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abril 26, 2024
Lo de Acá

No tengas miedo, es cannabis

Nueva reglamentación en cuanto al uso del cannabis medicinal, los pasos a seguir y la importancia de políticas públicas con una mirada desde la salud para una sustancia que se encuentra criminalizada más por el tabú que por el conocimiento.

Por Juan Manuel Lamacchia

El gobierno legalizó el autocultivo de cannabis para fines medicinales y el expendio de aceites en farmacia, a través del Decreto 883/2020, publicado la semana pasada en el Boletín Oficial con la firma del Presidente de la Nación Alberto Fernández. Un paso muy importante en la descriminalización de la planta, el tabú de la droga y el avance de una lucha científica que lleva muchos años.

La nueva reglamentación, además, crea el Registro del Programa de Cannabis (REPROCANN) para la inscripción tanto personal de las y los pacientes, como también de un tercero (sea familiar o no) o de organizaciones civiles. 

El decreto sancionado anteriormente solo permitía el acceso medicinal para aquellos pacientes con epilepsia refractaria. Ahora, podrá acceder toda persona con prescripción médica y con una patología para la cual exista evidencia científica positiva en los resultados del uso del cannabis y sus derivados en su tratamiento.

El Ministerio de Salud, como autoridad de aplicación, garantiza el acceso a toda persona que no tenga cobertura de salud ni obra social, de forma gratuita. También “creará las condiciones necesarias para garantizar el aprovisionamiento de los insumos necesarios y facilitar la investigación médica y/o científica de la planta de cannabis y sus derivados”. Por lo tanto, el INTA y el CONICET obtienen la autorización para cultivar y llevar adelante sus investigaciones de manera más sencilla, una de las claves de este decreto, teniendo en cuenta el aporte científico y económico que el mercado del cannabis medicinal puede lograr.

Por último, el Instituto Nacional de Semillas (Inase) “regulará las condiciones de producción, difusión, manejo y acondicionamiento de los órganos de propagación de esta especie que permitan la trazabilidad de los productos vegetales”.

El uso medicinal del cannabis es una temática que se debate desde hace tiempo y con un gran impacto social en Mar del Plata. La Universidad Nacional y el CONICET, realizan investigaciones y charlas para concientizar sobre su uso y consumo a través del acceso a información concreta para no caer en la compra en el mercado negro o en el miedo a consumir por el marco legal. 

Ezequiel Arrieta, en “Un libro sobre drogas” de El gato y la caja, describe de la siguiente manera los idas y vuelta de las decisiones políticas sobre esta sustancia: “..resulta vital identificar cómo la legislación actual del cannabis es un mero vestigio de una historia plagada de intereses imperialistas, racismo y xenofobia; en lugar de estar centrada en la salud de la población y ser construida a partir de un análisis de la evidencia científica, se cimienta en valores morales e intereses socioeconómicos heredados del siglo XVIII”.

¿Qué es el aceite de cannabis?

El Aceite de CBD es un complemento alimenticio basado en el cannabidiol (CBD), una de las principales sustancias de los “Cannabioide” que no tiene efectos psicoactivos y posee propiedades medicinales.

Los cannabinoides no se consideran medicamentos para consumir de manera aislada, pero sí hay evidencia científica de que son útiles para el tratamiento de algunas patologías, como por ejemplo:

  • Esclerosis múltiple.
  • Aliviar dolores crónicos, lo cual permite reducir el uso de fármacos analgésicos.
  • Tiene muy buenos resultados para el tratamiento de náuseas y los vómitos derivados de la quimioterapia.
  • Aumenta el apetito, causa ganancia de peso, mejora el estado de ánimo y la calidad de vida en pacientes con VIH.
  • Mejoramiento del sueño.
  • Epilepsia refractaria.
  • Mejora de los síntomas en pacientes con Alzheimer y Parkinson.

