El triunfo libertario acelera el posible acuerdo con el PRO en la provincia. El Senado bonaerense suspendió la sesión en la que iban a tratarse las reelecciones indefinidas. El Ejecutivo contradijo a un edil oficialista y rechazó la venta de medicamentos en kioscos.
El impacto de CABA
El triunfo de Manuel Adorni (La Libertad Avanza) en las elecciones legislativas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires aceleraron las discusiones por un posible acuerdo entre el PRO y los libertarios en la provincia de Buenos Aires, que tiene al intendente Guillermo Montenegro como uno de sus principales impulsores.
El partido amarillo recibió un duro golpe en su principal bastión al quedar tercero, 15 puntos por detrás de LLA. Una derrota por decantación para Mauricio Macri en medio de sus idas y vueltas con el presidente Javier Milei.
Por eso, el resultado del domingo pasado dejó el camino allanado para que el PRO rubrique una alianza en la provincia de Buenos Aires, la más poblada -tiene un padrón de más de 14 millones de electores- y donde se encuentra mayormente replegado el peronismo.
En la foto actual, una posibilidad que sobrevuela como estrategia para derrotar al oficialismo bonaerense que encabeza el gobernador Axel Kicillof es avanzar en acuerdos seccionales dentro de la provincia. El interrogante hoy es si será “dirigente por dirigente”, tal como pregona LLA, o a través de un frente de partidos rumbo a los comicios del 7 de septiembre (el cierre de alianzas es el 9 de julio y el de la presentación de listas, el 19 del mismo mes).
Mientras tanto, el rol de los otros socios de Juntos por el Cambio en Mar del Plata es otra cuestión a resolver en la próxima alquimia electoral. En particular, hoy luce improbable que el radicalismo, el otro gran socio de la alianza, acepte un acuerdo con LLA, al menos a nivel local.
Lo que sí está claro es que llegan tiempos de definiciones y, con el correr de las semanas, las negociaciones se intensificarán.
Sesión caída
La falta de acuerdo en el peronismo bonaerense, con el “kicillofismo” de un lado y el “cristinismo” del otro, obligó a suspender la sesión de ayer en la que se preveía darle tratamiento a las reelecciones indefinidas en la provincia de Buenos Aires.
Tal como informó Bacap, las discusiones sobre este tema se remontan a la Gobernación de María Eugenia Vidal, en 2016, cuando se decidió que legisladores e intendentes solo pudieran tener una reelección. A fines de 2021, la ley fue modificada para que se tome 2017 y 2019 como el primer periodo a considerar, lo que permitió a varios volver a presentarse en los comicios de 2023.
Semanas atrás, obtuvo dictamen un proyecto que vuelve a habilitar las reelecciones indefinidas en senadores, diputados, concejales y consejeros escolares. Pero no incluye a intendentes.
Luego, desde el “kicillofismo” se presentó una nueva iniciativa para que se agreguen a los jefes comunales. Pero la falta de acuerdo con el sector que responde a la expresidenta desembocó ayer en la suspensión de la sesión.
En caso de que este último proyecto se transforme en ley, varios dirigentes locales que acumulan dos mandatos podrían volver a ser candidatos este año.
En el Concejo Deliberante, por el lado del oficialismo, quienes acumulan dos mandatos y podrían verse beneficiados son: Guillermo Volponi y Mercedes Morro, de Vamos Juntos, y Angélica González, de la Coalición Cívica.
En la oposición, lo mismo ocurre con Virginia Sívori (Unión por la Patria) y Ariel Ciano (Frente Renovador).
Pensando en 2027, la nómina se alarga, aunque el principal nombre que podría volver a competir sería el propio Montenegro que, igualmente, hoy pareciera mirar hacia otros ámbitos.


Rechazo
Tras la negativa de organismos como la Región Sanitaria VIII, que depende del Ministerio de Salud bonaerense, y del Colegio de Farmacéuticos, ahora la Secretaría de Salud del municipio rechazó el proyecto del oficialismo en el Concejo Deliberante que propone habilitar la comercialización de medicamentos de venta libre en kioscos o supermercados.
La iniciativa es impulsada por el legislador Julián Bussetti (Vamos Juntos). Su intención es adherir al decreto N° 1024/2024 del Gobierno Nacional, que modifica la reglamentación de la Ley N° 17.565, dando lugar a la comercialización de medicamentos de venta libre en establecimientos no habilitados como farmacias.
A partir de esta medida, el Gobierno permitió solo la venta de antiácidos y analgésicos en establecimientos no habilitados como farmacias.
De todos modos, semanas atrás, la Justicia Federal dio lugar a una medida cautelar que frena estas disposiciones, por lo que sus efectos quedaron en suspenso hasta tanto no se resuelva la cuestión de fondo.
Tras la solicitud de diversos informes por parte del Concejo, el Ejecutivo le bajó el pulgar al proyecto. Algo infrecuente, teniendo en cuenta que el proyecto es de un edil oficialista.
La Secretaría de Salud determinó que los medicamentos deben ser “adecuadamente clasificados según criterios científicos, acompañados de información suficiente y clara que le permita al consumidor adoptar decisiones de uso adecuado”.
Y analizó: “Por más anacrónica o restrictiva que pudiera resultar una norma, si su derogación en aras de la modernidad implica la afectación de procesos farmacoterapéuticos seguros, no se estará garantizando el derecho a la salud”.
Tras esta opinión desfavorable, el proyecto de Bussetti se encamina a ser archivado.