La dermatóloga marplatense Noemí Rearte habló con Bacap y brindó una serie de recomendaciones para cuidar la piel de la radiación ultravioleta proveniente del sol.
Por Agustìn Casas
Al llegar el verano, con sus temperaturas más elevadas y más horas de luz natural, las personas realizan más actividades al aire libre. En Mar del Plata, el escenario principal de las actividades de ocio y recreación es la playa. Y para ese tiempo de permanencia en playa, expuestos a los rayos del sol, se deben tomar medidas preventivas para cuidar la salud.
La dermatóloga Noemí Rearte cuenta a Bacap que es importante proteger la piel de los rayos del sol para evitar lesiones a corto y largo plazo. Entre las lesiones a corto plazo, se encuentran las quemaduras solares, la alergia al sol y la fotosensibilidad, es decir, la sensibilidad al sol. En tanto, entre las lesiones a largo plazo, se enumeran el cáncer de piel (como melanomas y epiteliomas), el fotoenvejecimiento, es decir, el envejecimiento de las células de la piel (arrugas, manchas, queratosis), y la pigmentación (manchas oscuras en la piel).
En este sentido, la médica indica que se desaconseja la exposición al sol entre la 10 de la mañana y las 4 de la tarde. Y resalta: “Cuanto más pequeña es la sombra del cuerpo, menos exposición debemos tener. Podemos sentirnos seguros cuando nuestra sombra es mayor a la altura de nuestro cuerpo”.
Rearte es médica especialista en Dermatología, docente de la Escuela Superior de Medicina de la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMDP) y profesional del Servicio de Dermatología del Hospital Privado de la Comunidad (HPC).
¿Cómo podemos proteger la piel de los rayos UV?
La dermatóloga brinda una serie de recomendaciones para cuidar nuestra piel de la radiación solar:
–Reducción del tiempo global de exposición al sol, especialmente en las horas del mediodía (evitar la exposición al sol de 10 a 16).
–Uso de sombrero que proteja también las orejas, ropa y anteojos como protección.
–Fotoprotectores. Deben aplicarse en la piel 30 minutos antes de exponerse al sol, incluso los días nublados.
–No utilizar protector solar en menores de 6 meses ni exponer al sol a menores de 1 año.
–Ponerse protector solar en partes calvas de la cabeza, orejas, cuello, nariz, empeines de los pies y de las manos.
–Usar protector labial.
–Reaplicar protector solar luego de 2 horas de exposición continua al sol, luego de nadar, luego de secarse con toallas después de practicar deportes o al salir del agua. También después de hacer ejercicios físicos y transpirar en exceso.
En paralelo, Rearte enumera los principales errores vinculados al no cuidado o a subestimar el cuidado de la piel: no generar hábitos de protección solar anual, no protegerse de los rayos solares en días nublados, no colocar correctamente el protector solar (y no colocarse protector en las partes calvas de la cabeza, orejas, cuello, nariz, empeines de los pies y de las manos) y el uso de cama solar.
Radiación ultravioleta y cuidados
Es importante diferenciar los rayos UVB y los rayos UVA. “Los rayos UVB dañan la capa superficial de la piel, causando daño directo sobre el ADN, generando quemaduras y aumentando el riesgo de cáncer de piel”, explica Rearte. Los rayos UVB se miden a partir del Factor de Protector Solar (FPS). En esta línea, remarca que “el FPS indica el tiempo que se puede permanecer al sol con la piel protegida en comparación con la piel sin protección hasta la aparición de un eritema” y recuerda que la protección nunca es del 100 %. Además, subraya que se deben usar productos con FPS de 30, 50 o más.
“Los rayos UVA atraviesan a capas profundas de la piel, causando daño indirecto sobre el ADN celular, aumentando el riesgo de cáncer de piel y fotoenvejecimiento. Producen menos enrojecimiento que los rayos UVB”, detalla la dermatóloga. Asimismo, señala que el nivel de protección de un protector solar frente a rayos UVA lo da el Índice de oscurecimiento pigmentario (PPD) y que el número debe ser ⅓ de FPS.
En relación a los protectores solares, existen con filtros físicos y con filtros químicos. Mientras los protectores con filtros físicos “protegen la piel al reflejar y dispersar los rayos UV de la superficie de la piel”, los de filtros químicos “protegen la piel al absorber los rayos UV, convirtiéndolos en calor que después es liberado de la piel”. Es decir, los protectores solares físicos reflejan y los protectores solares químicos absorben.
En este marco, Rearte sugiere a la población en general que utilice protectores solares de amplio espectro (UVB/UVA) y protectores con FPS de 30, 50 o más y un PPD de ⅓ de FPS.
Por último, Rearte recomienda una consulta anual con especialistas de la piel en personas que no tienen antecedentes de cáncer de piel personales ni familiares, y sugiere realizar consultas específicas por quemaduras solares, heridas que no cicatrizan, erupciones generalizadas, y lesiones nuevas según el ABCDE: asimetría, bordes irregulares, tres o más colores, diámetro mayor a 5 mm y evolución (cambio de tamaño, color, forma e inicio de síntomas).