Tras el histórico triunfo ante un top ten, el tenista marplatense Francisco Comesaña logró una trabajada victoria frente al australiano Adam Walton para alcanzar la tercera ronda del certamen inglés. ¿Cómo fueron sus inicios en el tenis en la ciudad?
Por Santiago Giorgini
El Edison Lawn Tennis, el Club Teléfonos -con la academia Bettina Fulco- y el Club Náutico son tres de las instituciones tenísticas más importantes de la ciudad de Mar del Plata. El primero, con la figura estelar de Horacito Zeballos, quien hace algunos meses se consagró como uno de los mejores doblistas en el Ranking ATP, con el puesto número 1. Otro que estuvo (y está) luchando por ser el uno es Guillermo Vilas, quien salió del club ubicado en el sector costero de nuestra ciudad.
Mancomunado entre las tres academias anteriormente mencionadas, Francisco Comesaña comenzó a tomar sus primeros contactos con el tenis. Hoy, el chico marplatense disfruta de su buen momento en su debut en grand slams, nada más y nada menos que en Wimbledon, con una gran victoria ante el Top 10 Andrei Rublev y otra ante el australiano Adam Walton. Con una vida llena de sacrificios, el marplatense que hace algunos años jugaba Challenger, hoy se le planta a los grandes y de a poquito comienza a meterse en el Top 100.
Su actualidad en Wimbledon y la influencia desde chico
En el duelo contra Rublev, el argentino gozó de una buena forma física y se aprovechó del flojo estado anímico del ruso, al que venció 3 sets a 1. En el partido ante el australiano, las cosas fueron más cuesta arriba, pero lo pudo ganar en el súper tie-break del quinto set. La inyección anímica de estos triunfos, tiene una jeringa del tamaño de una casa.
Uno de sus entrenadores en el Náutico, Nicolás Bustamante, contó lo que significa para él haber entrenado al joven marplatense. “Siempre fue un jugador de alto rendimiento, por lo menos desde que lo conocí. Él venía de ser número 2 del país en sub 12 y ser parte del equipo argentino que participo del Sudamericano en el año 2012, y eso ya genera un nivel de compromiso y responsabilidad en su entrenamiento”, recordó en diálogo con Bacap, y agregó que “en el 2017, con 16 años, se fue a vivir a Buenos Aires para entrenar allí y estuvo unos años viviendo solo en el Cenard, el sacrificio fue inmenso, pero él siempre tuvo en claro cuál era el objetivo”.
– ¿Se notaba de chico ya que Fran tenía algo especial que lo podía ayudar a ser deportista profesional en el futuro?
-Más allá de las condiciones tenísticas que siempre las tuvo, era un chico que en el día a día no te iba a generar problemas. Siempre estaba dispuesto a entrenar y a dar el 100 %, y eso siempre marca una diferencia. El trabajo a la larga paga, y Fran nunca dejó de dar el máximo de él en cada entrenamiento. Era un mini profesional, muy bien guiado y comandado por sus padres, Adela y Agustín. En la vida del tenista hay varias situaciones que marcan la carrera en distintos momentos. Fran debe haber madurado muchísimo en su estadía en el Cenard. Luego tuvo un momento que dejó Buenos Aires para irse a entrenar a Córdoba, donde en poco tiempo, pudo dejar de lado los torneos ITF (menor escala del circuito profesional) para comenzar a insertarse en los torneos Challenger, y luego obtener el click final. Lo logró nuevamente en Buenos Aires entrenando en la Academia de Sebastián Gutiérrez. Me parece que todos colaboraron en algo, pero el gran mérito fue y será siempre de él.
EL partido
Respecto al partido ante Rublev, Bustamante explicó: “Arranqué a verlo como un partido más, como muchos del circuito Challenger que suelo ver de Fran, pero la verdad es que terminé transpirando de los nervios. Verlo jugar a ese nivel, contra un top ten y en Wimbledon, fue algo muy emocionante, y a medida que notaba que tenía muchas chances de ganar el partido, los nervios aumentaban cada vez más. Esperemos que continúe clasificando para seguir disfrutando de estas cosas”.
En el Edison Lawn Tennis, club que lo formó en edad de infantiles, Rodrigo Fernández Mallo, quien tiene casi la misma edad que Comesaña y que hoy en día es jugador y entrenador de aquella entidad, solía observarlo en los entrenamientos y torneos. Incluso han “peloteado” antes de que se fuera al Náutico. “Es un chico que se le notaban condiciones cuando estaba en el club. Entrena desde los 3 o 4 años y siempre fue muy fuerte mentalmente, algo que en el tenis es importantísimo. Además pudo ganar el partido de segunda ronda, que capaz suele ser más difícil, porque hay que demostrar que lo que pasó contra Rublev no fue casualidad. Si bien yo lo veía en el club y nunca jugué contra él, era una pulga y se le plantaba a cualquiera”, comentó.
Lo que se viene
Con estas dos victorias, el argentino pasará del ranking 122° al 99° del PIF Live ATP Rankings, lo que ya le asegura encontrarse entre los 100 mejores tenistas del circuito al finalizar este grand slam. Vale recordar que en mayo de este mismo año, logró alcanzar su posición más alta, en el puesto 87°.
El techo es el cielo, para Francisco Comesaña. A quien solo en Argentina se le puede pronunciar el apellido correctamente, ante la ausencia de la Ñ en Europa. contra Musetti
El sábado 6 a las 7am argentina, Comesaña se pondrá a prueba nuevamente contra el italiano Lorenzo Musetti. La pulga, vestida de blanco en Wimbledon, comienza a plantarse ante los gigantes.