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agosto 1, 2025
Música

La Roux: La solista detrás del dúo que revolucionó la música en los 2000

Hola, ¿Cómo estás? Finalmente llegó agosto para terminar con la tiranía de julio, que según el calendario duró 31 días pero que sensorialmente se sintió como un par de años. Si estás entero/a no quiero dejar de felicitarte. Y si buscabas celebrarlo con una distracción momentánea, llegaste al lugar indicado.

Antes de adentrarnos en el news de hoy, algunos títulos: Carolina Mama estrenó el single y videoclip de “Dos almas”, junto a Mat Alba; Marilina Bertoldi reversionó “Azúcar amargo” en ¡FA!; José Palazzo inauguró la Plaza de la Música en la ciudad; Cat Stevens y Litto Nebbia, nacidos el mismo día del mismo año, cumplieron 77; Tyler, The Creator, estrenó “Don’t Tap the Glass”, su noveno álbum; LAMP confirmó su primer show en Argentina para el 8 de octubre; Justin TImberlake reveló haber sido diagnosticado con la enfermedad de Lyme; Hilda Lizarazu se reunió con Charly García y compartió un retrato de ambos en sus redes sociales; El Club Audiovisual estrenó «no soy yo», último adelanto del que será su tercer álbum de estudio; Music Wins confirmó a su primer artista para este año: Primal Scream; se cumplieron 51 años del fallecimiento de Mama Cass y 47 del de Glenn Goins; Ozzy Osbourne, el rey de las tinieblas, dejó este plano para convertirse en una leyenda todavía más espectacular y mítica.

Bienvenidos/as a una nueva edición de Sauntrack. Viajaremos al pasado, elongaremos los cuerpos, puliremos la pista de baile.

Realeza veraniega

Es 2014 y Eleanor “Elly” Jackson está por estrenar su segundo álbum. Hace cinco años irrumpió en la escena con un disco desfachatado, bailable y muy bien recibido por la crítica, que fuera ideado junto al coescritor y coproductor Ben Langmaid, en una audaz apuesta al synth pop y electropop. Claro que si su nombre de pila no te es familiar es porque su identidad artística tiene otra sonoridad. De hecho, también está en otro idioma: Eleanor Jackson es La Roux. 

El 18 de julio, mientras el hemisferio norte transitaba su período estival, “Trouble in Paradise” comenzaba la difícil tarea de equiparar el éxito que el álbum homónimo de La Roux había conseguido en 2009. Y es que el debut del entonces dueto británico le valió más de 465 mil copias, una nominación al Premio Mercury y su primer Grammy, sin mencionar que fue, también, su catapulta a la fama internacional.

En el que para muchos no sería más que un golpe de suerte o un disco incendiario de extinción fugaz, comenzaba a gestarse una carrera artística a la que prestarle atención.  

Con más desafíos que certezas, “Trouble in Paradise” salió a la luz con un repertorio de nueve canciones que oscilaron entre el synth pop, el pop, la música disco y las influencias reggae. Para su composición, La Roux, que se había transformado abruptamente en solista, se inspiró en la femineidad, la sensualidad y las relaciones interpersonales. 

¿Quién es esa chica?

Elly Jackson creció escuchando a artistas folk como Nick Drake y Joni Mitchell. Sus primeros intereses musicales distaban de aquellos que, a través de los años y tras adentrarse en la escena rave, se ganarían su admiración: Prince, David Bowie, The Knife. Su perfil de TIDAL reconoce dichas influencias en la obra de la artista: «Su composición aguda y su voz cristalina la convirtieron en una de las artistas más distintivas que reinventaron los sonidos de los ’80 para el Siglo XXI».

Desacostumbrada al nivel de exposición que conquistó con el éxito de su primer disco, la salud de La Roux se vio deteriorada durante el 2011, cuando escogió tomar un descanso producto de múltiples ataques de pánico y problemas vocales.

