El tradicional club de la ciudad tiene preparado un gran festejo en el marco de su centenario. Acá te contamos todos los detalles.
Por Santiago Inchaurrondo
El club milrayitas Peñarol se prepara para celebrar este domingo 6 lo que va a ser una fiesta especial por su centenario. La institución invita a sus hinchas y vecinos a disfrutar desde el domingo 6 de noviembre a partir de las 18 horas al evento que se realizará en la sede de Garay y Santiago del Estero.
Bacap pudo recopilar algunos testimonios de la actual comisión directiva y de allegados ligados a la institución años atrás. Alejandro Amoedo, presidente; Nicolás Lauría, vicepresidente de Peñarol, contaron en qué consiste el festejo por los 100 años, su amor por el club y sus llegadas a la institución.
Nicolás Lauría: “Se viene preparando desde hace meses un festejo acorde a los 100 años de nuestra historia, se conformó una subcomisión también con hinchas del club que se encargaron de juntar fondos y todo lo que tiene que ver con la logística”.
El festejo será el domingo 6 de 18 a medianoche donde se cortarán ambas calles Garay y Santiago del Estero, contaremos con escenario y pantalla gigante, sector livings, bandas musicales, homenajes y habrá gastronomía propia del club. También hay que contar que el día sábado desde las 12 en la plaza de Roca y Buenos Aires se plantarán árboles en memoria de muchos “peñarolenses”. Y se hará un picnic familiar.
– ¿Qué significa para vos Peñarol? ¿Qué proyectos tienen?
– Alejandro Amoedo: Peñarol es un sentimiento muy grande, un club de barrio esencialmente con sueños enormes. Un club con un prestigio deportivo enorme debido a la gran perfomance que hemos cosechado con el básquet. Bicampeones de América, 14 títulos en tan poco tiempo nos ha hecho un equipo de los más grandes de la Argentina.
Es un club muy cálido, muy afectuoso, con un gran seguimiento popular. Eso es Peñarol. Estamos en un momento de crecimiento, camino que nos marcó Domingo Robles, que nos enseñó a soñar y creer que se puede.
Crecer desde lo institucional e Incrementar la infraestructura son algunos de los objetivos básicamente. El club debe dar un paso adelante en cuanto a infraestructura para satisfacer al socio y al hincha.
– Nicolás Lauría: Para mi Peñarol es mi segunda casa, llegué a los 7 años para formarme como jugador, pero más aún como persona. Al club le debo gran parte de lo que soy hoy claramente. Siempre digo que de alguna manera el club me salvó de los hábitos.
En mi cabeza imagino un club próspero desde lo social, un club que crezca cada vez más en cuanto a infraestructura y socios. Que podamos brindar no sólo la actividad deportiva sino también beneficios extras para que aumenten la cantidad de personas que se acerquen a nuestra institución.
– ¿Cómo surgió lo de tu llegada a la dirigencia milrayita?
– Alejandro Amoedo: Yo empecé en Peñarol primero como hincha allá por el año 80. Mi papá me llevó al Superdomo. Y desde ahí nació el amor. Y desde el año 2006/2007 empecé a acercarme a la dirigencia. Domingo Robles y su equipo me dieron la bienvenida. Muy generosos todos. Y desde ahí empezamos a trabajar una época dorada de Peñarol. Ya han pasado 14 años estando en varias funciones. Fui prosecretario de mi gran amigo Alfredo Miño.
– Nicolás Lauría: En mi caso pasé de ser jugador a concejal y creo que esta situación personal de experiencia en la política me hizo dar cuenta de las ganas de colaborar con el club desde ese lado. Y la llegada se da en un escenario de unidad después de haber tenido por 20 años a Domingo Robles como presidente. Entendiendo que la transición debe darse de esa manera para que trabajemos todos juntos por el club aún quizás pensando diferente.
– ¿Existe presión o es un honor suceder a un presidente como lo fue Domingo Robles?
– Alejandro Amoedo: Más que presión, es un honor para mí suceder a Domingo. Le tengo un gran cariño. Y es un orgullo haber participado y haber acompañado su gran presidencia. Domingo queda en la historia como uno de los presidentes más importantes de la institución. Cero presión y es un gran orgullo estar en el lugar donde estoy.