Ante el proyecto de instalación de un parque eólico en esta sierra, referentes de la ciencia marplatense aportan argumentos en rechazo de esta iniciativa que podría generar consecuencias en el paisaje, la biodiversidad y el patrimonio arqueológico del lugar.
A mediados de diciembre de 2023, se conoció la noticia sobre el proyecto del Parque Eólico Abrojo Alto que podría llevarse a cabo en sierra La Peregrina. A los pocos días, vecinos y referentes científicos expresaron su rechazo a la iniciativa por los impactos que tendría en el paisaje y su biodiversidad.
Entre el 16 de diciembre de 2023 y el 26 de enero de este año se extendió una consulta pública convocada por el Ministerio de Ambiente de la provincia de Buenos Aires sobre el proyecto Parque Eólico Abrojo Alto, que sumó 800 respuestas de vecinos, científicos, productores, artistas, instituciones y diversas organizaciones. En esa instancia, se presentaron documentos certificados y artículos científicos.
Desde el 26 de enero, el Ministerio de Ambiente bonaerense se encuentra revisando la información. La respuesta sobre la instalación o no del parque eólico podría llegar en la tarde del viernes 31 de mayo en la Reserva Natural Paititi, donde se espera la visita de la ministra de Ambiente, Daniela Vilar, quien presentaría el documento de resolución sobre el proyecto.
En paralelo, desde la Asamblea Salvemos las Sierras realizaron un pedido para que se declare Paisaje Protegido a la sierra La Peregrina y que se relocalice el proyecto del parque eólico. Lo presentaron al Gobierno municipal el lunes 29 de abril. Luego, el jueves 2 de mayo el vecino Esteban González Zugasti lo presentó al Honorable Concejo Deliberante, en una reunión de la Comisión de Ambiente, Desarrollo Sostenible y Servicios Sanitarios.
El proyecto del Parque Eólico Abrojo Alto comprende la instalación de 23 aerogeneradores de unos 200 metros de altura -más altos que la altura de la sierra sobre el nivel del suelo, que es de unos 160 metros- y obras complementarias sobre 2.376 hectáreas de la parte llana de sierra La Peregrina. Esas obras incluyen caminos, obradores, una estación transformadora y tendidos eléctricos subterráneos y aéreos.
“Los impactos ambientales que tendría la instalación del parque eólico en la sierra La Peregrina son múltiples y variados”, cuenta a Bacap Lorena Herrera, doctora en Ciencias Biológicas, investigadora del CONICET en la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNMDP, coordinadora de la Red Tandilia e integrante de la Asamblea Salvemos las Sierras. Y aclara que no están en contra de las energías renovables, sino de “su instalación en un lugar que debería ser honrado, valorado y protegido por sus múltiples aportes a la vida y a la humanidad”.
“El paisaje de la sierra La Peregrina -sostiene la bióloga- es único por su belleza, naturaleza, historia geológica y cultural. Constituye un acervo genético y evolutivo. Representa uno de los pocos refugios de biodiversidad pampeana y, por tal motivo, merece ser reconocido con alguna figura de protección”.
La sierra
La sierra La Peregrina se extiende sobre unas 6.500 hectáreas y su pico se eleva a 230 metros sobre el nivel del mar. Esta extensión está dividida en diferentes establecimientos agropecuarios. Uno de ellos es la Reserva Natural Privada Paititi, que permite a la comunidad científica local conocer la biodiversidad de esta región serrana.
“En la reserva se han encontrado unas 360 especies de plantas vasculares de las cuales el 73 % son nativas. Con este dato se estima que el número de especies de plantas vasculares en todo el paisaje de la sierra La Peregrina es superior a 400”, indica Herrera.
La investigadora afirma que buena parte de la superficie conserva pastizales pampeanos y que en la sierra La Peregrina habitan numerosas especies de plantas vasculares endémicas, muchas de ellas en estado vulnerable o en peligro crítico.
Según Herrera, “la degradación del ambiente serrano puede traer innumerables consecuencias desde el punto de vista ambiental, económico y social”. En esta línea, la bióloga resalta que pueden verse seriamente afectados su geología, sus procesos hidrológicos, su biodiversidad, los servicios ecosistémicos que ofrece, y su identidad.
En simultáneo, señala que pueden verse comprometidos el turismo recreativo y deportes en la naturaleza como trekking, running, ciclismo y parapente. “Las laderas de La Peregrina contienen más de 300 vías de escalada en roca (o boulder), donde se realizan cursos y se forman montañistas con conciencia ambiental. Es uno de los principales destinos de escalada dentro de la provincia de Buenos Aires y se realizan festivales de escalada en boulder con asistentes de todo el país”, agrega.
