La temperatura máxima en invierno fue de 39,6° en Formosa. Fue el quinto año más seco de los últimos 50, y el de mayor cantidad de focos de incendios reportados.
Por Claudia Roldós
Un pormenorizado reporte que realiza un seguimiento de las principales condiciones climáticas que afectaron a la Argentina durante el año 2020, fue presentado por el Servicio Meteorológico Nacional.
En dicho informe, que se dio a conocer tras un profundo análisis de la información local y del informe de la Organización Meteorológica Mundial, se confirma que, como ocurre a nivel global, la temperatura media del país sigue su tendencia ascendente iniciada hace unas décadas, con el 2020 siendo el segundo año más cálido desde 1961.
El trabajo, que profundiza los datos preliminares dados a conocer en abril, fue realizado por los profesionales María Mercedes Poggi, Maria Eugenia Bontempi, Ramón de Elia, Maria de los Milagros Skansi, Ramón de Elía, Norma Garay, Karina Flores, María Sol Rossi Lopardo, Maria de los Milagros Skansi, José Luis Stella, Hernán Veiga, Laura Aldeco, Diana Dominguez, Alejandro Godoy, EIja Asmi, Giselle Marincovich, María Elena Barlasina, Lino Condori, Gerardo Carbajal, Gerardo Carbajal, Fernando Nollas.
Entre los récords de altas temperaturas que se dieron durante 2020, se destacan los registrados en las bases argentinas en Antártida durante febrero (18,6° en la Base Esperanza). En tanto en agosto, se registró en Formosa un récord invernal de 39.6°C. La tendencia ascendente de la temperatura anual en el país no excluye que se sigan experimentando temporadas o picos de fríos inusuales o extremos como, por ejemplo, durante el invierno en Perito Moreno (con -20° registrados) y en la Antártida.
Un año de sequías
Con respecto a las precipitaciones, el 2020 estuvo marcado por una sostenida y amplia sequía, resultando el quinto año más seco de los últimos 50.
El último cuatrimestre del 2020 estuvo modulado por el desarrollo del fenómeno La Niña que continuó durante los primeros meses de 2021 y con respecto a la radiación ultravioleta, el año resultó con características muy cercanas al promedio, aunque se vivieron días donde la extensión del agujero de ozono llegó a mínimos históricos en Ushuaia y la península Antártica.
“La información de Argentina tiene claramente como contexto el clima global relevado en el reporte de la OMM. De este, cabe destacar que el año 2020 resultó uno de los tres más calientes nunca antes registrados, –además de ser 2011-2020 la década más caliente–, evidenciando la tendencia del incremento de la temperatura media global atribuida a las emisiones de gases de efecto invernadero” indican los autores.
“Acompañado con este aumento de temperatura global, se observa también un aumento general del nivel del mar aunque el comienzo del año 2020 parece registrar una pequeña caída que es atribuida al fenómeno de La Niña, la cual se confirmó en el último cuatrimestre del año”.
Temperaturas
De acuerdo a los datos oficiales, la anomalía de temperatura media estimada a nivel país para el año 2020 fue de +0.63°C con respecto al período climatológico de 1981-2010. Este valor ubicó al 2020 como el segundo año más cálido desde 1961. Cabe remarcar que todos los años de esta última década registraron, a nivel país, anomalías positivas de temperatura, reforzando la tendencia significativa de este aumento térmico a nivel nacional. Además, la década 2011-2020 se ubica como la más cálida para Argentina desde que se tienen registros.
Durante el año 2020 la mayor parte del país registró temperaturas por encima del valor normal. La región de Cuyo y parte del norte del país presentaron las principales anomalías positivas de temperatura media (entre +1°C y +2°C). De acuerdo al análisis mensual, marzo fue el mes que registró los desvíos positivos más significativos,siendo el marzo más cálido en 60 años a nivel país y superando récords históricos en varias localidades. Por otro lado, el mes de julio fue el único en registrar condiciones anómalamente frías en gran parte de Argentina.
En cuanto a las temperaturas máximas y mínimas medias mensuales, se destacó el predominio de una mayor amplitud térmica a nivel país, evidenciándose en la magnitud de dichos desvíos.
Precipitaciones
De acuerdo a los datos del informe, entre enero y diciembre de 2020 Argentina registró un año seco con un desvío estimado a nivel país de –16.7%, ubicando al año 2020 como el quinto año más seco de toda la serie y el más seco desde 1995. La mayor parte del territorio, al norte de 35°S y gran parte de Patagonia, presentó lluvias inferiores a la normal. Sobre el centro del país y algunas áreas aisladas de Patagonia, las lluvias acumuladas se ubicaron dentro del rango normal o levemente superiores al mismo.
