¿Por qué es necesaria una nueva normativa? Las claves del proyecto que obtuvo media sanción en Diputados y que está a la espera del tratamiento en el Senado.
Por Aldana Arén
Con media sanción en Diputados, el proyecto de Ley de respuesta integral a la infección por el VIH, Hepatitis Virales, Tuberculosis e Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) busca reemplazar la Ley de Sida (sancionada en 1990) y lograr un abordaje desde los derechos humanos. Franco Bova, médico y coordinador del área de salud integral de la Asociación Ciclo Positivo, lo resume a la perfección: lo que mata ya no es la enfermedad, sino la discriminación, la pobreza, la falta de información.
Es por ello que la normativa de los 90, la década en la que llegó a haber más de 2000 muertes anuales por sida en nuestro país, quedó desactualizada. En su momento la Ley fue acertada y el foco estuvo determinado por el contexto social: la supervivencia. Hoy en día, sostienen las organizaciones impulsoras de este proyecto, lo primordial es combatir la discriminación y la inequidad en cuanto al acceso al sistema de salud.
“Lo que terminó pasando cuando vinieron los tratamientos es que las personas empezaron a vivir con VIH y eso hacía que tengan que preocuparse no solamente por sobrevivir sino también por acceder al empleo, permanecer en la familia, en instituciones, formar pareja, tener un proyecto a futuro, tener hijes. Las personas con VIH o poblaciones afectadas por esta infección tenemos un montón de problemas que no están abordados en ninguna ley” explicó Bova.
Esta nueva normativa además le pone por primera vez un marco a otras enfermedades como las hepatitis virales, la tuberculosis y las infecciones de transmisión sexual, a las cuales las personas que viven con VIH son más vulnerables.
Derechos laborales
Dentro de este marco de derechos humanos y perspectiva de género, el proyecto tiene ejes específicos que apuntan a garantizar derechos laborales y provisionales. Prohíbe la realización del test preocupacional de VIH (una práctica todavía muy frecuente) para evitar la discriminación en el acceso al empleo. Además, en el caso que se demuestre que una persona fue despedida por tener el virus (otra situación habitual) contempla una indemnización especial para desalentar a los empleadores de despedir a las personas que reciben este diagnóstico.
El texto también incluye a quienes no tienen acceso a un empleo formal a causa del virus y que se encuentran en situación de pobreza: “Como la medicación no se puede bajar con el estómago vacío, se pensó en pensiones no contributivas para aquellar personas que no tienen aportes y están en una situación de extrema vulnerabilidad” explicó el activista de Ciclo Positivo.
Durante el debate y la votación, que tuvo 8 detractores, fue el artículo 11 el que generó más resistencia. Este apartado contempla una jubilación anticipada para las personas que sufren las consecuencias de la medicación crónica. “Hemos sobrevivido gracias a los tratamientos pero nuestro cuerpo, el de todas las personas que toman medicación crónica de este tipo, tienen un envejecimiento prematuro. Por fuera a la persona se la ve bien, pero su cuerpo envejece antes, en todas sus funciones y particularmente en las defensas.”.
Los verticales
Otra novedad del proyecto es que por primera vez se menciona en un texto de ley a las personas que nacieron con VIH, conocidas como “verticales”. De cada 100 embarazos, nacen 4 niños con VIH. “Son 4 personas que van a tomar medicación crónica toda su vida, con los efectos adversos ya mencionados, y van a llegar a los 30 años quienes sobrevivan, porque lamentablemente la mayoría se muere en la adolescencia” contó Bova, cuya especialización médica es la pediatría.
Además, explicó que la transmisión del VIH de una embarazada a su hijo ocurre en la lactancia. Es decir que para evitar que el niño adquiera el virus, debe tomar leche de fórmula. “Estamos hablando de familias en situación de pobreza y una lata de fórmula está arriba de 2 mil pesos” remarcó Bova. “Es por ello que la ley habilita a la cobertura universal durante 18 meses de leche de fórmula para las madres con VIH. Es una ley que se acuerda de los pibes que han nacido con VIH, porque también fue escrita por ellos”.
