Se trata de un espacio costero de cinco hectáreas con una importante riqueza paleontológica y forestal, gestionado por la ONG Asociación Marplatenses Conservacionistas.

 

La costa marplatense es un museo a cielo abierto para conocer la historia natural de Sudamérica. Los acantilados que se extienden a lo largo del sector costero del partido de General Pueyrredon exhiben sedimentos y fósiles del pasado, sobre todo de los últimos 4 millones de años.

Sin embargo, el distrito no cuenta con espacios protegidos oficialmente que busquen la preservación de la riqueza geológica y paleontológica de estas costas y permitan realizar trabajos de investigación y de comunicación de la ciencia para dar a conocer el pasado natural de la región

La excepción a la regla es la Reserva Paleontológica y Forestal La Redonda: un espacio de cinco hectáreas ubicado a la altura del km 544 de la Ruta 11, en el extremo sur de la costa de General Pueyrredon. El lugar es gestionado por la Asociación Marplatenses Conservacionistas, una ONG que cuenta con un permiso precario del EMTur para el cuidado del lugar, y que cada año debe pedir la renovación de la cesión del área comprendida por la reserva.

El lugar presenta “un yacimiento de gran riqueza paleontológica”, donde se hallan restos fósiles de gliptodontes y perezosos gigantes prehistóricos, cuenta a Bacap Marcela Priede, presidenta de la Asociación Marplatenses Conservacionistas.

En la reserva también conviven más de veinte especies de aves y es hábitat de comunidades de cuises y liebres. “Si bien la forestación no es autóctona, es de gran ayuda para las aves, que han encontrado lugar para anidar y reproducirse”, comenta Priede.

Actividades educativas

Desde la ONG llevan adelante diversas actividades en el lugar con la misión de dar a conocer la riqueza de este espacio natural y la importancia de su cuidado. En ese sentido, realizan visitas educativas para escuelas que quieran trabajar con temas vinculados al cuidado del ambiente, cuentan con un punto verde para desechos reciclables -que son retirados por la Cooperativa CURA)-, tienen una biblioteca gratuita para aquellos que quieran leer libros en la playa, y realizan charlas presenciales y virtuales sobre temáticas como reciclado, paleontología, e insectos, etc.

“Trabajamos de manera articulada con el Museo de Ciencias Naturales Lorenzo Scaglia. Los profesionales nos ayudan en estas charlas y se acercan cuando vienen las escuelas”, agrega Priede.

Asimismo, estudiantes de clubes de ciencias de distintas escuelas participan de un proyecto para medir distintas variables ambientales en el lugar para comparar los datos con otros sectores de la costa marplatense.

En tanto, desde la ONG también realizan limpieza de playas, colaboran con el grupo “Guías a la Par” y ayudan a un merendero.

El rol de la ONG

La Asociación Marplatenses Conservacionistas está integrada por más de sesenta familias dedicadas al cuidado del ambiente y al acampe. Su comisión directiva está compuesta por doce miembros que trabajan para preservar el lugar. 

“Nuestra idea es seguir gestionando actividades de distinta índole relacionadas con el medioambiente y poder compartir el lugar con quienes tengan el mismo espíritu conservacionista”, destaca Priede y agrega: “nuestra asociación persigue el ideal de preservar el lugar tal cual está hoy en día, y que no caiga en manos de grupos que busquen lucrar con el lugar a costa de su destrucción”.

Además de recibir a estudiantes de escuelas, el predio es visitado por turistas del país y del exterior, como Alemania, Estados Unidos y Sudáfrica, entre otros países. 

“Durante el verano, que es cuando recibimos a los acampantes no solo de la ciudad, sino del país y del mundo, realizamos caminatas, limpieza de playas y algunas clases de yoga”, finaliza.