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julio 1, 2025
Vemos y Leemos

SAUNTRACK: Actitud

Por Martina Migliorisi

Hola, ¿Cómo estás? Atravesamos la primera quincena de mayo. ¿Cómo está tratándote este primer tramo del año? Seguramente mejor que a Sean “Diddy” Combs, seguramente peor que a Bad Bunny.

Para abstraernos de cualquier desgracia, un aluvión de noticias: Louta develó arte de tapa, título y fecha de estreno de su próximo trabajo discográfico; Los Piojos confirmó su despedida, el 14 de junio en el Estadio Monumental; Damiano David (Måneskin) estrenó “Funny Little Fears”, su álbum debut como solista; Winona Riders ofreció un show histórico de cuatro horas en el Estadio Obras.

Tres motivos para celebrar: “This is America”, de Childish Gambino, cumplió 7 años; “Combat Rock”, de The Clash, celebró sus 42 y “Pet Sounds”, de The Beach Boys, hizo lo propio a 55 años de su estreno.

Bienvenidos/as a una nueva edición de Sauntrack. En la última edición hice una promesa. Y vengo a cumplirla.

Te lo digo por tu bien

Múltiples expresiones abren puertas a malos entendidos. Y es que en la entonación del enunciado parece descansar mucho más que un acento, un timbre y un volumen. ¿Cuántos infiernos puede desatar una frase escrita? ¿Cuántas granadas puede ahogar una expresión oral?

“No vayas a atender cuando el demonio llama” funciona como advertencia, como consejo y como una frase cargada de intenciones densas, oscuras, propicias a un hechizo maligno. Es, también, el título que da nombre al sexto trabajo discográfico de Mariana “Lali” Espósito.

«Tu popstar favorita/Que siempre te visita/La ves brillando en la tevé”, el primer fraseo del álbum arrastra coros, teatralidad y una construcción sonora que parece abstraída de un programa infantil. “No vayas a atender cuando el demonio llama” —NVAACEDL, de aquí en más— abre sus puertas con un guiño a “10 años después”, de Los Rodriguez, mientras parodia los inicios de Lali como joven promesa de la escuela Cris Morena. 

Casi en el mismo sentido irrumpe “Lokura”, una fantasía que la cantante de 33 años construye a partir de un amor de su infancia. Criada en el barrio de Parque Patricios, a pocas cuadras del Estadio Tomás Adolfo Ducó, la hija de María José Riera y Carlos Espósito tuvo un flechazo inmediato con Pablo “Lokura” (“Locura”, según quién lo retrate) Villanueva, barrabrava de Huracán. En este apartado, Lali describe a su amor imposible como «el terror del barrio», “un chico malo” e “hijo del pecado” e imagina una realidad donde es correspondida. “Lokura” es, también, la canción que condensa el espíritu rockero que la artista buscó para su nueva etapa.

Entre baterías electrónicas cuasi ochenteras y fraseos adrenalínicos que emulan un cántico deportivo se construye “No me importa”, una declaración de principios de la cantautora. Con un puente pegadizo, y una letra desfachatada, Lali expresa su indiferencia sobre la mirada ajena y despotrica a los falsos amigos, algo que se repetirá con cierta frecuencia en cuanto al álbum e inmediatamente después en cuanto a tracks.

Llamada entrante

En agosto de 2018, Mauro Lombardo dialogó con Rolling Stone y disparó contra Mariana Espósito: “Mirá, la voy a hacer corta: yo no soy Lali Espósito, yo no quiero fama. Yo soy un pibe que viene de no tener nada, y quiero ser una leyenda musical, ¿entendés? Yo tengo más hambre que toda la gente que está en este edificio. Me voy a comer el mundo”. Mauro Lombardo no es, precisamente, conocido por el nombre que figura en su DNI, pero es una estrella de renombre internacional porque es, además de compositor, rapero y cantante, portador de un seudónimo que rompió récords una y otra vez: Duki.

