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septiembre 19, 2024
Música

SAUNTRACK | Derechos torcidos

Hola, ¿Cómo estás? El día de la última revisión de este news afirma que es el cumpleaños de Marilina Bertoldi, a quien homenajeé en el Sauntrack #20 y cuya música salvó mi vida no una, sino dos veces. Por si hicieran falta emociones, Charly García estrenó su álbum despedida y nos hizo cantar y llorar e incluso maldecir el paso del tiempo, que insiste en apagarlo aún cuando, sabemos, es imposible extinguir tanto fuego.

Por Martina Migliorisi

Llegó septiembre y, con él, no solo volvimos a ver el sol que tanto extrañábamos, sino que además renovamos nuestra agenda de novedades. Tomá nota: Supla confirmó su visita al país para el 28 de este mes; Linkin Park anunció su regreso, presentó a su nueva vocalista y estrenó su primer single; BB asul confirmó su segundo Niceto del año para el 18 de diciembre; Bicicletas3000 estrenó “Está saliendo el sol” y Caro Donati hizo lo propio con “Paraíso”; Fito Páez sufrió un accidente doméstico y se fracturó cinco costillas, por lo que se vio obligado a reprogramar shows internacionales.

Gordos, se viene: Sade Adu confirmó que estrenará un nuevo sencillo tras seis años de ausencia: se titula “Young Lion”, está inspirado en su hijo y verá la luz el 22 de noviembre; Franz Ferdinand anunció que el 10 de enero lanzará su quinto álbum de estudio y presentó “Audacious”, a modo de adelanto; FKA twigs vuelve a la música tras protagonizar “The Crow” con “Eusexua”, un LP a estrenar el 24 de enero.

El día de la publicación de este news coincide con algunos grandes hitos de la música. Un 14 de septiembre, pero de 1955, Little Richard grababa “Tutti Frutti”; en 1975, Supertramp estrenaba “Crisis? What Crisis?”, su cuarto álbum de estudio; en 1983, en Inglaterra, nacía Amy Winehouse; en 1999, Iggy Pop lanzaba “Avenue B”, su duodécimo LP; en 2004, el mundo conocía a Arcade Fire con la presentación de “Funeral”, su álbum debut.

Bienvenidos/as a una nueva edición de Sauntrack. Esta entrega viene musicalizada.

La guerra sin fin

 En 2007, Andreas Johnsen, Ralf Christensen, y Henrik Moltke irrumpieron en el universo cinematográfico con una obra documental de bajo presupuesto que volvió a encender un debate infinito. “Good Copy Bad Copy” profundizó, a partir de numerosas entrevistas, en las incongruencias del mundo musical cuando de los derechos de autor se trata. Entre sus testimonios, uno se apoderó de mi atención: Oliver, responsable de mercadotecnia en VP Records —o como él lo presenta “el sello de reggae más grande del mundo”— reflexionaba sobre la piratería: “Se causa un daño significativo al valor de la música (…) Todo el mundo piensa: ‘¿por qué voy a pagar?’. No se puede competir con lo gratuito”. 

Un año más tarde, Brett Gaylor estrenó un documental que parecía responder directamente a estas críticas. Inspirado en las agresiones contra su artista favorito, Girl Talk, el cineasta escribió y dirigió “RIP! A remix manifiesto”, una trompada en la cara de la industria que defiende el sampleo, los remixes y la experimentación musical bajo una máxima bélica: “Esta película es sobre una guerra. Una guerra contra las ideas. El campo de batalla es la internet. Y me lo tomo personal, porque nací al mismo tiempo que ella”.

Para la industria, la creación de programas como Napster (1999) o Ares (2002) significó una puesta en jaque. Y es que la democratización de la música era posible sin importar en qué rincón del planeta te encontraras ni a qué clase social pertenecías.

En 2006, Spotify salió a la cancha. Si bien no conquistó la popularidad hasta varios años más tarde, la plataforma ha conseguido convertirse en una de las predilectas de los oyentes y es prácticamente quien reina cuando de consumo de música se trata, algo que parece haber inclinado la balanza, una vez más, para el lado de quienes ven el arte como un negocio. No está de más aclarar que, en su versión para artistas, Spotify otorga regalías de entre 0,003 y 0,005 dólares por reproducción. Es decir, unos 3-5 dólares por cada mil reproducciones, o en criollo: tres empanadas.

La propia industria se ha vuelto más seria ante la mirada pública. Hoy castiga la piratería en sus discursos con una pose de indignación tan exagerada como innecesaria, pero hace unos pocos años distribuía piezas audiovisuales accidentalmente tragicómicas, que parecían reírse de aquello que denunciaban. Sobre ello, la serie británica The IT Crowd realizó una sátira que desafía el paso del tiempo.

Cíclicos

 En febrero de este año, Wired publicó un ensayo que da cuenta de un revival silencioso en la piratería: solo en 2023 se contabilizaron más de 17 mil millones de visitas a sitios web de piratería musical en todo el mundo, un 13% más que en 2022. 

Andy Chatterley, CEO de Muso —autoridad global en piratería digital—, esbozó entonces su hipótesis: El resurgimiento reciente de la piratería puede explicarse, en algunos casos, por la imposibilidad del público a pagar los servicios de streaming.

En Argentina, donde actualmente un sueldo mínimo no llega a los 270 mil pesos y casi ocho millones de ciudadanos son inquilinos, está claro que los problemas son otros. Y es que si bien cada artista merece una difusión legal de sus respectivas obras, el acceso a la cultura no puede estar limitado por la cantidad de monedas que broten de tus bolsillos.

Dicho de otro modo, si la cultura es un derecho, ¿hasta donde puede mercantilizarse? ¿Cómo sale de su propia trampa una industria que debe reconocer el trabajo de unos sin estorbar ni entorpecer el consumo de otros?

Para Elena Monge Atienza, gestora de proyectos y periodista de Sympathy for the Lawyer, existen otras urgencias también en el universo sonoro: «Las nuevas amenazas de la industria musical podría (sic) ser la irrupción de la IA en la música o el problema de la remuneración en el streaming, pero la piratería hace tiempo que no encabeza la lista de preocupaciones».

Para muchos, hablar de piratería es vintage; será cuestión de tiempo, entonces, para que vuelva a ponerse de moda. 

Para irnos, quiero recomendarte tres gemas del mundo musical, sin nexo alguno y con ningún otro motivo más que el de compartir lo que se ama:

  • Este breve hilo de Lichi, donde explica el trasfondo de su canción “Carameloraro”
  • Este mapa musical de Reino Unido, creado por James Chapman y titulado “Musically gifted” (“Musicalmente dotados”), que sitúa a artistas de renombre según el lugar donde nacieron/crecieron (solistas) o donde se conocieron/formaron (bandas)
  • “Bigote”, el nuevo single y videoclip de Mora y Los Metegoles

En Bacap escribimos lo que escuchamos. Qué mejor que compartirlo con el mundo.

Chau, loco. Este news se va en fade.

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