La Dirección General de Cooperación Internacional, Colectividades y Culto de la Municipalidad trabaja en un relevamiento de los cultos que hay en la ciudad. “La diversidad cultural y religiosa de la ciudad, forma parte de sus riquezas”, afirmó la directora del área, Florencia Ranellucci.

Por Manuel Straccia

Mar del Plata es una ciudad que muchos reconocen por sus atractivos turísticos o su deliciosa gastronomía. Sin embargo, en el último tiempo comenzó a tomar fuerza el concepto de patrimonio cultural intangible. Nuestra ciudad, como no podía ser de otra manera, no se queda atrás en este aspecto tampoco.

Desde la asunción de Guillermo Montenegro, se creó la Dirección General de Cooperación Internacional, Colectividades y Culto de la Municipalidad de General Pueyrredon. Hasta ese momento, sólo existía el área de Cooperación Internacional, pero compartía espacio con las ONGs. El intendente dispuso ciertos cambios y la destinó como Dirección General en la Secretaría de Gobierno, y le añadió Culto y Colectividades, que tampoco existían anteriormente.

Estos tres espacios se cruzan “en muchos aspectos” según explicó en una charla con Bacap, Florencia Ranellucci, directora del área. Colectividades está “en el medio” y conecta con los otros espacios, facilita los diálogos con cancillerías, embajadas e incluso traen proyectos propios que son acompañados desde la Dirección.

“Las colectividades en Mar del Plata tienen un plus, porque la mayoría son organizaciones de sociedad civil, no sólo grupos que se juntaron una vez, sino que se formalizaron. Representan más de 20 países, son alrededor de 80, activas unas 50. Eso nos posiciona como una ciudad distinta a otras para charlar con cancillerías o las áreas de cooperación con la provincia”, expresó Ranellucci.

Comunidades de fe

La Dirección local comenzó a dialogar con la Secretaría Nacional de Culto, el único organismo que tiene autoridad para regularizar las comunidades de fe, y se logró firmar un acuerdo para iniciar los trámites del registro nacional de Culto. 

Aunque la pandemia “desdibujó” lo proyectado inicialmente, se continúa trabajando en un relevamiento de todas las comunidades de fe que hay en la ciudad. Corroborando correos electrónicos, teléfonos, direcciones, se inició este largo proceso.

“La secretaría tiene un convenio de colaboración para generar una mesa de entrada y seguimiento de expedientes, para que las personas no tengan que ir hasta Cancillería en Capital Federal. Es un número que te da la secretaría nacional que te permite ejercer el culto. Empezamos a dialogar, a hacernos algunas preguntas que empezaron a surgir, empezamos a hacer un relevamiento de todas las comunidades de fe que conviven en la ciudad”, detalló la funcionaria.

En este marco, Ranellucci mencionó los cultos que hay en la ciudad: “Tenemos la iglesia católica, los protestantes (cristianos evangelicos que ahí tenes un desgloce de varias ramas), los judíos, los musulmanes, los africanistas, los hare krishna, mormones y testigos de jehová”.

“Hay un registro nacional, es público, nosotros lo bajamos y el año que viene queremos hacer un pequeño censo, un relevamiento, porque muchas sedes y datos no coinciden. Sobre todo para empezar a trabajar en las comunidades con los beneficios que tienen, de impuestos municipales. Al no haber una área de Culto nunca hubo una comunicación, si no hay una iniciativa de la entidad no se enteraban. Queremos acompañarlos, que vengan y se saquen las dudas, tenemos un equipo muy bueno”, sintetizó.

En la parte de “Culto”, está “todo por hacer” desde la Dirección y en esa línea continúan trabajando. “Hicimos una revisión de ordenanzas, para facilitar los temas de capellanía (asistencia a las personas que hacen un servicio humanitario en instituciones como el hospital o la cárcel). Esto surge del diálogo con las comunidades, nos interesan acciones que ellos necesitan que el Estado acompañe”, agregó la funcionaria.

Una riqueza

“Nos interesa profundizar lo del patrimonio inmaterial en forma más directa para hacer acciones culturales. Es una riqueza, un valor que tenemos como ciudad que hay que fomentarlo, acompañar, escuchar”, sintetizó Ranellucci sobre el patrimonio intangible de la ciudad.

En este sentido, indicó que hubo “una primera charla sobre patrimonio cultural intangible, enfocado sobre todo a las colectividades porque hay muchas cosas que hoy hacemos, reconocemos como un punto de encuentro, pero que en realidad es un patrimonio como ciudad que no es un edificio, un monumento, pero es algo que cuando nos vienen a visitar lo sienten”.