Por Natalia Muñoz
¿Pensaste en la menopausia alguna vez? ¿En la propia? Cuántas preguntas, ¿no? No las de esta nota, sino las que giran en torno al ciclo menstrual y reproductivo de la mujer. Una ya pasó por las toallitas, las regulares, las adaptables, las nocturnas, las que tienen alas; se subió a la tendencia de la copita menstrual; leyó todos los mitos sobre los tampones y ya, con varios años de menstruación encima, sabe cuál es su método de higiene preferido.
Las dudas sobre si te viene, cuándo te viene, cuánto te viene, por qué no viene, por qué te vino si estabas buscando: cuando todo eso ya parece rutina, se termina y llega la menopausia. ¿Qué se hace con la menopausia? Las preguntas son muchas. Para tantas dudas, lo mejor es la información: qué es, qué esperar, cuáles son los síntomas y cómo (volver a) aprender a ser amable con una misma cuando ya no te viene más.
Otra vez: tu cuerpo cambia
“Estrictamente hablando, la menopausia es el cese definitivo de las menstruaciones y es esperable como evento normal en todas la mujeres después de los 40 años”, explicó el Dr. Atilio Bacigaluppi, especialista Consultor en Ginecología y Obstetricia, Jefe del Servicio de Ginecología del Hospital Privado de la Comunidad (HPC) de Mar del Plata, en conversación con Bacap.
Fisiológicamente, la menopausia es el fin de la función ovárica a partir de los 40 años, y se valora clínicamente por la ausencia de menstruación por un período de 12 meses. “El aparato reproductor de la mujer tiene dos funciones principales: una reproductiva, es decir, para poder lograr un embarazo, y la otra endocrinológica con la producción de hormonas que impactan en el mantenimiento de múltiples funciones en el organismo”, sintetizó el profesional. Es posible entender, entonces, que el cuerpo de una mujer experimenta varios cambios durante (y antes y después de) este proceso.


Tal vez: los síntomas pueden presentarse de manera gradual, de forma brusca o no presentarse hasta avanzada la menopausia. Depende de cada paciente en particular. En palabras de Bacigaluppi: “los [síntomas] más frecuentes en la premenopausia, o sea, en la etapa que precede a la menopausia, son cambios en la frecuencia de los ciclos menstruales. Con la edad empiezan a hacerse más cortos para luego presentarse ausencia de menstruación hasta que transcurren esos 12 meses sin menstruar”. Es decir: tu cuerpo te avisa.
En forma variable el conjunto de síntomas que se presentan en esta etapa de la vida de la mujer se denomina “Síndrome Climatérico”. Climaterio es el término que define la etapa que abarca el tiempo transcurrido antes (meses o años), durante y después (meses o años) de la última menstruación, es decir los síntomas que rodean a la menopausia. Esta es la diferencia entre Menopausia y Climaterio.
Los síntomas climatéricos pueden preceder, acompañar o presentarse luego de la menopausia. Es decir, que pueden presentarse a corto, mediano o largo plazo en relación a la última menstruación.
Este fin del ciclo reproductivo en la mujer afecta directamente su calidad de vida, y entre las causas más frecuentes se encuentran los sofocos, síntoma expresados como “calores” que se presentan en la parte superior del tórax, cuello y cara, y que muchas veces van acompañados de sudoración que produce incomodidad.
En general, los más frecuentes son los que se producen por las noches, que producen en la paciente un sueño interrumpido”, privándola de un descanso no reparador, detalló el Dr. Bacigaluppi sobre el denominador más común entre tantas experiencias posibles. Cabe destacar los que síntomas que se presentan en la esfera emocional: cansancio desproporcionado con las actividades habituales, cambios repentinos o bruscos en el estado de ánimo, irritabilidad, llanto fácil, e incluso síntomas similares a la depresión.
Climaterio y síntomas
Durante el climaterio, pueden surgir otro tipo de síntomas con capacidad de generar algo más que una molestia o incomodidad. Son aquellos vinculados al déficit de estrógenos producto del fin de la actividad hormonal ovárica: “son los famosos síntomas urogenitales, en donde aparecen síntomas similares a una cistitis, pero no bacteriana, ya que la vejiga es uno de los órganos que se resiente con la falta de hormonas”, aclaró el médico.
El déficit hormonal (estrogénico) también afecta al tejido de vagina. “El epitelio de la vagina pierde elasticidad, se vuelve más delgado y con menor trasudado –lubricación-: esa combinación de fenómenos produce frecuentemente con las relaciones sexuales lo que se denomina dispareunia superficial, que es decir, dolor durante las relaciones. Eso afecta significativamente en la calidad de vida de la mujer”. La libido y el deseo sexual también se ven afectados.
También se pueden experimentar artralgias -dolores articulares- que suelen ser transitorios. Por los cambios mencionados y por los que se pueden prevenir a mediano y largo plazo, por ejemplo osteoporosis y los relacionados a los cambios metabólicos con impacto principalmente en la salud cardiovascular, es aconsejable acudir a un/a médico/a especialista, para terminar de dilucidar si es un efecto de la menopausia o si es otro tipo de proceso que atraviesa el cuerpo que podamos prevenir o mejorar. Spoiler alert: Bacigaluppi dijo a Bacap que el/la ginecólogo/a se convierte en el/la profesional “de cabecera” de las mujeres que experimentan la menopausia. Paciencia.