La elaboración colectiva
El proyecto, que fue presentado por la diputada del Frente de Todos, Carolina Gaillard, se gestó y trabajó durante 8 años. Durante la gestión macrista se realizaron múltiples movilizaciones para reclamar y visibilizar el faltante de medicamentos antirretrovirales. Allí nació el Frente Nacional por la Salud de las Personas con VIH, una coalición federal de organizaciones que empezaron a trabajar el tema. Comenzaron a elaborar un texto que fue presentado 3 veces y luego perdió estado parlamentario.
“Fue un proyecto que no sólo se trabajó con la sociedad civil. Fue fortalecido a través de los años, se fue incluyendo a representantes de todos los sectores (trabajadoras sexuales, “los verticales”, vecinos de barrios populares, etc.) más allá de los especialistas consultados” aseguró el coordinador del área de salud integral de Ciclo Positivo, una de las principales organizaciones fundadoras e impulsoras del proyecto.
Por otro lado, Bova recalcó que es la primera vez en la historia que una ley de salud no sale por unanimidad. “Esto nos tiene que alertar de hacia dónde nos estamos moviendo. Hubo 8 personas que se animaron a pagar el costo político de votar en contra de una ley de salud”.
Los 8 diputados a los que hace mención son José Luis Espert y Carolina Píparo (Avanza Libertad); Javier Milei y Victoria Villarruel (La Libertad Avanza) y Ricardo López Murphy, Pablo Torello, Francisco Sánchez y Paula Omodeo (Juntos por el Cambio).
Indetectable = Intransmisible
La Asociación Ciclo Positivo, al igual que muchas organizaciones de salud que se dedican al tema, lleva adelante la campaña I=I (Indetectable=Intransmisible), que busca difundir un dato que le cambió la vida a millones de personas en todo el mundo: cuando una persona con VIH realiza su tratamiento y mantiene la carga viral indetectable por 6 meses, no transmite el virus por vía sexual.
En 2018 el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA) publicó un estudio en el que se analizaron más de 70 mil relaciones sexuales sin preservativo y en ninguna se transmitió el virus de la pareja positiva a la pareja negativa. Esto aportó información científica para poder hacer un gran trabajo comunitario de concientización.
Bova explicó que esto “es tan económico como tener un minuto, tomar un mate y explicar que una persona tiene un diagnóstico que no se va a curar, pero con el tratamiento el virus se mantiene encerrado en ciertas partes del cuerpo, no sale, no llega a los fluidos sexuales” y que esto “le cambia la vida a la persona que vive con VIH. porque el miedo a transmitir el virus es algo con lo que también se vive. Desde que uno recibe el diagnóstico tiene miedo de hacerle sentir a otro eso que uno esta sufriendo tanto. Con esta información la persona no se estigmatiza más a sí misma”.
Lo que mata es la discriminación
En medio de tantos avances, hay un dato inesquivable: hace 10 años que la mortalidad por sida no baja en Argentina. Además, 1 de cada 5 personas vive con VIH y no lo sabe. El nivel de diagnóstico es bajo, a pesar de la rapidez y eficacia de los testeos. A esto se refiere Franco Bova cuando asegura que “la gente no se muere más de sida, se muere por discriminación o pobreza”. Lo que mata es el prejuicio, el miedo a causa de la falta de información.
“No podemos seguir clasificando a la gente en sana o enferma. Tenemos que problematizar estos conceptos. No podemos seguir pensando que porque una persona le transmite un virus a otra es un victimario, no podemos presuponer que hubo malas intenciones. Hablamos de transmisión y no de contagio, porque acá el contacto es íntimo, no tiene nada que ver con las enfermedades contagiosas por aire como el coronavirus o una gripe”.
Todavía no hay fecha para la votación de la Ley en el Senado: “podría ser la semana que viene o dentro de un año”. A propósito de esto, Bova invitó a que se difunda y comparta la noticia, ya que la celeridad para tratarlo dependerá de la presión y el impacto que este tema tenga socialmente. Mientras tanto, las organizaciones continúan realizando trabajo comunitario de concientización y divulgación del proyecto. Por último, Bova resaltó que “la nueva ley piensa las desigualdades. Es una ley que pone sin escrúpulos sobre la mesa que los pobres no acceden a la salud y se mueren por eso”.