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noviembre 23, 2024
laguna Mar Chiquita
Marplatenses en la Ciencia

La albufera de Mar Chiquita, un ambiente natural único en Argentina

Se trata de una laguna costera conectada con el mar. Presenta condiciones ambientales muy particulares, alberga una diversidad de especies típicas de la región y brinda importantes beneficios ecológicos.

Por Agustín Casa

Mar Chiquita presenta un paisaje único en Argentina: una albufera. Allí donde la laguna del mismo nombre se conecta con el mar se configura un accidente geográfico que no se repite a lo largo de la costa de nuestro país.

Es una laguna alargada, paralela a la costa, que está conectada al mar. Es un rasgo distintivo. No hay otro lugar así en Argentina”, cuenta a Bacap Juan Pablo Isacch, doctor en Ciencias Naturales, investigador del CONICET en el Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (IIMyC) y profesor de la UNMDP.

Esa singularidad le da a ese ambiente características exclusivas. El especialista señala que “la conexión que tiene con el mar, con las mareas, y la alimentación de agua dulce, genera este ambiente estuarial, que es este encuentro de agua dulce y salada, que genera un ambiente bien distinto al resto de las costas que uno está más habituado a ver, que son las costas de arena o una laguna clásica de agua dulce”.

Reserva de Biósfera de la UNESCO

La laguna de Mar Chiquita tiene una extensión de unos 25 kilómetros y es alimentada por una cuenca de un millón de hectáreas, donde desembocan arroyos y canales que aportan agua dulce a este cuerpo de agua. 

La laguna costera se encuentra dentro de la Reserva de Biósfera Parque Atlántico Mar Chiquito, creada en 1996, en el marco del Programa el Hombre y la Biósfera de la UNESCO. Como marca el biólogo, la reserva de biósfera comprende el cuerpo de agua, el frente costero, la parte que se extiende hasta la ruta 11 y la localidad de Mar Chiquita. 

En tanto, subraya que incluye reservas estatales como la Reserva Natural Provincial Mar Chiquita y la Reserva Natural de la Defensa Campo Mar Chiquita – Dragones de Malvinas (que surge a partir de un acuerdo entre el Ministerio de Defensa y la Administración de Parques Nacionales). Además, comprende campos privados dentro del esquema de conservación de las reservas de biósfera.

¿Una laguna más salada que el mar?

Por la combinación de agua dulce, que llega de distintos cursos de agua, y de agua salada, proveniente del mar, el ambiente es muy variable. “Depende de la cantidad de lluvia, de las mareas, cuánta agua salada entra a la laguna de Mar Chiquita o cuánta es la influencia de agua dulce. Si hubo lluvias importantes, va a haber una predominancia de descarga de agua dulce en el sistema. Si hay mucha sequía, probablemente el agua salada entre mucho más a la laguna”, describe Isacch. 

El investigador destaca una característica que distingue a estos ambientes que reciben agua del mar: suelen tener concentraciones de sal más altas que el mar. “Como son sistemas donde se evapora mucho el agua, se suele concentrar el agua salada y se generan suelos y condiciones bastante más saladas que el agua marina”, asegura.

La presencia de agua salada proporciona a este ambiente características muy particulares. “Que haya influencia de agua salada y vaya hacia los suelos, hace que los suelos tengan concentraciones muy altas de sal. Hay muy pocas especies que toleran esas condiciones. Son especies particularmente adaptadas a esas condiciones de salinidad alta y de inundación”, detalla.

En esta línea, Isacch afirma que son ambientes con baja energía porque no hay olas, por lo tanto, se depositan sedimentos finos. Al estar sometidos a las mareas, se inundan y suelen tener concentraciones altas de sal. Es decir, se trata de ambientes “con sedimentos bien finos, salobres e inundables”.

La biodiversidad de la laguna

La laguna presenta a su alrededor un ambiente de marismas (pastizales costeros) donde predominan dos especies vegetales y una animal. En ese lugar, crecen pastos como el esparto, que es la especie más característica del borde de la laguna por su tolerancia a la salinidad. Y también se presenta el jume, una planta carnosa que “tolera las concentraciones más altas de salinidad”. 

“Hay más especies que toleran esas condiciones. Pero donde se da la inundación y el suelo salobre, esa condición de estrés y hostil para un montón de organismos, es donde crecen estas especies bien características como el esparto o el jume”, comenta.

En cuanto a la fauna, el gran anfitrión es el cangrejo cavador. “Vive en estos ambientes salobres, se alimenta de las plantas y también de los barros, que son muy productivos, llenos de bacterias y de algas. Y estos continuamente se alimentan de esos barros y hacen sus cuevas allí”, indica Isacch. 

Asimismo, el biólogo explica: “En estos ambientes donde hay sistemas con muy baja energía y que crecen plantas, estas van dejando todos sus restos, su hojarasca. Esa hojarasca, al haber poca energía del agua, se deposita sobre el barro. Y eso hace que esos barros sean muy productivos, que tengan mucha cantidad de nutrientes. Es por eso que son muy apetecibles para muchos otros organismos. Ahí crecen muchos poliquetos, que son como unos gusanos, algunos caracoles bivalvos, que se entierran ahí y comen de eso, y los cangrejos”. 

El aprovechamiento de las aves y los peces

El integrante del Grupo de Vertebrados del IIMyC resalta que en esos barros “se concentran gran cantidad de aves migratorias, otras aves acuáticas y, cuando sube la marea, los peces pasan a alimentarse ahí”

Sobre los peces que habitan la albufera, Isacch cuenta que “hay peces de agua dulce en la parte más dulce, peces de agua salada, y peces que usan esta mezcla de agua dulce y agua salada”. Al mismo tiempo, describe que “como son ambientes de baja energía, son tranquilos y, como tienen poca profundidad, muchos peces vienen del mar, reproducen ahí, tienen sus crías en estas lagunas costeras y, una vez que los peces crecen, vuelven al mar”.

Además, reflexiona:Lo interesante es que como son características ambientales tan particulares, muchas especies no están en otros lados. Entonces, resalta la importancia de Mar Chiquita como un ambiente único con características tan particulares, que hace que muchas especies tengan una dependencia muy alta de esos lugares. Por eso, la importancia de su protección”.

La importancia de conservar este ambiente

Como todos los humedales, la laguna de Mar Chiquita cumple una variedad de funciones ecosistémicas que benefician al ambiente y a la sociedad. Y entre esos servicios, hay uno en particular que es muy importante en la adaptación y la mitigación del cambio climático.

Hay estudios donde se ha visto que las marismas tienen capacidad de fijar y almacenar una gran cantidad de dióxido de carbono en el suelo”, remarca el docente universitario.

No obstante, advierte que “cualquier conversión que se haga de esos ambientes, no solo va a impedir que se fije ese carbono, sino que va a producir que el carbono que estaba guardado vaya a la atmósfera, y eso generaría un doble perjuicio ambiental”. 

En paralelo, Isacch destaca que el ambiente conserva condiciones naturales y especies típicas de la región que hoy solo habitan ese lugar. “La importancia de Mar Chiquita es crucial en muchos sentidos, porque es uno de los pocos lugares donde todavía se preservan ambientes naturales en una provincia donde está mayormente modificado todo. Tenemos que redoblar la insistencia sobre la conservación de Mar Chiquita, la posibilidad de restaurar hábitat, de generar desarrollos en áreas privadas que sean compatibles con esa biodiversidad y evitar formas de desarrollo que reemplacen esto irremediablemente”, concluye.

Foto: gentileza Nicolás Chiaradia.

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