En tanto, subraya que muchas personas viven en los alrededores de La Peregrina por su tranquilidad y la conexión con la naturaleza. En este punto, afirma: “La belleza paisajística que ofrece La Peregrina es única y su degradación afectaría la calidad de vida de los habitantes locales y, por supuesto, de los turistas. Además, las sierras son espacios propicios para la educación ambiental, lugares donde estudiantes de diferentes niveles, incluido el nivel universitario, realizan salidas y visitas para el reconocimiento de su flora, fauna y procesos geológicos”.
“La Peregrina es un refugio para la biodiversidad pampeana, constituye un valioso acervo cultural y genético. Es una isla de biodiversidad en una región dominada por cultivos agrícolas. En ella encontramos especies endémicas únicas, es decir, que no se registran en otros lugares de la provincia de Buenos Aires, especies medicinales, especies ornamentales, especies forrajeras, especies de valor entomófilo para las abejas y los insectos controladores biológicos de cultivos y especies de valor cultural o simbólico”, detalla Herrera.
Asimismo, la bióloga destaca que “los pastizales naturales bien manejados representan un importante recurso forrajero para el ganado vacuno”, que “las aves rapaces que usan los ambientes de sierras como refugio son importantes controladores biológicos de potenciales plagas como los roedores” y que la sierra “es un espacio para la educación ambiental y la investigación científica”.
Impacto en la flora y la fauna
Entre los posibles impactos que tendría la instalación del parque eólico en sierra La Peregrina, quizás los más conocidos a nivel mundial son las consecuencias en aves. “Las aves voladoras, al igual que los murciélagos, pueden colisionar con los molinos. En el caso de las aves, un grupo especialmente vulnerable (pero no el único) son las acuáticas que atraviesan la sierra La Peregrina para utilizar los humedales que se encuentran alrededor (como la laguna La Brava y la laguna de los Padres). Se trata de aves con ciertas características (por ejemplo, son más corpulentas y de baja maniobrabilidad) que las hacen más vulnerables a la presencia de un parque eólico en parte de su recorrido. Algunos ejemplos son los cisnes, las cigüeñas, las garzas, los flamencos y los patos”, describe Herrera.
Asimismo, la investigadora resalta que “las especies de fauna nocturna también pueden verse afectadas por los impactos de la contaminación lumínica producida por la estación transformadora” y que “esto puede confundir la orientación de los animales, alterar las interacciones competitivas, cambiar las relaciones predador-presa y causar daño fisiológico”.
También afirma que con la instalación de un parque eólico en el lugar, “las comunidades de pastizales y arbustales nativos, que representan ecosistemas típicos de la sierra, podrían verse afectadas por la ampliación o generación de nuevos caminos y la remoción de suelo para la construcción de las bases de los aerogeneradores”.
“Estos ecosistemas albergan una importante diversidad de especies de plantas vasculares. Solo en la Estancia El Abrojo, donde se planea emplazar el proyecto, se han registrado unas 198 especies, de las cuales el 80 % son nativas según la tesis de Carolina Wraage”, reconoce.
En tanto, remarca que “estos hábitats sustentan una variada fauna que podría verse afectada ya que utilizan estos espacios para nidificar, alimentarse, refugiarse y reproducirse. Esta fauna incluye diversos grupos funcionales: insectos, anfibios, reptiles, aves y mamíferos”.
“Un análisis detallado de la imagen satelital del campo permitió identificar que de las 2.376 hectáreas que tiene el predio donde se pretende emplazar el proyecto, 1.187,7 (49,8 %) son de comunidades vegetales nativas, tales como pastizales naturales, arbustales y roquedales”, apunta la bióloga.
En tanto, Herrera advierte que la creación de nuevos caminos y disturbios puede causar la fragmentación y pérdida de continuidad de las comunidades nativas, como pastizales y arbustales. “Como consecuencia, algunos grupos de fauna de menor tamaño pueden ver reducido su hábitat y la posibilidad de utilizar los parches remanentes de vegetación. Además, los disturbios y la apertura del pastizal pueden facilitar la expansión de especies exóticas invasoras, especialmente leñosas, lo que causaría serios problemas a nivel ecosistémico y paisajístico”, agrega.
Impacto en la roca y el suelo
Desde la perspectiva geológica, Herrera advierte que “cualquier intervención en las rocas de la sierra por el uso de maquinaria pesada o excavaciones para la instalación de los aerogeneradores, puede tener un impacto grave”.
“No solo se afectaría su geología, sino que también se pueden generar problemas de contaminación durante la preparación del terreno y la construcción e implementación de la obra. Las rocas del sistema actúan como áreas de recarga de las aguas subterráneas de parte de la región pampeana. El agua de lluvia penetra a través de las fisuras de las rocas y se filtra progresivamente hasta alimentar las zonas bajas y cuerpos de agua. Cualquier disrupción de este circuito y la posible contaminación del agua puede generar problemas a nivel de cuenca hidrológica”, asegura Herrera, a partir de información brindada por el geólogo e investigador de la UNMDP, Gustavo Martínez.