Siete años después del extraño altercado que ambos músicos protagonizaron, existe “Plástico”: una canción de ritmo acelerado, con una base electrónica símil ochentas, guitarras eléctricas y golpes de batería que recuerdan a la intro de Hawaii Five-0. En esta pieza, la dupla de artistas arremete contra sus desertores, esta vez jugando para el mismo equipo. En la vorágine sonora se distingue, además, un sample dentro de un sample: Es la voz de James Brown, loopeado originalmente en “No me dejan salir”, de Charly García. 

Sobre el primer tercio del disco, Lali ya ha coqueteado con sonidos electrónicos, ha enaltecido el pop que adora y ha agudizado su olfato rockero; ha homenajeado a diversas figuras de la cultura, y se ha reído de sí misma sin dejar de tomarse muy en serio. 

En “Tu novia II” deslizará una nueva estrategia: una que se vincule exclusivamente con su obra como cantautora. Y es que «Tu novia», una de las piezas que componen su disco «Brava», es resignificada y cargada de una intención redirigida que, en esta oportunidad, no busca la atención masculina sino femenina. Su retruco está claro en el fraseo «esta vez mejor que dos no son tres», en referencia a «Dos son tres», incluída en su quinto álbum, «Lali». En este juego embrolloso no faltarán los guiños a la cultura popular argentina: “Tu novia II” parafrasea a “Y qué”, de Babasónicos.

En el sexto track de NVAACEDL los puentes con el rock nacional se vuelven nítidos. Los coros de Bersuit Vergarabat y una cita indirecta a Los Redondos (“nunca fui fan de los payasos ni de la pasta de campeón”) nutren un relato construído desde el lamento y el dolor. Yace aquí la Lali más adulta, que explora sus tonos graves para crear profundidad y dramatismo.

Llamada a la acción

Después de la austeridad, la diversión. “Mejor que vos” no simbolizó una sorpresa en el tracklist por tratarse de un adelanto. Desde la cima del pop, Lali y Miranda! inauguran una breve fiesta en colores. El despecho y la alegría toman por asalto al disco para descansar de su antecesor, pero también del relato que lo sucederá.

Junto a la definición de “calidad” los diccionarios no esbozan un solo comentario sobre Julieta Venegas. Sin embargo, cuando su nombre resuena en una sala existe un acuerdo tácito, una mirada cómplice, una lectura del entorno que indica que algo bueno ocurrirá. En “No hay héroes”, la artista mexicana vuelca su talento sobre una lírica coral para crear una visión desencantada —o realista— de la vida. La interpretación de Lali marida la maduración de la propia artista y una plena conciencia sobre las crudezas diarias, los dolores y las injusticias. Una voz limpia, pacífica y cautelosa que danza con serenidad sobre una guitarra acústica.

NVAACEDL es una verdadera aventura. Los climas creados por Espósito y su equipo nos llevan por una montaña rusa. ¿Qué sigue después de una melodía tan apacible, de una poesía tan mansa? Sigue la chispa.

A modo de comic relief, la voz de un locutor irrumpe en la escena: «Sensacional éxito. El lanzamiento más discutido del año (…) ¿La heroína definitiva que demanda la época? ¿La mayor delincuente de la que se tenga memoria?”. El humor es una de las fortalezas de Lali. Ocurrente y carismática, trasciende al público que oye sus álbumes, ve sus películas, recomienda sus series, compra entradas para verla.

De regreso al pop nos abraza “Sexy”. Aunque mejor que abrazarnos sería decir que nos seduce. Con coros de Blair y un videoclip con figuras como Verónica Lozano, Vera Frod y BB Asul, la artista retoma la idea de sensualidad anteriormente retratada en tracks como “Ahora” y “Somos amantes”.