De vuelta en el ruedo y en soledad autoral, el pasaje entre el 2012 y 2013 encontró a Jackson en un momento inmejorable: encabezó el proceso de grabación de su segundo álbum y focalizó todo aquello que quería expresar con libertad artística absoluta. Para el medio español Fantastic Mag, “La Roux transitó del synthpop fluorescente al electropop sexy, de alma funk, refinado, unas veces cálido y otras caliente con excelentes resultados”

En la que ahora es una formal invitación a desgranarlo pieza por pieza, y en caso de que jamás hayas escuchado este disco, esto es “Trouble in Paradise”

Track x track

El primer vistazo al disco suena aventurero y fresco. “Uptight Downtown” es una postal alegre, uptempo, rodeada de sintetizadores y con guitarras electrónicas que proponen una combinación entre el disco y el funk sin despegar del synth pop que La Roux lleva impregnado en la sangre. Su significado, en cambio, es algo más escabroso: en 2011, tras el asesinato de un hombre negro en manos de la policía, Tottenham Hale se vio sacudida por una serie de protestas que rápidamente se duplicaron en localidades de toda Inglaterra. A pesar de no ser abiertamente partidaria, La Roux escribió una canción política inspirada en los que mediáticamente se conocieron como “England riots” (“Disturbios ingleses”). De ahí algunos de sus fraseos como “All the blue lights fighting with the crowds/And I know the temperature is rising” (“Todas las luces azules luchando con la multitud/Sé que la temperatura está subiendo”) o “Streets are lined with people/With nothing left to lose (…) won’t you take me with you to/Where all the sirens are blowing?” (“Las calles están llenas de gente/Sin nada que perder (…) ¿Me llevarían con ustedes/A donde suenan todas las sirenas?”. 

Festivo e íntimo, “Kiss and Not Tell” es su inmediato sucesor. En este apartado, La Roux modifica una expresión clásica de la lengua inglesa (“Kiss and tell”) utilizada para referirse a la acción de develar intimidades para llamar la atención de terceros, especialmente cuando el secreto en cuestión implica a una persona famosa. Con dicho giro lingüístico, la compositora arremete contra las parejas que atraviesan problemas y que, lejos de trabajarlos, deciden desoírlos. En la que el periodista de Billboard Jason Lipshutz definió como “una golosina efervescente”, la cantante afirma que todo aquello que se ignora hoy, será un problema mañana.

En el tercer escalón del tracklist se irge “Cruel Sexuality”, una letra nacida desde la decepción, donde La Roux se pregunta por qué la persona que ama solo piensa en ella en términos eróticos. Más oscura de lo que acostumbra, la artista completa su relato con una base más densa y expresiones tajantes, y culmina su interpretación con un mantra tan directo como doloroso: «…you make me happy in my everyday life/Why must you keep me in your prison at night?» («…me haces feliz en mi vida diaria/¿Por qué tenés que mantenerme en tu prisión por la noche?»)

“Paradise Is You”, cuarta pieza del rompecabezas, es una declaración de amor que aplaca la energía que el disco ha regalado hasta el momento. Como una fiesta a la madrugada, mientras la habitación se vacía, el decorado se desploma y los restos de licor se agolpan al fondo decenas de vasos plásticos, una melodía agridulce abraza la melancolía y parece vestir de belleza un momento triste. En esta canción, La Roux describe una postal paradisíaca, rodeada de disfrute y donde es imposible imaginar un solo ápice de estrés. Pero una ausencia la inquieta: la de su amor.

De la nostalgia al desenfreno en un parpadeo. El universo de La Roux es un frenesí constante. Así lo demuestra en “Sexotheque”, un relato que la encuentra observando desde la distancia a una pareja en crisis. El título del track permite hacer, al menos, dos posibles lecturas: una más simple, que combina los términos “sexo” y “discoteca” para nombrar un club o local determinado —posiblemente vinculado a los shows de streaptease— donde el protagonista pasa la mayor parte del tiempo; y una mucho más liosa, que implica desgranar y modificar la palabra “sexoteca” para leerla como “sexo ataca” —en esta versión, el sexo conyugal de la pareja se ha vuelto tan problemático que puede determinar su fin—.

