La empresa Cook Master desembarcó en la ciudad como proveedor alimentario del sistema penitenciario y con una propuesta formativa para reclusos y liberados en el rubro gastronómico. La baja de la reincidencia, el efecto buscado.
Por Thom Lahitte
A marzo de 2025, unas 60.000 personas se encuentran privadas de su libertad en la provincia de Buenos Aires. Hacinamiento, violencia e infraestructura deficiente son algunos de los problemas estructurales y recurrentes del sistema penitenciario que se ve sobrepasado en cuanto a capacidad de respuesta.
Pero hay otro ítem indispensable, transversal y urgido de un cambio: la alimentación. Cada año, las denuncias por el estado de la comida o la “desaparición” de materia prima en el camino se multiplican. Para el sistema implica, además, una operatoria de mucho volumen, que hasta el momento, se traducía en compras a granel.
Las unidades penitenciarias de Batán (15, 44 y 50) no son la excepción. Sin embargo, esto podría cambiar a partir de la llegada de Cook Master. ¿Quiénes son? Se trata de una empresa dedicada a la alimentación que se convirtió en proveedor de distintas cárceles bonaerenses.
En la actualidad, CK provee el alimento para 25.000 presidiarios. A razón de cuatro raciones por día, implica un total 100.000 servicios diarios. “No somos una empresa de catering”, advierte entre risas Samanta Sacaba, quién oficia como líder de Cultura, Sustentabilidad y Asuntos Corporativos.
Un parteaguas para la compañía fue el ingreso al circuito de empresas “B”, es decir, aquellas que tienen en cuenta el aspecto social y ambiental a la par del económico. Nicolás Lusardi, socio fundador de Cook Master, lo sintetiza en la diferencia entre “ser la mejor empresa” o “ser la mejor empresa para el mundo”.
En 2017 decidieron ir más allá y crearon la “Escuela de Gastronomía CREER” que tiene por objetivo capacitar a los reclusos. En la actualidad hay 1.400 personas estudiando alguno de los tres títulos oficiales que brindan que buscan sumarse a los más de 6.000 egresados. A esto añadieron el Programa CREER que busca que, una vez liberados, las personas se incorporen al staff de Cook Master.
Según relata Sacaba, el porcentaje de reincidencia del Sistema Penitenciario Bonaerense (SPB) es del 60%. Sin embargo, en las personas que ingresaron a CREER fuera de la cárcel, el número es del 3%.
Los plazos para operar en Batán, una plaza numerosa y superpoblada
Cook Master arribó al partido de General Pueyrredon este año. En diálogo con Bacap, Nicolás Lusardi augura un proceso de unos ocho meses donde primero deberán conocer y entablar relaciones con la comunidad y poner en condiciones la infraestructura de las cocinas para luego instalar la escuela.
¿A cuánta gente impactaría? Batán cuenta con tres unidades: la 15 (1159), la 44 (707) y la 50 (114). Un punto común es la superpoblación: son 2380 reclusos para un cupo total de 1301, es decir, 182% más.