Además, añade que “el movimiento de suelo, el transporte de maquinaria y las obras en general podrían afectar la escorrentía de pequeños cursos de agua superficiales”.
“Estas actividades pueden provocar el transporte de contaminantes, causar erosión, e impactar negativamente en la biodiversidad nativa que depende de estos cursos de agua para su supervivencia”, comenta.
Valor arqueológico y cultural
La sierra La Peregrina presenta 19 sitios arqueológicos (descubiertos y estudiados) de diferente tipo y cronologías. Esta sierra reúne la mayor cantidad y diversidad de sitios arqueológicos del Partido de General Pueyrredon. En la actualidad, el equipo del Laboratorio de Arqueología Regional Bonaerense (LARBO) de la Facultad de Humanidades de la UNMDP continúa con la investigación y los trabajos de campo en esa región, por lo que podrían hallarse más sitios arqueológicos.
“Las investigaciones arqueológicas en la sierra La Peregrina están brindando un conjunto de datos e información notable sobre el pasado indígena regional”, indica a Bacap Diana Mazzanti, doctora en Arqueología e investigadora del LARBO.
Según Mazzanti, son característicos de esta sierra los aleros que conservan arte rupestre. Estos se concentran espacialmente en un sector serrano que fue intencionalmente destacado por su valor sagrado, mediante motivos pintados de origen indígena.
“Esta distribución y concentración territorial es única en toda la región, indicando la presencia de un antiguo corredor ´pintado´, el cual manifiesta la gran significancia cultural que tuvo este macizo serrano para las poblaciones del pasado”, describe.
Asimismo, la arqueóloga comenta: “Los sitios en reparos rocosos (alero, abrigos y cuevas) fueron paradero utilizados por grupos de cazadores-recolectores como lugares para acampar durante estadías muy breves, que, para el caso de esta sierra, presentan pruebas del uso humano desde por lo menos los últimos 6.000 años”.
“Algunos aleros fueron seleccionados por antiguos especialistas, quienes decidieron destacarlos mediante motivos abstractos pintados en techos o muros en colores rojos y amarillos. Aún se conservan rastros de esos antiguos diseños indígenas que representan aspectos del mundo de sus ideas, configurando una serie de figuras que son interpretadas como códigos visuales pintados, que señalaron identidad, presencia territorial y la importancia otorgada a esta sierra, la más cercana al mar”, detalla Mazzanti.
En paralelo, la arqueóloga señala que la sierra La Peregrina conserva sobre la cima otros tipos de sitios, llamados estructuras pircadas. “Se trata de recintos pequeños cuyas bases o muros fueron construidos con bloques de rocas superpuestos y también un corral de grandes dimensiones. Aún no es claro el rol que tuvieron, por ello, pueden ser consideradas tanto indígenas como de aquellos primeros trabajadores rurales del siglo XIX o XX. También unas aguadas pircadas identificadas en la base de un manantial activo fueron interpretadas como parte de la infraestructura destinada al cuidado de ganado de las jefaturas indígenas ecuestres que tuvieron territorialidad en esta zona”, añade.
La especialista destaca que “estas evidencias arqueológicas poseen el valor cultural por ser únicas e irrepetibles porque fueron producidas por sociedades que nos antecedieron durante un rango temporal entre los 1.200 y 600 años antes del presente” y asevera que “es deber de la sociedad proteger estas únicas pruebas de un pasado milenario”.
Protección del patrimonio arqueológico
“Esta sierra debe ser protegida social y legalmente”, asegura Mazzanti y continúa: “En primera instancia declarándola Paisaje Protegido y luego efectivizar un proyecto de conservación que garantice un plan de manejo sólido de este territorio serrano, evitando el enorme impacto ambiental que produciría la construcción y funcionamiento de un parque eólico, devastando la biodiversidad y lugares de valor cultural”.
La arqueóloga sostiene que “el proyecto del parque eólico en su cima representa todo lo contrario, evidenciado en el estudio de impacto que acumula grandes problemas, ausencias y déficit del tratamiento de información clave”.
En cuanto a los impactos, la especialista explica que “la construcción de 23 aerogeneradores implica el transporte a la cima con una mega infraestructura que atraviesa las pendientes, la remoción de miles de toneladas de sedimentos y rocas que afectarían a los potenciales sitios arqueológicos que no fueron descubiertos a la fecha, también a los recintos pircados de la cima y al paisaje que fue parte de la vida social de los pueblos indígenas”.
“Lamentablemente, el estudio de impacto arqueológico presenta deficiencias técnicas y de omisión de información publicada que obstaculizó conocer la magnitud del patrimonio arqueológico que se encuentra en peligro si se realiza la mega obra del parque eólico”, finaliza Mazzanti.