Abrazada al tropical funk, con destellos de reggae y aportándole su sello electrónico, la segunda mitad de “Trouble in Paradise” abre sus puertas con “Tropical Chancer”, una pieza catártica dedicada a un oportunista. “This place turns honest men to thieves” (“Este lugar convierte a los hombres honestos en ladrones”) dispara la británica sobre el final de la primera estrofa, en un descargo contra quien la drenó emocional, económica y sentimentalmente. 

Amén de las distancias —y tal vez cegada por la admiración—, me recordó a uno de los apartados que Oscar Wilde dedica a su ex pareja Lord Alfred Douglas, cuando desde la prisión le escribe “De Profundis”, en el que simboliza un libro epistolar repleto de ira, decepción y rencor. Citado de memoria, reza algo así como “…alguna vez tendrás que reconsiderar tu conducta. No puedes estar orgulloso del sesgo que han tomado las cosas. Si piensas en tí, no puedes menos que ruborizarte. Ostentar al mundo una frente de bronce es en verdad maravilloso, pero cuando te halles a solas, tendrás forzamente que quitarte la careta para poder respirar, porque de lo contrario morirás por asfixia”.

Hacia el cierre de un disco sentimental y enérgico; “Silent Partner” retoma el synth pop uptempo para dar vida a un retrato caótico. En una purga emocional acelerada, La Roux demanda silencio para encontrar la paz en medio del desastre. El infierno ruidoso y turbulento que la exaspera tiene un responsable, que no ha ofrecido más que opresión y de quien no logra independizarse. Pero en esta oportunidad no se trata de una persona, sino de un padecimiento: invasiva y desordenada, agazapada y paciente, fiel y silenciosa como una sombra, la ansiedad que paralizó su vida la vuelve a estacar.

Desde su título, “Let Me Down Gently” anticipa el estado de ánimo en el que nos zambullirá. Traducido como “Decepcioname amablemente”, el anteúltimo track de “Trouble in Paradise” es un ruego piadoso de la cantante a su pareja ante su inminente fin. Consciente de la crisis, La Roux enseña su costado más vulnerable al demandar una ruptura considerada, que no la destruya ni la vacíe emocionalmente, sin eliminar de su vida a quien alguna vez amó: “You’re not my life but I want you in it (…) There’s a part of you that’s free/And I know that there’s a place for me” (“No sos mi vida pero te quiero en ella (…) Hay una parte de vos que es libre/Y sé que hay un lugar para mí”). En la página que Genius le dedica, se destaca el falso final tras el segundo estribillo, y cambio rítmico que “transiciona a un colapso total, saxo y lágrimas en la pista de baile”.

Todo tiene un final. En el segundo álbum de estudio de La Roux, se titula “The Feeling” y, por extraño que parezca, parece ser el inicio de todo: con una perspectiva mucho más optimista y luminosa, la compositora desliza la idea de estar enamorándose una vez más. A pesar de eludir el término, sus sentimientos se vuelven predecibles cuando la artista devela sus puntos débiles y se sincera sobre la ilusión que le genera alguien especial: “On the outside I might seem strong/But really, inside, I’m just alone (…) I’m just a child whenever you show up” (Por fuera puedo parecer fuerte/Pero en realidad, por dentro, solo estoy sola (…) Solo soy un niña cuando apareces”). Emotivo y marcado por la ternura, “The Feeling” es el cierre ideal para quien parece haber padecido tratos injustos en nombre del amor hasta que un día, sin esperarlo siquiera, consiguió su recompensa.

Paraíso y nada más

En 42 minutos, La Roux desata una fiesta que invita a bailar, a reflexionar sobre nuestros vínculos y a observar la complejidad de todo aquello que, en muchas oportunidades, se acepta sin fisgonear. Un álbum con carácter, con sentimiento y con un enorme desafío impregnado desde su concepción, que quizá halla fallado en los papeles, pero cuyo efecto en el público le ha otorgado su tan ansiada gloria.

Para irnos, quiero recomendarte tres gemas del mundo musical:

En Bacap escribimos lo que escuchamos. Qué mejor que compartirlo con el mundo.

Chau, loco. Este news se va en fade.

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