Las escuelas primarias 20, 21, 51 y 56 de Mar del Plata, que anticipaban con entusiasmo la transición a la Jornada Completa, se ven ahora obligadas a comenzar el ciclo lectivo con jornada simple debido al retiro del financiamiento por parte del Estado Nacional.
La resonancia de esta medida se siente fuertemente en la comunidad educativa de General Pueyrredon, donde las expectativas de mejora en la calidad educativa se ven frustradas por la falta de recursos. Padres, docentes y estudiantes enfrentan la incertidumbre sobre el futuro de la educación en la región.
La decisión, que afecta a 60 escuelas en 31 distritos bonaerenses, plantea interrogantes sobre el compromiso del gobierno nacional con el desarrollo educativo local. Además de la suspensión de la Jornada Completa, la falta de información sobre otros programas educativos que dependen del financiamiento federal, como el Tripartito de Infraestructura escolar, la universalización de la jornada completa o extendida, Conectar Igualdad, Educación Técnica, Formación Docente, Educación Sexual Integral, entre otros, genera inquietud en la comunidad educativa.
Este recorte de fondos no solo es un golpe a las aulas, sino también a la esperanza de construir un futuro educativo más sólido y equitativo en General Pueyrredon. La comunidad espera respuestas concretas y soluciones por parte de las autoridades para revertir esta situación y garantizar que la educación en la región no sea sacrificada en medio de las dificultades financieras.
El desafío de extender la jornada escolar en el marco de la Ley de Educación Nacional
La importancia de brindar más horas de clases se encuentra arraigada en la legislación educativa argentina, particularmente en la Ley de Educación Nacional, que establece en su capítulo III: «Las escuelas primarias serán de jornada extendida o completa con la finalidad de asegurar el logro de los objetivos fijados para este nivel por la presente ley». La jornada extendida abarca más de cuatro y menos de ocho horas diarias, mientras que la jornada completa comprende ocho horas diarias.
En consonancia con esta ley, el Consejo Federal de Educación (CFE) había asumido en 2022 el compromiso de promover la ampliación progresiva del tiempo escolar. Los lineamientos establecen que para el año 2023, el 60% de las escuelas y el 70% de los estudiantes deberían contar con más de 20 horas semanales de clases. La meta para 2025 se eleva al 80% y 85%, respectivamente, alcanzando en 2027 el 100% de cobertura.
Este compromiso surge de la comprensión de que más horas de clases no solo significan cantidad, sino también calidad educativa. En abril, el Observatorio Argentinos por la Educación publicó un informe que destacó que solo el 14,1% de los estudiantes accede a jornada completa o extendida.