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marzo 19, 2024
Lo de Acá

Eli del Basto: «Tenemos que normalizar todos los cuerpos»

La activista y bloguera de moda marplatense que comenzó con el #DesafioProbador y hoy tiene más de 20 mil seguidores en Instagram, busca visibilizar los cuerpos XL a través de sus redes. “Cada persona es un mundo y debería poder verse reflejada en los medios de comunicación” expresó.

Decidir ser esa gorda vanidosa era tener algo en claro: la belleza, como decían los surrealistas, es convulsiva y avasallante y no lo que propugnaban las revistas de moda y los cánones estéticos.
Fragmento de Gorda Vanidosa, de Lux Moreno.

Por Aldana Arén

El probador. Ese cubículo asfixiante que indica qué medidas debe tener tu cuerpo para usar esa ropa. Revestido de grandes espejos y luz cenital, con cortinas que siempre dejan una rendija descubierta hacia el exterior. Al igual que los ascensores, asientos de cine, hamacas o baños públicos, los probadores imponen –indirectamente- un modelo hegemónico de cuerpos y, por ende, de belleza.

A esa norma decidió enfrentarse hace más de dos años Elisabeth del Basto, o @elidelbasto, con el #DesafioProbador. Un challenge en el que sometió a diferentes casas de ropa de la ciudad a una simple prueba: los talles. Subió selfis en esos espejos con luz cenital y contó las experiencias buenas, malas y peores con el objetivo de visibilizar el tiempo y energía que les lleva a las personas gordas algo aparentemente tan sencillo como comprar ropa.

Eli -como le dicen todes- tiene 34 años, es marplatense, se dedica a la docencia y es influencer de moda XL. Lo que comenzó como #DesafíoProbador mutó y ahora se presenta como un Blog de moda que tiene casi 25 mil seguidores en su cuenta de Instagram.

En la entrevista, Eli habló de la exposición de las redes sociales, el peligro del “amor propio” sólo como un slogan, el feminismo, el (no) reconocimiento de las marcas de ropa, los cuerpos y la consigna rancia de “llegar al verano”.

Un espacio en las redes sociales

– ¿Cómo empezaste con lo que hoy es tu espacio en Instagram? 

– Empecé hace más de dos años pensando en este estereotipo corporal. Yo soy preceptora y fueron de mis primeras promociones con alumnas feministas así que muchas de las cuestiones que me planteaban me hicieron reflexionar en cuanto a la cuestión del cuerpo y esta dictadura de la belleza que vivimos las mujeres, este mandato corporal de belleza hegemónica. Y por otro lado también mi propia experiencia, yo había sido mamá de mi primer nena hacía poco. Me costaba muchísimo conseguir ropa y perdía mucho tiempo. Y dije bueno, no, esto tiene que ser un espacio de servicio a la comunidad porque no podemos perder tanto tiempo las mujeres para comprar una prenda. Esos fueron los impulsores. 

El desafío probador pasó después. Yo empecé con el espacio y en algún punto pensaba quedarme en esto de la “cata de probadores”. Tuve una mala experiencia donde un comerciante local no entendió la propuesta y me amenazó con denuncias, me amedrentó durante 24 horas. Entonces el desafío probador fue mutando a la cuestión de blog de moda. 

– En el último año tu cuenta creció un montón ¿Cómo te llevas con la exposición en las redes sociales? 

– Lo que a mí me pasa es que todavía no hay un reconocimiento real. Al no ser una belleza hegemónica, las marcas no me buscan. Sí tengo el reconocimiento de las chicas y mujeres que me acompañan en la cuenta. Pero con las marcas vivo un permanente ninguneo, para mí es un desgaste muy grande tener la cuenta. Por ahí me invitan para la foto o ni siquiera, muchas veces me invitan para que yo transmita desde mis redes cosas que después ni siquiera repostean. Eso sí me saturó bastante, me desanima. El permanente desgaste, porque como no sos la modelo hegemónica 90-60-90, parece que no tenés experiencia, que no laburás en serio, que no podes llevar adelante un blog de moda.

Más allá de los mandatos y el amor propio

– ¿Qué relación podés hacer entre tu militancia sobre los cuerpos y el feminismo?