Estas patologías y algunas otras, han obtenido resultados positivos en su aplicación, pero no significa que sean la solución ni mucho menos. Por eso mismo, es importante que se permita la investigación con los recursos necesarios para llevar adelante estudios que permitan mejorar estos mismos efectos y descubrir muchos otros. La planta de marihuana tiene una combinación de más de cuatrocientos químicos, lo que significa que la combinación entre ellos puede no ser la misma en todas las personas, por lo que es muy importante consultar a un médico especialista antes de su consumo

El Centro de Estudios de la Cultura Cannábica (Cecca) junto a la Licenciatura de Ciencias Sociales de la Universidad de Quilmes y la Revista THC están realizando la primera Encuesta nacional de personas que usan cannabis en Argentina, podés ingresar y completarla acá

El cannabis desde la comunidad

En Mar del Plata existe la Agrupación Marplatense de Cannabicultores, una ONG orientada a la información sobre los distintos usos del cannabis, que propone un método que consideran que se encuentra amparado por el Artículo 19 de la Constitución, para “poder autocultivar y autoproducir lo que va a ser uso para su autoconsumo”. Allí se acerca muchísima gente para acceder a información segura del uso del cannabis medicinal (principalmente), formas de cultivar o acceder a una planta o consultas legales, ya que se trata de una situación confusa. Desde la agrupación realizan actividades y asesoramientos para dar una visión de acompañamiento, y no que juzgue a los consumidores. 

Gabriel Díaz, integrante de AMC, cuenta que es muy difícil tener un número de la cantidad de personas o familias que consumen aceite de cannabis por el marco legal que daba la posibilidad de tener que cumplir entre 4 y 8 años de prisión, lo cual complica cualquier estadística como también la manera de establecer políticas públicas al respecto para avanzar, pero de todas formas, aumentó en gran cantidad las consultas en lugares especializados sobre el cultivo, lo que es muy importante para que estos consumidores dejen de participar del mercado informal.

Las expectativas son muy altas de cara al futuro ya que la nueva reglamentación contiene todo lo que han estado sosteniendo por tanto tiempo desde la agrupación, como el acceso y las modificaciones legales del cannabis, y el reclamo de los profesionales en cuanto al control de extractos y la posibilidad de profundizar en investigaciones.

En primera instancia, opina Gabriel, se debe ver bien en detalle cuáles son las características del programa (REPROCANN) y cómo se continúa con la contradicción entre la nueva ley y la actual ley de drogas que penaliza tanto la tenencia de semillas como de flores o aceites para su consumo, cree que lo más importante es reeducar a las fuerzas policiales y judiciales. Por su parte, seguirán avanzando en una regularización integral del cannabis, que despenalice todas las conductas que están asociadas al consumo personal de cualquier droga, y agrega: “Mientras eso no suceda, se va a seguir avanzando sobre los derechos de las personas usuarias y criminalizando la actividad privada”.

Mientras tanto, por las cuestiones que la pandemia por Covid-19 obliga a modificar, la agrupación se encuentra realizando asesoramiento, talleres, charlas, reuniones, acompañamientos y demás, vía redes sociales. También se encuentran trabajando en encontrar la forma más cómoda para la mayoría de las personas que se acercan a ellos, ya que por lo general son adultos mayores, y la comunicación digital perjudica ese trato. 

Legal, seguro y gratuito

A partir de la nueva regularización, el Juez de Garantía Juan Tapia, considera que se avanzó de manera muy amplia con respecto a la ley anterior pero que se debe seguir trabajando en el ámbito administrativo de los ministerios para ver el modo en el que se plasma en la realidad, especialmente para facilitar el tratamiento terapéutico de los mecanismos que eviten la clandestinidad  y la ilegalidad y en ese marco resalta: “Se trata de una cuestión de derecho a la salud y no debe ser tratada en el marco de las leyes penales que se asocian al narcotráfico”.

Para eso, Tapia cree que se debe avanzar en la línea que hace ya más de una década (2009) propuso la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el Fallo Arriola, que fue quitar del ámbito del castigo penal el consumo personal de sustancias llamadas estupefacientes. En aquel momento, recuerda Juan, la CSJN consideró inconstitucional el castigo porque pertenece a la esfera individual de cada persona, la cuál debe ser tratada vía salud y no vía sistema penal. “Ese paso a dar aún está pendiente”.

En Argentina la ampliación de derechos es un debate permanente y en los últimos años llevó la bandera la Interrupción Legal del Embarazado (Alberto Fernández anunció el envío del proyecto de ley para legalizar el aborto el pasado martes 17) y en relación con el consumo de cannabis y otras sustancias, Juan Tapia considera que todo lo que implique ampliación de derechos y que evite la violencia estatal debería ser necesario.    

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