12.4 C
Mar del Plata, AR
septiembre 27, 2025
Principal

Un espacio donde hablar de la muerte

Camila Quilez vive en Mar del Plata y tiene un gran interés por los cementerios. En su instagram @cementerios.arg comparte su afición con otras personas y rompe tabúes sobre la muerte.

Por Camila Spoleti

A Camila Quilez siempre le interesaron los cementerios. En abril de 2023, realizó su primera publicación en @cementerios.arg, una cuenta de Instagram en la que, desde ese momento, se dedica a compartir información de distintos cementerios del país. Hoy esa cuenta tiene 119 mil seguidores. A través de fotografías tomadas por ella misma, material de archivo y videos, Camila da a conocer las historias que habitan estos espacios. Además, organiza actividades presenciales que apuntan a desarmar el tabú que muchas veces representa la muerte.

Desde el Cementerio de La Loma, Camila indica que fue ahí donde se decidió a hacer aquella primera publicación. Su interés, sin embargo, viene de mucho antes. Ella no es de Mar del Plata, sino de Béccar. Cuando era chica, su abuela iba a un cementerio de Zona Norte a visitar a todos los muertos de la familia. Nadie quería acompañarla. Un día, Camila decidió ir con ella y descubrió en aquel espacio una sensación de paz. Entonces lo incorporó como un hábito. “Yo era la encargada de acompañar a mi abuela, que le ponía flores a la tumba de la hermana, a la de al lado, porque pobre la de al lado que no tenía, y así me empezó a gustar”, cuenta. Más tarde, aprovechando que el colegio al que asistía quedaba cerca de otro cementerio, comenzó a frecuentarlo también. “Iba y me quedaba ahí como tranquila”, relata.

A medida que crecía, fue tomando la costumbre de visitar los cementerios de cada lugar al que viajaba. Con el paso del tiempo, pasó directamente a elegir sus destinos teniendo en cuenta qué cementerios quedaban cerca. Se volvió así una costumbre que no tenía con quién compartir. “Siempre incomoda. A mi familia no le interesa que yo me siente en la mesa a hablar de muerte y de cementerios», explica. En ese sentido, la comunidad que se fue construyendo en torno a su cuenta de Instagram le permitió no solo dar a conocer la información que tenía —obtenida tanto de los viajes como de lecturas—, sino también abrir un espacio de diálogo.

Esto resultó positivo en varios aspectos. Por un lado, la interacción con sus seguidores le permite llegar a datos nuevos. Señala que la cuenta “se retroalimenta mucho, porque como hay gente a la que le interesan mucho estos temas, también tienen otra información que yo no, entonces de repente vamos armando una historia todos juntos”.

Por otra parte, el hecho de que exista una conversación abierta sobre la muerte, para muchas personas supone la posibilidad de romper la ansiedad que les produce pensar en el tema. Ese es uno de sus propósitos. Por eso, explica, trata de que los contenidos no estén “teñidos de dramatismo”, sino que tengan un enfoque informativo, que muestre la muerte y los ritos que la rodean “como una parte de la vida”. 

Es ese motivo también el que la lleva a organizar actividades recreativas, como un taller de cerámica que invita a los asistentes a “diseñar su propia lápida”; y un “falso velorio”, un evento que recrea un velorio “como los de antes”.

Pese a que en general las convocatorias a estos encuentros han sido bien recibidas, Camila reconoce también la existencia de críticas. “Cómo van a jugar con eso” y “Qué falta de respeto”, son algunos de los comentarios que a veces le llegan. Frente a esto, responde no solo que la muerte es algo natural, sino también que su propuesta es solo una expresión artística más que se suma a muchas otras que constantemente abordan el tema de la muerte, como pueden ser la música o las películas.

Quitarle peso a la conversación sobre la muerte permite también que muchas personas se sientan cómodas de tomar decisiones sobre lo que quieren que suceda con sus cuerpos una vez que terminen sus vidas. “Hace poco me escribió un señor que me dijo que a partir de que empezamos a hablar de la muerte se le hizo más liviano y pudo decirle a su familia cuál era su deseo”, relata Camila. Y amplía: “Porque pasan un montón de cosas, ¿no? El deseo de la persona que fallece, lo que cuesta, si algo dejó planificado. Hay gente que deja todo planificado, todo pago, ya le dice a todo el mundo, pero hay gente que por este tabú no lo dice.”

A la vez, contar historias de personas fallecidas significa mantener viva su memoria. El contenido de @cementerios.arg es variado. La cuenta recupera datos arquitectónicos, históricos y litúrgicos, pero también historias particulares. Camila considera interesante poder hablar de aquellas historias que quizás no son tan conocidas. Para poder hacerlo, recorre los cementerios con ojo atento. Así, muchas veces una lápida despierta su curiosidad y la lleva a ponerse en contacto con la familia de la persona difunta, y acaba descubriendo relatos que valen la pena ser dados a conocer.

Últimas Notas

Las nuevas autoridades de la UNMDP proponen una universidad con foco en la salida laboral

redaccion

Científicos marplatenses participan de un proyecto internacional para identificar los sonidos de los delfines

Agustin

De Mar del Plata a la élite del básquet: la inspiradora trayectoria de Daiana Di Benedetto

Florencia