El ingeniero electrónico e investigador del CONICET, Marcos Judewicz, describe cómo se puede aprovechar la energía undimotriz, habla de su potencial desarrollo en Mar del Plata y de las ventajas e impactos que implicarían desarrollos dedicados a la captación de energía de la olas y su conversión en energía eléctrica.

 

Por Agustín Casa

 

En tiempos en los que el foco se posa cada vez más en la transición energética, grupos de investigación del país -y el mundo- estudian distintos desarrollos que permitan el aprovechamiento de fuentes de energía renovables, por ejemplo, la energía de las olas del mar.

La energía de las olas (energía undimotriz) es renovable, ya que se obtiene del movimiento de las olas, y limpia. Según el doctor en Ingeniería Electrónica, Marcos Judewicz, también es predecible y tiene un gran potencial de desarrollo.

“Las olas del mar poseen mucha mayor densidad energética que el viento o el sol, es decir, que hay más energía disponible en menor espacio físico”, cuenta a Bacap Judewicz, investigador del CONICET en el Instituto de Investigaciones Científicas y Tecnológicas en Electrónica (ICYTE) de Mar del Plata. Y subraya: “Existe una gran extensión de costa marina que puede servir para emplazar equipos que aprovechen esta energía”.

Para usar la energía de las olas, estas deben reunir ciertas características. En este sentido, Judewicz resalta que “el tamaño es el principal factor, dado que las olas muy pequeñas no son muy energéticas, mientras que las olas muy grandes atentan contra la integridad del equipamiento utilizado para aprovechar esta energía”. En general, el equipamiento para el aprovechamiento de energía undimotriz toma como referencia olas de tamaño mediano, que son las más aprovechables.

“Otro factor que influye es la frecuencia de las olas, es decir, la cantidad de olas por unidad de tiempo que debe aprovechar el equipamiento. El equipamiento debe estar diseñado para aprovechar un rango de frecuencia de olas típico del lugar donde se instale, dado que este parámetro varía de acuerdo a la zona geográfica”, agrega.

El potencial desarrollo en Mar del Plata

El investigador del CONICET asegura que Mar del Plata presenta “muy buenas características para aprovechar la energía de las olas: una extensa costa y olas con niveles de energía adecuados”.

Asimismo, Judewicz sostiene que “conociendo las características de las olas en la costa marplatense, es posible diseñar equipamiento apropiado para aprovechar su energía”. 

En esta línea, detalla: “Las características varían en función de la época del año, es decir, que el clima de olas es variable. No obstante, se puede obtener un clima de olas promedio que permite diseñar un equipo a medida para la ciudad. Instalar un equipo que permita aprovechar la energía undimotriz en Mar del Plata se puede lograr utilizando tecnologías existentes o desarrollando tecnologías nuevas”. 

“Cualquier punto de la costa atlántica puede servir para la instalación de un equipo que aproveche la energía undimotriz. Lo importante es diseñar un equipo adaptado al clima de olas del lugar donde se va a instalar”, añade.

Si bien en Argentina existen diversos proyectos basados en energía undimotriz, Judewicz remarca que “todavía no se llevaron los prototipos al mar” y destaca que “existen múltiples grupos de investigación y desarrollo de sistemas de aprovechamiento de energía undimotriz en la Argentina, por lo que se espera que en el futuro próximo pueda verse algún equipo instalado en la costa atlántica”.

Electricidad a partir de las olas

Para el aprovechamiento de energía undimotriz se necesitan tecnologías para capturar la energía de las olas y convertirla, por ejemplo, en energía eléctrica. Entre las tecnologías que permiten capturar la energía de las olas, el ingeniero electrónico menciona la basada en la utilización de una boya que acompaña el movimiento de las olas. “Este movimiento es convertido a energía eléctrica mediante un generador eléctrico que puede ser lineal o rotativo”, explica.

Otra tecnología, según Judewicz, se basa en una estructura vertical parcialmente sumergida que contiene una cámara de aire. “El fondo de la cámara es la superficie marina y, en la parte superior, se instala una turbina. Esta gira con el movimiento de las olas debido a cambios en la presión de aire de la cámara. El movimiento de la turbina es convertido a energía eléctrica mediante un generador eléctrico rotativo”, describe.

Más allá de la tecnología utilizada para capturar la energía de las olas, el científico advierte que la infraestructura debe incluir “un tendido eléctrico y convertidores electrónicos de potencia que permiten almacenar la energía o inyectarla a la red eléctrica”. Además, comenta que “también se necesitan anclajes y sistemas de monitoreo y control para garantizar la operación correcta y segura del equipamiento instalado”.

Entre las ventajas y el impacto de esta fuente de energía

¿Cuáles son las ventajas de la energía undimotriz? ¿Y sus impactos en el ambiente? “La energía undimotriz tiene la ventaja de ser renovable y sostenible, por lo que es inagotable. Su aprovechamiento reduce la utilización de combustibles fósiles, y claramente no genera gases de efecto invernadero. Esto permite reducir la huella de carbono y ayuda a mitigar el cambio climático”, afirma el investigador del ICYTE.

Asimismo, el especialista destaca que “no solo es predecible dado que los climas de olas no varían abruptamente, sino que, a diferencia de la energía solar que solamente puede aprovecharse durante el día, la energía undimotriz es constante”. 

“Posee una mayor densidad energética que la energía eólica o solar, por lo que posee un potencial energético significativo dada la gran extensión costera existente. Finalmente, podría utilizarse en zonas costeras aisladas donde resulta costoso transportar la energía”, añade.

En paralelo, Judewicz señala que “existen potenciales impactos ambientales que deberían estudiarse apropiadamente, dependiendo del tipo de tecnología que se utilice para capturar la energía undimotriz”. 

El científico reconoce que “dado que el equipamiento se encuentra en contacto con el mar, la vida marina podría llegar a verse afectada, pero sería un impacto muy acotado, despreciable frente al impacto que provoca la misma navegación marítima”. 

Asimismo, remarca que “el espacio ocupado por el equipamiento también puede interferir con actividades tales como la pesca costera, la cual, a su vez, también afecta a la vida marina”. 

“En el balance ambiental, es mucho más lo que se gana que lo que se pierde”, concluye Judewicz.