Qué hacer antes de esperar
Si leíste hasta acá es porque seguro buscas respuestas, pero es momento de utilizar otra vez esa palabra: depende. Cómo impacta la menopausia en el cuerpo de una persona está íntimamente ligado al estilo de vida de esa persona antes de llegar a ese momento. Lo más importante es no confiarse ni dejarse estar. La edad promedio en la que se establece la menopausia ronda los 49 años -la mayoría de las mujeres entre los 50 y los 52 años dejan de menstruar- y la expectativa de vida de una mujer en América Latina es de 83 años. La pregunta para hacerse frente al espejo es: ¿Cómo quiero vivir los últimos 30 años de mi vida?
“Siempre recalcamos que antes de acercarnos a este período de la vida de la mujer, hay que adquirir buenos hábitos de vida en relación a principalmente al actividad física, dieta adecuada, evitar el tabaquismo el consumo inadecuado de alcohol”, explicó el Dr. Bacigaluppi del HPC. Lo ideal es no fumar, pero si el vicio está instalado, lo más propicio será evaluar dejar al pucho antes de llegar a los 40 años.
Además, agregó que “la actividad física es fundamental porque el sedentarismo juega en contra, y hay que pensar que cuando se acerca la edad de la menopausia, hay un cambio metabólico importante que acompaña al hormonal, en donde es necesario adecuar los alimentos que forman parte de la dieta, consultar con una nutricionista, evitando el sobrepeso y también como dijimos, el consumo inadecuado de alcohol”.
La importancia del entorno
Sumado a los cambios físicos, es necesario evaluar el entorno. Para Bacigaluppi, es ideal disminuir los factores que puedan generar estrés: “Es una etapa donde muchas veces se replantea el éxito laboral que se tuvo o no, existe un replanteo a nivel de la vida de pareja y muchas veces coincide con la edad en que muchos de los hijos, se van del seno familiar –“nido vacío”-, y cabe mencionar, que tiene un impacto especial en aquellas mujeres que desearon ser madres y por diversos motivos no lo lograron, es decir, es un evento multifactorial”..
Por todo esto, la menopausia suele tener “mala prensa”. Décadas en búsqueda de un estilo de vida que de un año a otro muta completamente. Sin embargo, para el médico, la menopausia es un beneficio con el que cuentan las mujeres: “hay que afrontarla y valorarla como un momento bisagra, como una oportunidad para cambiar aquellos hábitos previos que consideramos como nocivos para la salud reforzar los que benefician. La salud y la vida de la mujer tiene el ventaja de estar marcada por las etapas de la vida reproductiva, entonces es un buen momento para proyectar los años que quedan por delante y replantear los estilos de vida”.
Tratamientos hormonales
Mucho se ha hablado, estudiado y publicado sobre la implementación -o no- de tratamientos hormonales en un cuerpo menopáusico. Si conviene o no, ya se ha dicho: depende.
“La terapia hormonal es muy buena cuando está bien indicada”, argumentó el médico. Depende de cada paciente si conviene o no y en qué medida.
“Tuvo distintos auges, por ejemplo, en la década del ‘90 y los primeros años del 2000, se le indicaba a casi todas las mujeres excepto a algunas. Después, a partir de un estudio muy difundido ha principios del 2000, se empezó a indicarlo a casi nadie excepto a algunas. Luego, en base a diversos estudios surgieron evidencias contundentes desde el punto de visto epidemiológico, que mostraron que hay que realizarlos siempre individualizados”, repasó sobre el surgimiento y las creencias sobre estos tratamientos.
En la actualidad, existen tratamientos que varían en cuanto a distintas vías de administración (oral, transdérmica, intravaginal, etc), diversos preparados (naturales, sintéticos o semi sintéticos) y funciones (estrogénica, estrogénica y progestacional o androgénica).
Mitos y tabú
Directo al grano: la peor decisión ante la menopausia es la indiferencia y la pasividad. “Hay pacientes que saben que es una etapa natural, y que por eso no hay que hacer nada, que ya va a pasar”, alertó Bacigaluppi. “Este tema del ‘ya va a pasar’ y dejar a la paciente sin respaldo al afrontar este cambio tan significativo en calidad y estilo de vida desde el punto de vista físico, emocional y social es una imprudencia, porque eso hace que la paciente a veces no manifieste el síntoma. Todo lo contrario, hay que consultar, manifestarlo y saber pedir asesoramiento y ayuda”, agregó.
Llegada la edad, se quiera o no, la menopausia va a suceder. La clave está en decidir cómo se enfrenta. “Es una etapa muy importante para hacer prevención, porque en esta etapa, por ejemplo, la mujer iguala al varón en eventos cardiovasculares, que son enfermedades coronarias, infartos de miocardio y accidentes cerebro-vasculares, que son la principal causa de morbi-mortalidad en el hombre y en la mujer, por arriba de la enfermedad oncológica”, dijo, por último, el Dr. Bacigaluppi.
Sí, otra vez el propio cuerpo lleva a tener que encargarse de varias cosas en simultáneo. Como en cada etapa, lo ideal es hacerlo acompañada, pedir ayuda, de los pares y de los/las profesionales de la salud, y saber que ante todo se está a los pies de una nueva posibilidad de llevar una relación amable con una misma y con el propio cuerpo.