A nivel mensual, hubo un notorio predominio de lluvias por debajo de las normales; sólo los meses de enero y julio se caracterizaron por ser algo más lluviosos. A partir del mes de marzo, las condiciones de sequía comenzaron a afectar a gran parte de las provincias del centro y norte del país, extendiéndose a lo largo de los meses y caracterizando al año 2020 entre los históricamente más secos.
Olas de calor
Durante el verano 2019/2020 varios episodios de olas de calor afectaron a diferentes regiones de Argentina. Durante la última semana de diciembre el noreste del territorio se vio afectado por calor extremo y olas de calor de hasta 6 días de duración. Durante enero las temperaturas extremas afectaron principalmente a la región de Cuyo, donde se batió el récord de duración de ola de calor en las localidades de San Rafael y Malargüe (11 días). Entre el 18 y 28 de enero se alcanzaron temperaturas entre 34°C y 41°C en la región.
Otra ola de calor impactó durante los primeros días de febrero a la zona central del país, afectando principalmente a la zona de Capital Federal y Gran Buenos Aires, noreste de Entre Ríos, sur de Corrientes, oeste de Córdoba y Mendoza. Este episodio, de leve a moderada intensidad, tuvo una duración de entre 3 y 5 días, y se alcanzaron valores de temperatura máxima entre 32°C y 40°C.
Dentro de un marzo extremadamente cálido, el fenómeno de ola de calor, algo inusual para la época, sorprendió a varias zonas del país durante la primera quincena del mes. La región de Cuyo, el norte de Patagonia, norte del Litoral y este del NOA fueron las áreas más afectadas, con una duración de las olas de entre 3 y 7 días. Se alcanzaron temperaturas entre 35°C y 45°C, superando en varias localidades el récord histórico para un mes de marzo.
Olas de frío y nevadas
La región de Patagonia estuvo afectada por intensas olas de frío y nevadas durante el invierno de 2020. El primer episodio tuvo lugar durante el final del mes de junio y comienzo de julio. Sobre Santa Cruz y Tierra del Fuego un centro de alta presión se posicionó y se bloqueó sobre la región, produciendo un enfriamiento muy pronunciado y persistente que dio lugar al fenómeno de ola de frío, con temperaturas de hasta -20°C. La ciudad
de Río Grande no registraba un evento de frío tan extremo desde julio de 1995. La duración de esta ola de frío fue de entre 3 y 8 días, con temperaturas mínimas que oscilaron entre -20°C y -5°C, y temperaturas máximas entre -9°C y 4°C. Más al norte de la región, en las provincias de Chubut, Río Negro y Neuquén, las nevadas fueron intensas y persistentes, estimándose alturas de nieve de hasta 2 metros en las zonas más elevadas.
Durante el mes de julio continuaron registrándose importantes nevadas y olas de frío en la región, volviendo a impactar severamente a la ciudad de Río Grande, que registró 9 días con temperaturas bajo cero. Según datos de estimaciones satelitales, en el período mayo
a octubre, la extensión de cobertura de nieve en las provincias de Patagonia fue la mayor de los últimos 20 años.
Sequías
La evolución de las lluvias dio lugar a un evento de sequía de importantes dimensiones y relevancia histórica que se inició en el mes de diciembre de 2019, cuando se registraron precipitaciones inferiores a las normales en gran parte de la Cuenca del Plata. Estos déficits de precipitación se intensificaron con el transcurso de los meses, y se extendió el área de sequía hacia el norte de Argentina. Durante el mes de abril, los ríos de la región se vieron afectados por este déficit, alcanzando valores de caudales mínimos históricos. El nivel del río Paraná en Rosario se ubicó por debajo del metro, situación que no se registraba desde fines de 1971.
En el invierno se intensificaron las condiciones de sequía, siendo más severa en el centro del país, principalmente en la provincia de Córdoba. Por último, durante la primavera, se observaron regiones con sequía extrema, principalmente en la provincia de Misiones, en el centro de Patagonia y en Cuyo.
Desde el año 2010 la región de los Andes centrales se encuentra atravesando un período denominado megasequía, un fenómeno caracterizado por la predominancia de déficits hídricos. La disminución en las precipitaciones y, principalmente, en las nevadas típicas del período frío (abril-octubre) impacta tanto en áreas del lado chileno como del argentino, generando una reducción en la disponibilidad de agua en los ríos que tienen sus nacientes en la zona cordillerana. El año 2020 no fue la excepción a este comportamiento observado en la última década en esta región.
La cobertura espacial de nieve, estimada a partir de sensores remotos, mostró que durante los meses de julio y agosto se registraron los máximos de la superficie cubierta por nieve del año. Únicamente durante el mes de julio se presentaron valores similares al promedio histórico.
Este evento de sequía también dio lugar a la propagación de incendios forestales en gran parte del territorio. Las provincias afectadas por estos incendios son 13, principalmente
las del centro y norte del país. Así, el 2020 se convirtió en el año con más focos de incendios reportados según la información suministrada por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible.