En su tercera temporada consecutiva, la obra de suspenso y terror protagonizada por Silvia Kutika y Fabio Aste continúa estremeciendo a los espectadores marplatenses. Con funciones los lunes y martes de febrero en la Sala Melany, esta pieza escrita por Ira Levin—creador de El bebé de Rosemary—desafía al público a reconstruir su propia versión de la historia. Kutika comparte con Bacap los secretos detrás del éxito de esta puesta que ya es un clásico del teatro de misterio.
por Ian Punter
«El cuarto de Verónica», escrita por Ira Levin, el genio detrás de «El bebé de Rosemary», sigue en Mar del Plata para ofrecer nuevas funciones tras su éxito arrollador y los dos Premios Estrella de Mar 2023 obtenidos.
Esta pieza teatral de terror y suspenso, que mantiene a la audiencia al filo del asiento, tendrá funciones los lunes y martes de febrero a las 21:30 en la Sala Melany del Centro de Arte, las entradas las conseguis por Plateanet. Desde Bacap, en diálogo con Silvia Kutika.
-El Cuarto de Verónica ya va por su tercera temporada en Mar del Plata. ¿Qué creés que hace que esta obra siga siendo un éxito temporada tras temporada?
-Creo que la propuesta es diferente, distinta, y aborda un género que no se exploró mucho: misterio, suspenso, un thriller psicológico. Me parece que ahí está el atractivo. Los comentarios del público suelen destacar que es como ver cine en vivo. La historia te lleva a armar una versión inicial con los datos que te damos, pero luego tenés que desarmarla y reconstruirla desde otro punto de vista. Al final, el espectador tiene que reinterpretar todo lo que vio y escuchó para cerrar completamente la historia. Es imposible quedarse tranquilo; constantemente te preguntás “¿Por qué dijeron eso? ¿Qué significa esta mirada?” Es muy atrapante.
– La obra fue escrita por Ira Levin. ¿Creés que eso es un diferencial respecto a otros thrillers teatrales?
-Levin es un autor que bucea profundamente en las luces y sombras del ser humano, pero sobre todo en la oscuridad. Expone situaciones extremas que muestran aspectos duros o enfermos de las personas. Lo interesante es que no se trata de terror visual con sangre o violencia explícita, sino del miedo que genera pensar que alguien pueda llegar a esas situaciones. Su manejo del misterio hasta el final es impecable, logrando situaciones tremendas pero cautivadoras. Es un autor maravilloso.
– Mencionabas esa atmósfera casi cinematográfica dentro del teatro. ¿Qué factores creés que contribuyen a transmitir efectivamente esa sensación de intriga y miedo?
-La iluminación y la música son fundamentales. Desde que el público entra a la sala, ya escucha una música con sonidos distorsionados de niños, algo muy maquiavélico que lo predispone para el misterio. La luz también juega un rol clave, generando climas adecuados para el suspenso. Además, el texto de la obra no da puntada sin hilo: frases que al principio parecen irrelevantes luego cobran sentido y revelan detalles importantes. Todo esto contribuye a crear una gran experiencia de suspenso.
– ¿Cómo te preparás cada noche para interpretar un personaje tan intenso?
Somos tres actores —Fabio Aste, Fernando Cuéllar, y yo— que componemos varios personajes. Cada uno tiene sus rituales para concentrarse: preparamos la voz, vocalizamos y repasamos utilería. Yo recorro el escenario varias veces para asegurarme de que todo esté en su lugar. Uso una peluca, y esos detalles me van metiendo en la escena y en el personaje. A pesar de llevar tanto tiempo haciendo la obra, la ansiedad y la expectativa siguen presentes.
¿Qué aprendiste de vos misma como actriz trabajando en un género como el suspenso?
-Descubrí que disfruto mucho de explorar la oscuridad. Aunque trato de caminar siempre por el camino de la luz, esta obra me permite transitar ese lado oscuro y, sorprendentemente, no lo padezco, sino que lo disfruto. Es muy gratificante sentir que logramos capturar al público, escuchar sus exclamaciones y ver cómo se involucran en la historia. Es una sensación espectacular.
¿Qué tiene de especial el público marplatense para vos, ahora que ya llevás tres temporadas con esta obra en la ciudad?
-El público de Mar del Plata es muy demostrativo. Realmente vienen a disfrutar del teatro con entusiasmo. En los aplausos finales se siente una verdadera explosión de cariño, muchas veces con gente de pie. Además, se acercan a hablarte, a contarte anécdotas de cómo te vieron en otras ciudades o de cómo esperaron para ver la obra. Esa cercanía y afecto hacen que la experiencia sea muy especial.