocando que se cuestione todo lo que conoce, incluso su relación con el chico que adora.
😂 Mejor que en las películas – Lynn Painter
Liz Buxbaum siempre ha sabido que Wes Bennett, su vecino, no tiene madera de novio. Podría parecer que es el candidato perfecto para sus fantasías románticas, pero lo cierto es que Wes solo ha demostrado ser un auténtico incordio desde que eran niños. Wes fue quien puso una rana en su casa de muñecas y el monstruito que escondió la cabeza decapitada de un gnomo de jardín en su pequeño intercambio de libros vecinal.
Diez años después, Liz está en su último año de instituto. Es un momento que debería estar plagado de metas e hitos dignos de la gran pantalla, y necesita la ayuda de Wes. Michael, el chico por el que lleva colada toda la vida, acaba de volver a la ciudad, y desgraciadamente ha hecho muy buenas migas con Wes. Lo que significa que, si Liz quiere que Michael por fin se fije en ella y, con suerte, la invite a ir al baile de fin de curso, necesita a su vecino.
Pero mientras Liz y Wes empiezan a conspirar para conseguir su objetivo, ella se sorprende al descubrir que, en realidad, le gusta pasar tiempo con él. Y mientras continúan acercándose, Liz deberá reexaminar todo lo que pensaba que sabía sobre el amor, y replantearse sus propias ideas de cómo debería ser un «felices para siempre».
😂 Will Grayson, Will Grayson – David Levithan y John Green
Will Grayson tiene dos reglas en la vida: guardar silencio y no implicarse en nada. Sin embargo, su mejor amigo, Tiny Cooper, está decidido a buscarle novia y a montar su musical autobiográfico: Tiny Dancer.
Muy cerca de él hay otro Will Grayson: un chico melancólico que no tiene nada bueno a lo que agarrarse. Lo único que hace que su vida merezca la pena es su relación online con Isaac, al que nunca ha visto en persona.
Una fría noche de invierno, los dos Will Grayson se cruzarán en una esquina cualquiera de Chicago. Por suerte para ambos, Tiny está decidido a empujarlos hacia la felicidad, el amor y, por supuesto, el musical más fabuloso jamás representado en un instituto.
“Es una ley de la compensación justa, equitativa y saludable, que así como hay contagio en la enfermedad y las penas, nada en el mundo resulta más contagioso que la risa y el buen humor.”
Charles Dickens |