El pasado 1 de octubre comenzó el operativo de seguridad en playas, en su modelo de “guardias mínimas”. Así se ha realizado históricamente: previo a la temporada de verano y a su grueso caudal de personas frente al mar, se inicia un proceso parcial en algunas Unidades Turísticas Fiscales (UTF) de Mar del Plata. Diego Serra es el titular de la Unión de Guardavidas Agremiados (UGA) y contó a Bacap cómo se trabaja en este periodo y cómo se prepara el sector para la próxima temporada de verano.
Por Natalia Muñoz
Las guardias mínimas suponen una señal de que el verano está cada vez más cerca. Turistas y locales se aproximan al Mar Argentino para disfrutar, al menos, de algunos rayos de sol que entrega la primavera.
Sumado a ello, según el Gabinete de Oceanografía Física del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP), la temperatura del mar muestra una tendencia de ascenso, lo que se traduce, para algunas personas, en una invitación a un chapuzón antes del verano.
En ese marco es que comenzó el operativo de seguridad en playas. Es decir, la presencia de un guardavidas para garantizar un baño seguro. Pero, como su nombre lo indica, las guardias mínimas ofrecen una seguridad parcial y geográficamente limitada.
El operativo ya se despliega en las playas del centro, La Perla, el Torreón del Monje y algunas del sur. Hay un solo guardavidas en cada una de esas playas. “Se complejiza el trabajo porque nuestra profesión está preparada para trabajar en equipo”, señaló Diego Serra.
¿Mogotes?
Hay una franja que, de sur a norte, inicia en el centro y termina en La Perla que sería la más cubierta. De La Perla para el extremo norte de Mar del Plata no hay guardavidas, mientras que en las del sur se da un escenario particular: “En Mogotes hay un guardavidas en la zona de Waikiki, y después todo Mogotes no tendría cobertura. Entonces, si ocurre algo en la mitad de Mogotes, ese guardavidas está mínimo a mil metros de la situación de peligro, y tampoco contaría con una cobertura del apoyo de embarcaciones del operativo de seguridad en playa”, ilustró el titular de la UGA.
Pero, ¿por qué sería necesario que las guardias mínimas no fueran tan mínimas? Además de la ampliación de los puestos laborales disponibles, se evitarían accidentes, malos tragos y fatalidades.
“Este año hay una particularidad donde el agua en promedio tiene mayor temperatura que otro septiembre, otro octubre. Entonces, hay gente que ya se está metiendo al agua”, contó el referente de guardavidas locales. En ese marco, recordó que durante la última semana de septiembre, “hubo una situación de peligro donde unos surfistas sacaron a unos bañistas en Chapadmalal. Habitualmente, el operativo en Chapadmalal arrancaba ya en septiembre, este año no arrancó por una baja del gobierno nacional. Cabe recordar que Chapadmalal es una UTF nacional”, agregó.
Es cierto que históricamente las guardias mínimas han funcionado de esta manera. Lo que se preguntan desde la UGA es por qué no modificarlo y ampliarlo a raíz del sustento empírico que supone que la gente efectivamente va a la playa y se mete al mar.
No hay respuestas y el verano se acerca. Así, todo indica que esta no será la temporada donde se garantice más seguridad. A las guardias mínimas le seguirá el despliegue del operativo completo a partir del viernes 1 de noviembre. Desde entonces, serán cinco meses enteros de doble turno de guardavidas con al menos dos profesionales por casilla. El último día de marzo se cortará el servicio que será reanudado solo por los cuatro días de Semana Santa, en abril.
El salario
No abundan los veranos marplatenses en el recuerdo donde no haya habido algún tipo de manifestación de guardavidas por un reclamo salarial. Solo la temporada pasada se han generado postales que recorrieron el país, con guardavidas marchando desde el Municipio, por la peatonal San Martín, hasta la punta de la escollera de Punta Iglesia.
Hace algún tiempo ya que las y los guardavidas municipalizaron sus empleos y salarios. Durante 2024 fueron parte de las movilizaciones y otras formas de protesta impulsados por el Sindicato de Trabajadores Municipales (STM) a raíz de lo que entonces fue un congelamiento salarial.
Por lo pronto, desde UGA señalan que sus sueldos están alineados con los de empleadas y empleados municipales. “Seguramente en noviembre volvamos a sentarnos para definir la paritaria de cara a la próxima temporada”, adelantó a Bacap Diego Serra.