Viene de competir en los Juegos Evita en Mar del Plata y se prepara para medirse a nivel internacional
Por Florencia Cordero
Se trata de Alma Roisman, una joven nadadora adaptada, que convirtió la pileta en su espacio de fortaleza y superación, desde sus inicios en la natación hasta su participación en competencias internacionales. La historia de Alma refleja cómo la pasión por nadar puede ser un motor fundamental en su rehabilitación y crecimiento personal.
Desde pequeña, Alma empezó a aprender a nadar como parte de su proceso de recuperación y como una habilidad básica para su seguridad. A lo largo de los años, Alma enfrentó desafíos derivados de una parálisis braquial, que afectó uno de sus brazos. Esta condición, resultado de la extracción de nervios durante su nacimiento, la llevó a realizar kinesiología y a fortalecer su brazo mediante la natación.
Durante la pandemia, Alma comenzó a concentrarse en la rehabilitación y la práctica constante le permitió no solo mejorar su movilidad, sino también desarrollar un fuerte interés por la competencia deportiva. Actualmente, Alma tiene una categoría internacional S9, reconocimiento que le abre puertas en rankings mundiales.
La nadadora logró la hazaña de ser cuatro veces Campeona Nacional en los Juegos Nacionales Evita para quedarse con el oro en 25m Espalda, 50m Espalda, 50m Libre y 50m Pecho. Este desempeño no solo le valió medallas individuales, sino también el título de «Campeona con la Delegación de CABA» en la clasificación general.
A los 13 años, Alma fue convocada para participar en el campus de la selección nacional y fue seleccionada para el Campeonato Parapanamericano Juvenil de Chile, un logro que refleja su dedicación y talento. Aunque el camino hacia la competencia internacional requiere clasificación previa en las pruebas, su participación en eventos como estos la motiva a seguir entrenando y superándose cada día.
Aunque reside en Buenos Aires, Alma tiene un lazo especial con Mar del Plata, donde viven sus abuelos y su perra. Además sigue siendo una referencia constante con ejemplos inspiradores de la natación adaptada como el medallista paralímpico Matías De Andrade.
La joven deportista que nada de River combina sus estudios con su exigente rutina de entrenamiento, que suele ser de cuatro veces por semana, y usa el deporte como medio para potenciar su bienestar.
Su historia no solo motiva por sus logros y avances, sino también por su actitud positiva frente a los desafíos. Alma continúa entrenando y participando en torneos, demostrando que con esfuerzo y pasión, los obstáculos pueden convertirse en escalones hacia el éxito.
Su primer contacto con la competencia fue en Córdoba, donde quedó fascinada por la posibilidad de viajar y enfrentarse a otros niños con discapacidades similares. Hoy, planea ampliar su experiencia en Chile, buscando clasificaciones internacionales que la acerquen a grandes competencias como el Parapanamericano.
Un entrenador que impulsa su talento
Alma Roisman es entrenada con el grupo del Club River Plate por Joaquín Felipe, quien trabaja con ella desde hace cuatro años. En la charla, el profe describe a su alumna como una joven con mucha proyección, con una garra especial que la impulsa a querer dar lo mejor en cada competencia. Aunque comenzó en forma lúdica, hoy en día su entrenamiento es más estructurado y dedicado, con el objetivo de prepararla para retos mayores.
Joaquín destaca que en sus clases se enfoca en mejorar la técnica y adaptar los estilos de nado según las dificultades de Alma, especialmente en el estilo mariposa, donde el movimiento de su brazo derecho presenta algunos obstáculos. Sin embargo, siempre buscan modificaciones para que la técnica sea fluida y, sobre todo, que Alma disfrute y se sienta cómoda en el agua.
La competencia y el espíritu de superación
Alma se entusiasma con la idea de viajar al exterior para medirse en otro nivel, imaginarse en otros escenarios internacionales, una aspiración que, gracias a su esfuerzo, empieza a volverse realidad. Para concretarlo, necesita de apoyo económico de aquellos que quieran impulsarla a través de contribuciones con el alias alma.natacion para sumar fondos que le permitan costear los gastos del viaje para competir.
Está consciente de que el primer torneo internacional en Perú será una experiencia en la que aprenderá mucho, independientemente del resultado. La idea central es que disfrute del proceso y que viva cada competencia como una oportunidad de crecer.
Además, Alma comparte que en la pileta no solo compite, sino que también se relaciona con otros chicos con distintas discapacidades, como sordos, ciegos o amputados, lo que enriquece su experiencia y refuerza valores como la inclusión, la empatía y la amistad.
La integración y el trabajo en equipo
Uno de los aspectos que más resalta Joaquín es la conexión entre sus nadadores, quienes aprenden a ayudarse y a comunicarse, incluso usando lenguaje de señas, en un ejemplo claro de cómo el deporte puede ser una herramienta de integración social. La historia de las nenas que en verano juegan juntas en la pileta, adaptando las reglas para que una chica ciega pueda participar, ejemplifica la naturalidad y belleza de estos vínculos.
Alma combina sus entrenamientos con los estudios en la escuela, dedicando varias horas a la semana al deporte. Aunque le gusta más nadar que estudiar, reconoce que el esfuerzo le da satisfacción. Cuando está en el agua, experimenta una sensación única, que la llena de energía y motivación para seguir adelante.
El entrenamiento de Alma, como el de otros nadadores, es riguroso pero igual de exigente que en el deporte convencional siempre con la orientación de sus entrenadores. La dedicación y el sacrificio que pone en cada jornada reflejan su compromiso por competir y superarse.
El valor del deporte adaptado
Joaquín confiesa que al comenzar a trabajar en deporte adaptado no imaginaba la cantidad de aprendizajes y emociones que le daría. Destaca que ver la garra, la motivación y la entrega de sus nadadores, especialmente en un país donde las posibilidades no siempre son las óptimas, lo inspira profundamente. La pasión que Alma y sus compañeros ponen en cada entrenamiento es su mayor recompensa.
Para Alma, cada meta alcanzada es un paso más hacia sus sueños. La clasificación internacional y participar en Juegos Parapanamericanos mantienen viva su ilusión. Pero más allá de los resultados, su historia es un testimonio de que con esfuerzo, pasión y apoyo, cualquier obstáculo puede convertirse en una oportunidad para crecer y cumplir sueños.