Gato montés
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En búsqueda de los mamíferos de las sierras

Más allá de las luces de la ciudad, el sector serrano que rodea a Mar del Plata presenta una diversidad de mamíferos poco conocida por la comunidad. Un grupo de científicos del CONICET y la UNMDP monitorean la actividad de estos animales en las sierras de Tandilia.

 

Por Agustín Casa

Un mamífero observa a su alrededor. Quizás busca alimento o un sendero. Luego de unos segundos, retoma el paso y sigue su camino. No se trata de un yaguareté en la selva misionera ni de un huemul en la Patagonia, sino de un gato montés en el sistema serrano de Tandilia, a pocos kilómetros de Mar del Plata. 

La descripción corresponde a imágenes tomadas por un equipo de biólogos del Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (IIMYC), del CONICET y la UNMDP, que utiliza cámaras trampa para evaluar la actividad diaria y estacional de mamíferos en las sierras de Tandilia. Este monitoreo lo realizan en un sector de la Reserva Natural Paititi (partido de General Pueyrredon) y en uno de la sierra La Vigilancia (partido de Balcarce)

El uso de cámaras trampa es una herramienta fundamental para el monitoreo de la presencia y actividad de mamíferos en esta región, y cómo las diferentes especies hacen uso de hábitats más o menos modelados por la acción del hombre. Esta tecnología nos permite obtener información muy valiosa sobre la biodiversidad local en las sierras sin necesidad de interferir directamente en el hábitat de las especies”, cuenta a Bacap Matías Mora, doctor en Ciencias Biológicas e investigador del CONICET en el IIMyC.

A través de las cámaras trampa -ubicadas en lugares ocultos en pasos o senderos de la fauna- han podido registrar en las sierras de Tandilia especies esquivas o de hábitos nocturnos, como el puma, el zorro gris pampeano, el gato montés, los hurones, los zorrinos, pequeños roedores y marsupiales.

Identificamos la presencia de siete especies nativas de mamíferos depredadores. Entre ellas, se destacan especies autóctonas de gran tamaño, como el puma (Puma concolor), que puede superar los 100 kg. Los registros de puma son ocasionales y aislados, lo que sugiere que su densidad en la zona es muy baja. Los depredadores más abundantes son los de mediano porte (alrededor de 5 kg), como el gato montés (Leopardus geoffroyi) y el zorro gris pampeano (Lycalopex gymnocercus)”, describe Alejandro Canepuccia, doctor en Ciencias Biológicas e investigador del CONICET en el IIMyC.

El biólogo comenta que también han registrado, pero con menor frecuencia, a depredadores de menor porte como el hurón menor (Galictis cuja), el zorrino (Conepatus chinga) y marsupiales como la comadreja overa (Didelphis albiventris). A la lista de mamíferos identificados se suman el peludo (Chaetophractus villosus) y el ratón hocicudo (Oxymycterus rufus). 

Varias de las especies identificadas son exóticas, como la rata negra, el perro, el jabalí, el ciervo axis y la liebre europea. “Muchas de estas especies fueron introducidas accidentalmente. Sin embargo, en diferentes momentos históricos, otras introducciones fueron intencionales principalmente como presas para la caza deportiva, como es el caso del jabalí y el ciervo axis”, afirma Canepuccia.

En total, tienen en funcionamiento entre 10 y 14 cámaras y esperan poder incrementar el número. Con el uso de esta tecnología, proyectan realizar un seguimiento a largo plazo del estado de las poblaciones de mamíferos y estimar el número de ejemplares y la distribución en estos ambientes. De esta manera, buscan conocer en el futuro cómo impacta la actividad humana en la fauna nativa, en particular las actividades agropecuarias y la urbanización. 

cámaras trampa
Los biólogos del IIMyC utilizan cámaras trampa para el monitoreo de mamíferos en las sierras de Tandilia. Las fotos y los videos son gentileza de los investigadores.

Estudio de depredadores

El monitoreo se ha centrado en depredadores debido a que son un grupo vulnerable a la pérdida de hábitat, a la presión humana sobre el ambiente y a los efectos del cambio climático. “Esta fragilidad nos plantea serias preocupaciones para el área, ya que carecemos de información básica necesaria para planificar estrategias efectivas de conservación”, reconoce Canepuccia.

Según los investigadores, los datos obtenidos evidencian que las sierras de Tandilia presentan una gran diversidad de especies vegetales y animales. Por sus características, las sierras conservan áreas en gran estado de conservación que son como “islas de biodiversidad” inmersas en la llanura pampeana, donde abunda la actividad agroganadera.

