En abril de este año, durante una visita a Mar del Plata, Mauricio Macri se paró frente a dirigentes locales y nacionales del PRO y lanzó: “Los dirigentes que tenían precio ya fueron comprados. Los que quedamos, tenemos valores”.
La frase fue contundente, punzante y directa. En ese mismo acto estaba sentado a su lado Guillermo Montenegro, intendente de General Pueyrredon, que semanas después se convirtió en uno de los impulsores de la alianza entre el PRO y La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires. Parece haber anticipado —o denunciado— la fractura definitiva del espacio que alguna vez gobernó el país.
El acuerdo, oficializado el pasado 9 de julio bajo el nombre “Alianza La Libertad Avanza”, marca no solo una estrategia electoral para enfrentar al kirchnerismo en las próximas elecciones legislativas, sino también un reordenamiento interno del PRO que deja expuesto un conflicto central: ¿quién tiene el control político del partido y sus figuras?
La frase no cayó en el vacío. De hecho, Guillermo Montenegro, actual intendente de General Pueyrredon y uno de los presentes aquel día, fue también uno de los protagonistas del acto que oficializó la alianza entre el PRO y La Libertad Avanza el pasado 9 de julio. Hoy, se muestra alineado con el Gobierno de Javier Milei y su hermana Karina, dejando atrás la construcción original del PRO como fuerza autónoma.
¿Quiénes tienen valor?
Montenegro, acompañado por Cristian Ritondo, Diego Santilli y otros referentes del espacio, no solo asistió al acto en el Hotel Libertador encabezado por Karina Milei, sino que aparece en las fotos, los comunicados y los discursos como uno de los protagonistas de esta nueva etapa. En Mar del Plata, la decisión tiene consecuencias inmediatas: la ciudad cambia de eje político y se alinea, formalmente, con el modelo de Javier Milei.
No es lo mismo tener precio que tener valor. En política, el “precio” remite a la transacción, al acuerdo de conveniencia, al cargo asegurado. El “valor”, en cambio, alude a la coherencia, al ideario, a la lealtad de fondo con un proyecto. La frase de Macri pone en duda si lo que impulsó esta fusión fue una convicción compartida o simplemente una forma de subsistencia electoral. Y esa distinción no es menor: define cómo los votantes interpretan los movimientos de sus representantes.
Si el PRO desaparece como actor político autónomo en la provincia de Buenos Aires, el mapa opositor queda desequilibrado. Por un lado, La Libertad Avanza refuerza su hegemonía y gana estructura territorial. Por el otro, el peronismo vuelve a aparecer como única oposición consolidada, al menos con identidad propia. Y en esa reconfiguración, la UCR —aunque fragmentada— empieza a recuperar peso político como tercera fuerza con historia, organización y dirigentes que no se alinearon ni con Milei ni con Macri.
Desde el PRO, algunos aún resisten. Otros, simplemente, se alinearon. Y allí la frase de Macri cobra más sentido. ¿Quién tiene precio y quién tiene valores?
El cierre de listas y el verdadero precio
El próximo 19 de julio, cuando se oficialicen las listas para las elecciones, se verá reflejado el peso político de cada espacio dentro de la nueva alianza. Desde el PRO aseguran que reclamarán el 20% de los lugares en juego, aunque todavía hay intendentes y referentes que no definieron si acompañarán a La Libertad Avanza.