El aclamado artista argentino Dillom ha presentado su tan esperado segundo álbum de estudio, “Por Cesárea”, tras casi tres años desde su exitoso debut con “Post Mortem”. Con este nuevo trabajo, Dillom se aventura en un territorio sonoro más oscuro y complejo, explorando las consecuencias de las malas decisiones y los traumas.
Por Ian Punter
El álbum, producido por Fermín y Luis Tomás La Madrid bajo la discográfica Bohemian Groove, ofrece una experiencia sonora única en la que Dillom fusiona diversos géneros y estilos, desde el punk hasta el reggae, con influencias del hip-hop de los noventa.
“Por Cesárea” se compone de 12 canciones que abarcan un total de 35 minutos de música intensa y reflexiva. El arte de tapa, a cargo de Andrés Capasso (conocido como NODUERMO), complementa perfectamente la atmósfera del disco.
Desde la apertura con “Ultimamente”, donde Dillom narra una historia oscura sobre la inevitabilidad de las malas decisiones, hasta el cierre con “Ciudad de la Paz”, una reflexión sobre la muerte y la redención, cada canción de “Por Cesárea” sumerge al oyente en un mundo emocionalmente profundo y visceral.
En “La Novia de mi Amigo”, la voz aniñada de Dillom nos lleva por un camino de nostalgia y amor juvenil, recordándonos la inocencia perdida en el paso del tiempo. “Cirugía”, con su tono punk al estilo The Strokes, nos muestra la obsesión de un personaje por recuperar un amor perdido, evidenciando la inconsistencia mental del protagonista.
En “Mi Peor Enemigo”, la colaboración con Andrés Calamaro aporta un toque de dark reggae que se fusiona perfectamente con la protesta y el arrepentimiento expresados en la canción. El interludio “(Mentiras Piadosas)” nos sumerge en un ambiente de introspección y confusión, preparándonos para el tono más agresivo de la segunda parte del álbum.
En “La Carie”, la colaboración de Lali Espósito agrega un halo angelical a la canción, mientras que la sección de cuerdas subraya la redención del mal sobre el bien, cerrando con tensión armónica y notas aleatorias.
Más propuestas musicales
“Buenos Tiempos” nos lleva por un viaje oscuro a través de la ideología y la incomodidad, con referencias políticas y una voz balbuceada de Dillom, recordándome al Pity Álvarez de Viejas Locas. Con la canción “Muñecas”, el cambio de tono y la música turbia reflejan la toxicidad de una relación, mientras que los cambios de ritmo vuelven a resaltar la inconsistencia mental del personaje.
“Irreversible” nos sumerge en la adrenalina de un error visceral, mientras que “Coyote” nos enfrenta a la paranoia y la esquizofrenia del protagonista al darse cuenta del error que cometió, demostrando cómo la culpa invade su conciencia.
“Reiki y Yoga” relata como el personaje de este disco contempla el suicidio en medio de una atmósfera sombría y distorsionada, cerrando con “Ciudad de la Paz”, una canción que nos invita a reflexionar sobre la muerte y la redención luego de ya no estar en este plano.
Aunque el álbum presenta momentos de brillantez lírica y musical, parece trivial el uso ocasional de palabras banales que pueden restarle profundidad a las canciones. Sin embargo, en su conjunto, “Por Cesárea” ofrece una experiencia inmersiva que vale la pena explorar.
Dillom demuestra una vez más su talento como narrador de historias oscuras y complejas, estableciéndose como uno de los artistas más destacados de la escena musical argentina.
“Por Cesárea” es un viaje musical que invita a la reflexión y a la exploración de las profundidades del alma humana. Hay que reconocer el mérito de que sean sellos independientes los que tomen las riendas de la música popular hoy. Tanto Dillom, Wos y Conociendo Rusia, son parte de sellos que están por fuera de las grandes corporaciones de la industria, esto vale la pena destacar.