Llamada desconocida

Titulado “Fanático”, el primer adelanto del álbum sugería no solo el rumbo musical escogido por Lali, sino estético, lírico y actitudinal. Desafiante, había agitado el avispero político al posicionarse en numerosas ocasiones contra el gobierno nacional, lo que se tradujo en críticas y maltratos por parte del presidente Javier Milei. Lejos de amedrentarse, Lali reafirmó su convicción llevando a un hombre sospechosamente parecido al jefe de Estado a su videoclip oficial. 

A continuación, en una estupenda apuesta, cobra protagonismo una balada rockera. “Perdedor” parte de un punto difuso, donde la propia artista reconoce vivir blureada y elige castigarse por sus errores. Ubicada casi sobre el cierre del disco, la canción aporta el nivel de seriedad que nace del abismo, de los cuencos, de una depresión.

El tercer y último feat de NVAACEDL reúne a la estrella pop con quien fuera bautizado por Carlos Maslatón como “el súper rapero nacional”: Dylan León Masa, conocido artísticamente como Dillom. En “33”, la dupla reflexiona sobre los cambios que atravesaron en los últimos años y aquello que debieron dejar atrás en el camino hacia el éxito. La culpa, el duelo, la tierra conquistada. Todo se condensa en una letra que entre sus fraseos impone una postura innegociable: “No podes quedar bien con el diablo y dios/y por eso prefiero quedar mal con los dos”

La figura del diablo aparecerá una vez más, esta vez en la última canción del álbum. “Pendeja” regresa a la versión más rockera de la cantautora para cerrar, así, un disco que paseó por dos géneros principales (rock y pop), con un tercero en discordia (electrónica) y una fusión obvia: el pop-rock. “Me gusta el vino y estar al sol/Los aguerridos y el rock&roll”, canta Espósito, que samplea un audio de su propia madre y enriquece su interpretación con exclamaciones inspiradas en Joan Jett.

La pieza final del tracklist es otro interludio. Teatral y humorístico como sus antecesores, “Fin de transmisión” cataloga al disco como “pseudo rockero”, lo que parece ser toda una declaración de la artista. 

Llamada saliente

La historia de amor entre Lali y el rock se remonta a su infancia en Parque Patricios, musicalizada desde sus primeros años por artistas nacionales que, mediante su obra, impregnaron una línea más en la huella digital de la Argentina, crearon un símbolo más de identidad cultural o, como diría Leila Guerriero, idearon una forma de imponerse ante el mundo: «aquí estoy, de esto estoy hecho».

En su nueva aventura, Lali se acerca al rock y coquetea con la fantasía de ser una estrella del género, aún cuando el disco no despega del pop que lleva impregnado en la sangre. El desacato que el rock propone, sin embargo, parece ser lo más atinado para los tiempos que corren. Y es que mientras parte de la sociedad parece anestesiada, la rebeldía se irgue como el más sólido —y tal vez el único— camino para reconquistar lo perdido. 

Como militante política soy optimista; creo que un mundo mejor es posible. Como argentina, soy un volcán de furia en constante amenaza de erupción. Como humana, una imperceptible presencia entre millones de presencias imperceptibles. Pero como mujer, no quiero ni debo ni puedo renunciar, casi con una ceguera autoimpuesta, a que la próxima revolución me sorprenda del lado de las ruidosas, más no junto al conformismo. El rock es un gran refugio para soñar con otras. En palabras de Courtney Love, “Quiero que cada chica en el mundo tome una guitarra y comience a gritar”.

La despedida

Para irnos, quiero recomendarte tres gemas del mundo musical, sin nexo alguno y con ningún otro motivo más que el de compartir lo que se ama:

“GAUCHOS”, el álbum de Veeyam estrenado esta semana, que reúne a más de veinte artistas en 14 tracks imperdibles

De yapa, un consejo y una promesa: prepará un altar de protección y procurá abastecerte de agua bendita, porque en dos semanas atendemos el llamado del demonio.

En Bacap escribimos lo que escuchamos. Qué mejor que compartirlo con el mundo.

Chau, loco. Este news se va en fade.

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