“Sabemos muy poco sobre cómo funciona este ecosistema y cómo las especies interactúan con la matriz agroganadera cada vez más modificada que lo rodea. Desconocemos cómo las especies utilizan estos ambientes y cómo podrían beneficiarse de su preservación y de posibles corredores biológicos que conecten estas ´islas de biodiversidad´, facilitando el movimiento de las especies entre los diferentes parches de sierras, así como desde y hacia la matriz agroganadera”, remarca Canepuccia.

ciervo en sierras de Tandilia
Los investigadores han observado especies exóticas, como el ciervo axis.

Además, el grupo del IIMyC estudia los cambios en el paisaje y cómo la introducción de especies vegetales exóticas influye sobre el uso del hábitat de las especies de mamíferos. Algunas plantas exóticas que se encuentran de forma abundante en el sistema serrano de Tandilia son la acacia australiana (Acacia melanoxylon) y la zarzamora (Rubus ulmifolius).

“Estas especies vegetales, junto a otras como los pinos y los eucaliptos, han cambiado la configuración del sistema típicamente serrano, al menos en lo que compete a los ambientes de pastizal y arbustales nativos, afectando todos los estratos, desde los faldeos y zonas bajas, hasta las cumbres de las sierras. Esto impone ciertos desafíos para la fauna autóctona, la cual ve alterados sus ambientes naturales”, relata Mora y agrega: “Estamos monitoreando zonas de bosque invadido por acacia australiana (áreas alteradas) y zonas de arbustal y pastizal más prístino (áreas menos alteradas). A partir de allí diseñamos un muestreo que contempla la puesta de las cámaras trampa en este tipo de ambientes”.

Ambientes nativos

El grupo comenzó con el monitoreo estacional de mamíferos hace más de dos años en la Reserva Natural Paititi. Esteban Zugasti, dueño del espacio, destina más de 450 hectáreas de sierra y faldeos serranos a la conservación de ambientes nativos, como pastizales (sobre todo de flechilla y cortadera) y chilcales.

“Estos estudios nos permiten poner a prueba preguntas que tienen que ver con la interacción de las especies de mamíferos en ambientes más o menos perturbados por la introducción de plantas exóticas, como por ejemplo la acacia australiana, la zarzamora, o más recientemente la rosa mosqueta (Rosa rubiginosa)”, destaca Mora.

En las sierras de Tandilia aún existen porciones de terreno donde la fauna local utiliza como refugio y hábitat comunidades de plantas nativas, que les proporcionan alimento y facilitan su supervivencia. Un ejemplo es la paja colorada (Paspalum quadrifarium), una gramínea que tiene baja calidad forrajera para el ganado, pero es el hábitat natural de mamíferos nativos de la región.

Pastizal de paja colorada y chilca
Pastizal de paja colorada y chilca.

La introducción de especies vegetales exóticas, como la acacia australiana y la zarzamora, ha alterado significativamente los ecosistemas de Tandilia. Estas plantas compiten con la vegetación nativa, modificando la estructura y composición del hábitat. La presencia de estas especies invasoras puede afectar negativamente a los mamíferos locales al reducir la disponibilidad de plantas nativas que les sirven de alimento o refugio”, advierte Mora.

En esta línea, el biólogo detalla: “Con nuestro primer trabajo, el cual involucró un año de muestreos en Paititi en 2023, observamos que al menos para los zorros grises y los gatos monteses, la invasión de las acacias no promovió cambios en el uso del hábitat en relación a los ambientes alterados (bosques de acacia) y los ambientes de pastizal/arbustales nativos (fundamentalmente dominados por cortadera, chilca y paja colorada). Estas últimas especies de mamíferos resultaron ser ciertamente plásticas, adaptándose a este tipo de paisaje más alterado. Por otro lado, especies como los hurones y zorrinos parecen mantener mayor fidelidad hacia los ambientes nativos de pastizal, viéndose afectados en alguna medida por el avance de las forestaciones exóticas como la acacia, aromo, laurel, y otras especies vegetales”.     

En los últimos tres años hemos observado un aumento sustancial de chanchos cimarrones en ambientes cerrados de las sierras, entre los cuales se encuentran los zarzamorales y zonas mixtas de esta última especie y la acacia australiana. Lo que estamos observando es que los chanchos, al remover el suelo en busca de alimento, provocan la destrucción de la cobertura vegetal, la erosión de suelos y alteración de hábitats naturales, incluso en las partes más altas de las sierras. Esta actividad afecta negativamente a la flora nativa y facilita la invasión de especies exóticas”, subraya Mora.

El valor natural de las Sierras de Tandilia

Claudio De Francesco, doctor en Ciencias Biológicas e investigador del CONICET en el IIMyC, sostiene que “el sistema de Tandilia es un área de gran interés para el estudio de mamíferos y otros grupos animales, ya que funciona como un refugio para muchas especies en una provincia como Buenos Aires, donde la actividad agrícola y ganadera ha transformado gran parte de los ambientes naturales”.

