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mayo 3, 2025
Vemos y Leemos

SAUNTRACK | Yo, argentina

por Martina Migliorisi

Hola, ¿Cómo estás? Entre esta publicación y su predecesora pasaron muchas cosas. Se jugó un nuevo superclásico, Europa transitó un apagón histórico y también se gaseó y reprimió a jubilados, porque algunas cosas nunca cambian. Además, el Papa más carismático y humano que haya tenido la fe cristiana emprendió su viaje eterno cuando el mundo más lo necesitaba. Esta periodista, hoy reconocida como atea, no puede ni cree ni quiere ocultar o disfrazar su enorme pena. 

Como todo humano, Jorge Bergoglio tendió el tipo de puentes que en este espacio rescatamos. Y es que sus linkeos con el mundo musical son numerosos. Elegí recordarlo con tres de ellos: la carta que le extendió a Lilian Clark, madre de Gustavo Cerati, tras el fallecimiento del músico; el regalo que recibió para su cumpleaños número 85, de parte de su intérprete de ópera favorita y a quien le bendijera la voz; la playlist con la que NPR lo homenajea y despide, rescatando algunas de sus canciones favoritas.

Otro puente entre lo celestial y lo mundano apareció en mis redes. Esta vez, gracias al algoritmo. Se trata de una escena animada sobre un sujeto que consigue llegar al cielo y al que le informan que, antes de ingresar, puede preguntar lo que quiera. Éste, después de pensarlo unos instantes, utiliza su bala de plata para preguntar por una melodía que ronda en su cabeza hace mucho tiempo, sobre la que nada sabe —y nadie parece saber—, con la esperanza de que el cielo le otorgue su tan ansiada respuesta. Hace algunos años escuché una canción en la radio que se tornó irrastreable. No importa cuántas veces, en cuántos recovecos ni de qué modo la busque; se evaporó. Sus vestigios se hospedaron entre mis pensamientos para siempre, y su fantasma reaparece oportunamente para recordarme, una y otra vez, que el cerebro jerarquiza información de forma caprichosa, pero también que algunas cosas son mágicas por el velo de misterio que las cubre.

De nuevo en la Tierra, estrenaron discos: Natalia Lafourcade, Viagra Boys, Blair, El Zar, Lali, Cazzu, Tennis, Billy Idol e Isla de Caras. Uno en particular atravesará el news que estás por leer. Bienvenidos/as a una nueva edición de Sauntrack. Preparen sus mates, alisten sus aguayos, bendigan sus catrinas, procuren tener chipá. 

Latinaje

“Aquí les traigo una copla desde el norte de Argentina, aunque usted no me conoce, soy de América Latina”. El primer fraseo que Julieta “Cazzu” Cazzuchelli pronuncia en su nuevo disco suena radicalmente distinto a aquellos que hasta hoy le conocíamos. Y es que si bien mantiene un obvio efecto en su voz, este primer apartado es toda una declaración de la artista: se refuerza el carácter del álbum, evidenciado en su arte de tapa y en su título, y abre las puertas del que será un disco estético, representativo y sentimental con una copla que, desde su percusión, parece augurar la llegada de un gigante. Volvió La Jefa.

Adentrados en su próximo viaje y como una dulce entrada en calor, la argentina se sumerge en el mundo de la bachata para presentar “Mala suerte”, un lamento repleto de inseguridades mencionados en primera persona, donde Cazzu comienza a develar su capacidad de adaptación a los diversos géneros que trae el disco. 

Con dicha impronta aparece “Me tocó perder”, un aire de chacarera que impone el folclore latinoamericano en el tracklist. Junto a Los Nombradores del Alba, la cantante se sincera sobre un amor titubeante por el que pagará un alto precio. Y a pesar de disparar sin filtros (“Pasarán tantas por tu cama/Tantas por tu infierno”), su relato no es victimista, sino vindicativo. Nace de la nostalgia, crece con el fastidio y decanta con la sangre en el ojo (“Tengo la sensación que soy tu castigo”)

Si la venganza es un plato que se sirve frío, Julieta Cazzuchelli es maestra heladera. En uno de los puntos más aclamados por el público general y más hypeados por sus seguidores aparece “Dolce”, una composición inspirada en la música mexicana. Vaticinio de su propia historia, Cazzu escribió esta canción en febrero de 2024, pero su publicación no llegó sino hasta ahora. Long story short, en caso de que no estés enterado/a: Cazzu estuvo en pareja poco más de dos años con su colega Christian Nodal. Producto de su amor, la pareja dio la bienvenida a Inti en septiembre de 2023. Ocho meses más tarde, el artista mexicano confirmaría su separación para, dos semanas después, blanquear su romance con Ángela Aguilar. 

Hacia el quinto track del álbum, el drama comienza a tomar protagonismo. En el que significó el primer adelanto del disco, Cazzu repasa los inicios de un romance oscuro. Su nombre —”La Cueva”— lejos está de ser casual. Y es que la descripción que hace la artista evoca la imagen de un ser tan solitario como tenebroso y lúgubre. Culminado su descargo, la autora vira su relato y condena, por fin, a su monstruo: “Volverás a aquella cueva/Sos tu propio prisionero”.