– Con el feminismo y la cuestión de liberar el cuerpo yo entendí que el mandato de la belleza y la cuestión de las dietas, y la normatividad sobre los cuerpos, nos pone en un lugar a las mujeres de demanda constante y nos quita un montón de capacidad mental para emprender otras cuestiones. Ya el hecho de no ser como se supone que tenés que ser. Todo eso que te avergüenza, que tiene que ver con un canon de belleza, te empieza a retirar de un montón de lugares. Por el contrario, como a la mujer que sí lo es, también se la trata de frívola o de poco capaz. Las mujeres tenemos que empezar a ocupar esos lugares de emprender en los negocios, de exposición y de cargos jerárquicos más allá de la imagen. A ningún hombre se le ocurriría decir “yo este cargo no lo puedo ocupar porque tengo un kilo de más”. 

– En tu cuenta hablás bastante de amor propio. A veces se puede tomar como un mensaje individualista o un slogan. Digamos: no es lo mismo hablar de amor propio cuando tenés un cuerpo hegemónico que cuando no lo tenés. ¿Cómo se habla de esto sin perder de vista el problema social de fondo, que en este caso es la gordofobia o los cánones de belleza hegemónicos?

– Cuando empecé, el amor propio era un buen discurso. Si bien el amor propio tiene que ver con el autocuidado, con reconocer nuestras necesidades, con registrar lo que nos pasa, incluso para poder desafiarlo, entiendo que hay algo en lo colectivo que es “no te ames si no sos de determinada manera. Si tenés estrías, varices, celulitis, arrugas, no podés amarte porque estás fea”. Y somos seres sociales así que estos discursos nos súper atraviesan. 

Ahora hay algo que se llama la militancia por la diversidad corporal, que tiene que ver con la representatividad. Es fundamental que los medios y las marcas lo tomen en serio. Se trata de mostrar el crisol de diversidad que hay en las personas. En todo. Tu color de piel, de pelo, de ojos, el cuerpo, las cicatrices, enfermedades. Cada persona es un mundo y debiera poder verse reflejada en los medios de comunicación. 

Y hay otro que es body normalize, que es “normalizar lo cuerpos”. Todos. No hay uno válido. Tengo este cuerpo, con este cuerpo transito mi vida. Después, qué pasa con mi cuerpo o mi salud, eso es mi problema. El resto de las personas no tiene porqué decir ni opinar nada del cuerpo ajeno.

Nueva consciencia

– Llega el verano y se vuelve a instalar la idea de que, justamente, «hay que llegar al verano». ¿Qué significa eso? ¿Por qué es un mensaje nefasto?

– Hace unos años que se viene hablando de esto que “al verano llegamos todes”. Brenda Mato hizo un hashtag así. El tema del verano y de exponer el cuerpo sobretodo nos hace quedar desnudos ante la visión del otro. En esta sociedad donde estuviste viendo durante 9 meses qué operaciones te tenés que hacer, cómo tenés que tener la cola, las tetas, la piel. Lo de la piel para mi es fundamental porque existe la rosácea, vitíligo, celulitis; entorno a la piel hay toda una cuestión por el Photoshop. La dictadura de la piel es terrible también

Es nefasto porque se sube un comercio de nutricionistas, esteticistas, la industria de la belleza hegemónica, cruel, cirugías estéticas, tratamientos invasivos, todo eso al servicio de “llegá bien al verano”, que en realidad es “llegá Barbie al verano”. ¿Cuál es el imaginario trastornado que nos proponen? Es, lucí como una Barbie. Hay que anular ese discurso. Ni siquiera lo de “sé tu mejor versión” porque te pone a competir con vos misma, ¿para ser como quién? ¿Cómo sabes vos cuál es tu mejor versión? Llego al verano como llegué a todos los meses. Está buenísimo tener una conducta saludable, el autocuidado, el autoregistro me parece fundamental. Y auto. Con el resto no se opina, ni se dice nada.

Me parece que hay una nueva consciencia, sobre todo en las pibas, de que deben cuidarse, amarse, no ser tóxicos, porque la salud no es nada más lo que entra por la boca. También es lo que entra por los oídos y lo que está en nuestra cabeza. Es una actitud mucho más protectora de nuestras emociones.

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1 comentario

Ariel enero 23, 2021 a 2:48 pm

Excelente la nota. Es muy importante trabajar este tema, para reducir la presión que ejerce la belleza entendida como valor absoluto y como imposición. Felicitaciones a Eli y a Bacap!!!

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