El investigador recuerda que estas sierras se asientan sobre las rocas más antiguas de Argentina, formadas hace más de 2.200 millones de años y que, “aunque el paisaje ha cambiado a lo largo del tiempo, las sierras han estado presentes en la región durante millones de años, brindando condiciones para el desarrollo de una biodiversidad particular, que incluye especies endémicas, es decir, que solo viven allí”.

“Las sierras de Tandilia conservan relictos de pastizales con vegetación autóctona, que en el pasado cubrían toda la provincia de Buenos Aires y que hoy persisten como islas en medio de campos cultivados. Además de estos relictos, también hay bosques de especies exóticas, lo que genera una diversidad de ambientes con distintos grados de impacto humano. Todos estos espacios son utilizados por la fauna, permitiéndonos estudiar y comparar cómo los mamíferos responden a la fragmentación del hábitat y a los cambios en el uso del suelo”, señala De Francesco.

Reserva Natural Privada Paititi
Zona alta de sierra en la Reserva Natural Privada Paititi (General Pueyrredon), uno de los sitios donde realizan monitoreos.

Registros sorprendentes

Durante la observación de las imágenes tomadas por las cámaras trampa, el equipo de biólogos del IIMyC ha encontrado registros que los asombraron.

“Una de las cosas que más nos ha sorprendido es cómo algunos mamíferos que comparten hábitos alimenticios logran organizarse en el tiempo para usar el mismo hábitat sin interferir entre sí. Comparando al zorro gris pampeano y al gato montés, nuestros estudios en Tandilia muestran que la primera especie presenta un patrón de actividad predominantemente crepuscular y nocturno, en línea con hallazgos de otros estudios en la región pampeana. Sin embargo, en áreas naturales con menor perturbación humana, se ha reportado que esta especie presenta una mayor actividad diurna. Dada su plasticidad comportamental, es probable que en esta zona el zorro ajuste sus patrones de actividad diaria para equilibrar la adquisición de recursos (por ejemplo, alineándose con los períodos de actividad de sus presas) y la minimización de riesgos (como evitar la depredación, interacciones agonísticas con perros o perturbaciones causadas por la actividad humana)”, explica Mora.

En paralelo, al grupo del IIMyC le ha llamado la atención la abundancia de ejemplares de mamíferos exóticos como los chanchos cimarrones, los perros asilvestrados y el ciervo axis, que los vieron establecidos en la zona. Se trata de especies que pueden generar impactos negativos sobre la fauna nativa y el ecosistema.

El caso más llamativo es el de las ratas, cuya presencia ha sido significativamente mayor en comparación con otras especies. Estos roedores han representado cerca del 60 % de los registros totales de mamíferos en las cámaras trampa, lo que sugiere que han encontrado en este ambiente un espacio propicio para su proliferación, posiblemente debido a la disponibilidad de alimento y refugio generados por la intervención humana”, analiza Mora.

zorro gris pampeano
El zorro gris pampeano es una de las especies de mamíferos nativos con mayor presencia en las sierras de Tandilia.

Al respecto, el biólogo indica que “el predominio de las ratas en el sistema serrano de Tandilia pone en evidencia el grado de alteración que ha sufrido este ecosistema, en gran parte como consecuencia de actividades antrópicas como la agricultura”.

Asimismo, los investigadores han detectado la presencia ocasional de pumas (Puma concolor), especie que desempeña un rol ecológico importante en el equilibrio de los ecosistemas, como regulador de poblaciones de herbívoros y otras especies. “La presencia de este gran felino en el Sistema de Tandilia contribuye al equilibrio ecológico del ecosistema, controlando el crecimiento poblacional de muchas de estas especies exóticas (por ejemplo, chancho cimarrón), cuyos impactos negativos incluyen la degradación del suelo, la depredación sobre flora nativa y la competencia con la fauna autóctona”, asegura Mora.

En tanto, el especialista añade que observaron comportamientos de cortejo en animales que se ven poco, como los zorrinos. En este punto, resalta: “Esto último, junto a la observación de cachorros e individuos juveniles, nos ha dado indicios de los periodos reproductivos en ciertas especies. Hemos observado hembras de gato montés con sus crías en las dos variantes de color que muestra esta especie en cuanto al pelaje: el color manchado o normal, y el color melánico (gatos totalmente negros). A partir de los patrones de manchado en esta última especie hemos podido identificar, en muchas ocasiones, a individuos que han sido registrados en más de una cámara trampa, aportando datos interesantes sobre sus rangos de acción”. 

“Esto nos ha mostrado que el fototrampeo es un método no invasivo, eficiente y de gran utilidad para conocer sobre comportamientos, patrones de actividad diaria y uso de hábitat, todo ello apuntando a proteger la fauna nativa del sistema serrano de Tandilia”, concluye Mora.

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