Fue en 1998 cuando se habló por primera vez del traslado de las familias del barrio a nuevos complejos de viviendas, pero nunca se completó en su totalidad. Aún hay 117 familias viviendo en el barrio.
Por Manuel Straccia
El traslado de las familias que viven en la Villa de Paso aparenta ser interminable. Desde 1998 que se habla de ello, pero aún hay familias viviendo en el lugar de forma irregular y altamente precaria.
El asentamiento se ubica dentro del barrio San Carlos, en cercanía a Los Troncos, y a pocas cuadras de un prestigioso hotel de cinco estrellas. Se originó principalmente por ser una zona despoblada con cierta cercanía al puerto marplatense, por lo que muchos trabajadores comenzaron a agruparse en la zona.
La iniciativa de su traslado fue impulsada en 1998 y aprobada por el Concejo Deliberante dos años después. Posteriormente, el gobierno de la provincia anunció que, con el desarrollo del “Plan Dignidad” iban a construirse viviendas que permitan el traslado de las personas hacia el lugar.
Más de 20 años después, el traslado no se ha completado. Pasaron gobiernos, pasaron promesas, pero de las 500 familias que había en su momento, aún quedan 117 que continúan en el asentamiento.
La finalización del traslado de las familias fue una cuenta pendiente que se fueron “pasando” como una pelota de fútbol los últimos gobiernos locales. En la gestión de Gustavo Pulti se anunció que a fines de 2015 se iba a dar por concluido, mientras que en la de Carlos Arroyo primero se puso como plazo “mediados de 2016”, aunque en 2017 seguían las tratativas para llevarlo adelante. Durante esa gestión, sin embargo, el proyecto se congeló.
Durante esos años, algunas familias fueron reubicadas, ya que se construyeron viviendas en los barrios El Martillo, Las Heras, Don Emilio y Belisario Roldán. Algunas “trabas” que denunciaron los distintos funcionarios fueron la lenta intervención de la Justicia o la falta de gestiones por parte del gobierno provincial.
La actual gestión municipal liderada por el intendente Guillermo Montenegro no estuvo ajena a la situación y el secretario de obras, Jorge González, se pronunció a principios de 2020 sobre la Villa de Paso.
Finalizar el traslado
Según confirmaron a Bacap desde la Secretaría de Obras, hay “voluntad y decisión” de culminar el traslado. En el área hay un “plan” que permita poner un fin al tema tanto para garantizar el derecho a la vivienda digna de las familias, como finalizar el estigma que se tiene de los pobladores.
El “Plan” consiste en distintas etapas que incluso se trabajan en simultáneo. Por un lado, el Municipio debe finalizar la expropiación de unos 20 terrenos, proceso que se ha paralizado, mientras que otros serán subastados. Al mismo tiempo, se articulan los planes de vivienda con Provincia y Nación.
En febrero del año pasado, desde la Asociación Vecinal de Playa Grande y la sociedad de Fomento del barrio San Carlos advirtieron que los terrenos que expropió la Municipalidad luego de reubicar a las familias estaban siendo usurpados nuevamente.
Sin embargo, las fuentes consultadas por este medio aseguran que no hay un aumento de los habitantes. Periódicamente se realizan contactos con los vecinos del asentamiento, a través de trabajadores sociales municipales, y se mantiene el censo. Los crecimientos que pueden darse son “vegetativos y estacionales”. Esto quiere decir que son hijos que amplían la construcción precaria para tener su lugar y personas que arriban para trabajar durante la temporada y luego regresan a sus ciudades.
El derecho a una vivienda digna está contemplado en la Declaración Universal de Derechos Humanos (art. 25) y en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (art 11). Esto no sólo significa tener un techo en el cual refugiarse, si no que incluye aspectos como la garantía de los servicios, habitabilidad, respaldo legal, entre otros conceptos.
Según el Instituto de Hábitat y Territorio (IHaT) del Colegio de Arquitectos de Mar del Plata, en la ciudad hay más de 10 mil familias que viven en situaciones precarias y que el 18.5% de los marplatenses viven en situación de hacinamiento.
El “traslado eterno” de la VIlla de Paso vuelve a tener una promesa de finalización, con un plan diagramado que está a la espera de ser ejecutado y culminado, a diferencia de los que lo precedieron.