Tratándose de un disco que homenajea a su tierra, el tango era un capítulo obligatorio. “Ódiame” es un tango fusión que rinde homenaje a algunas figuras nacionales mientras Cazzu enseña, una vez más, la amplitud de su rango vocal y su habilidad para la interpretación toda. Evidente para cualquier oído es la referencia a “Desencuentro”, de Ernesto Baffa, Osvaldo Berlingieri y Roberto Goyeneche, cuando en su tercera estrofa, “La Jefa” define su amor como un “amargo desencuentro”. La inspiración estética de su videoclip y el carácter desobediente que trae consigo, en tanto, parece guiñar el legado de Tita Merello.

“Pobrecito Mi Patrón” parte el disco a la mitad. En un nuevo acto de veneración hacia sus ídolos, Cazzu reversiona la canción que Facundo Cabral compuso, interpretó y publicó en 1971. Séptimo en la lista, la elección de este track parece ser una prueba más del posicionamiento político que la cantante pregona.

Latinaje II

La segunda parte del álbum nos sumerge directamente en Santa Fe. “Con Otra” es una cumbia escrita desde el dolor, de mujer a mujer y donde un hombre infiel está en el centro de la discusión. En este apartado, la artista advierte a su interlocutora: “No soy tu enemiga/Tienes tu enemigo [sic] durmiendo en tu cama”, “Y no lo dudo, te lo aseguro/Te va a engañar”.  

En la segunda colaboración del disco —primera acreditada en Spotify— Julieta Cazzuchelli se une a Andrea Elena Mangiamarchi, artísticamente conocida como Elena Rose. “Engreído”, la pieza que las convoca, es un bolero desgarrador, donde las intérpretes reclaman a un hombre por sus actitudes egoístas.

Los cambios de ritmo de “Latinaje” podrían ser la envidia de cualquier jugador de fútbol de primera división. Especialmente de aquellos que carecen de una cualidad inagotable en el arte de Cazzu: creatividad.  “Que Disparen” es una salsa que se irge en el noveno lugar, signado por su actitud y como una muestra más de carácter de parte de su autora, que construye su relato con indiferencia absoluta ante las malas intenciones, con la tranquilidad de saberse en ley, con la desafiante conducta de quien ya no le teme a nada.

“Inti, Inti, no llores más”. Un mantra de cinco palabras es entonado con una dulzura especial sobre el último suspiro del disco. En la que es, para muchos, la canción más sentida del traklist, Cazzu reflexiona sobre la maternidad, su vínculo con su hija y el modo en que este nacimiento cambió por completo su vida. “Pido a un dios que no entiendo/Que no te haga sufrir, que nunca me ponga a prueba/Voy a matar o morir”, pronuncia La Jefa, sobre una instrumental que parece abrazarla. Delicada, cálida, amorosa.

La tríada final de “Latinaje” mantiene en alto el espíritu con el que dicho álbum fue creado. Tres canciones, dos colaboradores, tres géneros. Si Cazzu se atreve a todo por qué no se atrevería a un flamenco. Titulado “Ahora”, el antepenúltimo track de su flamante trabajo discográfico invita a Francisco Javier Rodríguez Morales, conocido artísticamente como Maka, para habitar la nostalgia y la tristeza típicas de un desamor. (“Y no he podido olvidar tus ojos/Tanta belleza y tanta impunidad”)

El último feat del disco tiende puentes entre el español y el portugués. “Una Loca Enamorada” incorpora sonidos propios del funk brasilero y cede parte de su protagonismo al cantautor y productor WIU. Nacido Vinicius William Sales de Lima, el intérprete fortalecense aporta la frescura justa para que la canción levite mientras precalienta el oído para el track final.

“Menú de Degustación” cierra las puertas de un viaje regional sorprendente. Entre el merengue y el cuarteto, Cazzu renace. Esta vez alzará la voz no para recriminar, tampoco para advertir sobre sus próximos pasos, sino para divertirse. A la caza de su próximo amor, la jujeña se explaya sobre lo que busca y lo que esquiva, y entonces parafrasea a Rodrigo Bueno: “No importa raza, religión ni colores”.

Oiga, mortal

Producido por Nico Cotton, “Latinaje” es el lugar en el que Cazzu nos invita a mirar el mundo desde su perspectiva, que hoy marida amor, dolor y nostalgia, pero que lejos de ser contradictoria resulta profundamente identificable —hasta identitaria, quizás— para cualquiera de nosotros. Es un álbum que recorre su historia de desamor sin ocultar su despecho. Una serie de arrebatos que no esperan ser comprendidos ni sosegados, una carta abierta y honesta sobre lo que transitó en los últimos años, observada desde y por todo el planeta mientras levantaba del suelo todo lo corrompido, todo lo resquebrajado, todos sus restos. Un resurgimiento en medio de la tormenta, un renacer en el ojo del huracán. 

Con un puñado de letras, interpretaciones maleables y un norte nítido entre las cejas, Julieta Cazzuchelli expande sus límites para ser ya no la figura femenina más importante del trap, sino una artista con enorme proyección en cualquier género que ose desafiarla. Curada del veneno, o profundamente envenenada, La Jefa está de vuelta. 

Para irnos, quiero recomendarte tres gemas del mundo musical, sin nexo alguno y con ningún otro motivo más que el de compartir lo que se ama:

De yapa, un consejo y una promesa: prepará un altar de protección y procurá abastecerte de agua bendita, porque en dos semanas atendemos el llamado del demonio.

En Bacap escribimos lo que escuchamos. Qué mejor que compartirlo con el mundo.

Chau, loco. Este news se va en fade.

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