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abril 29, 2024
Lo de Acá

Estacionamiento medido, pero ¿por quién?

El gobierno municipal tiene una impronta bien marcada, una política definida que es la PPP, la Participación Público Privada, en donde el Estado pide asistencia a empresarios para poder financiar y/o ejecutar diversas políticas. Ejemplo de esto es la remodelación de sitios públicos que finalizan como plazas con espacios publicitarios.

Mas allá de algunas voces en contra, hasta el momento no han tenido mayores dificultades para avanzar en este sentido, hasta que resurgió un viejo proyecto: el de privatizar el estacionamiento medido. ¿Qué está pasando con el usufructo de la vía pública? Y lo más importante: ¿Para qué entregar una caja millonaria en tiempos de ajuste?

A mediados de 2023 el Ejecutivo envió un proyecto al Concejo Deliberante (HCD) para licitar “la implementación, puesta en marcha, gestión, administración y mantenimiento del sistema de estacionamiento medido en la ciudad de Mar del Plata”, según versa en su artículo primero. El contrato será por un periodo inicial de nueve años, con posibilidad de extenderlo 12 meses más.

“El contratista será quien tenga a cargo la recaudación por los ingresos resultantes de la aplicación del sistema de Estacionamiento Medido, quien a su vez deberá coparticipar al Municipio”, aclara el proyecto. Y surge el primer ¿por qué?

Según testimonios de trabajadores y trabajadoras de Tránsito en la comisión de Legislación por donde pasó esta iniciativa, en la actualidad el sistema de estacionamiento medido (SEM) recauda unos 5 millones de pesos al día, lo que redunda en uno de los mayores ingresos en las arcas municipales. En el marco de políticas de austeridad sobradamente anunciadas, y en un 2024 donde recién en marzo se pudo pagar en tiempo, en forma y con dinero propio los sueldos municipales, el signo de interrogación ante esta iniciativa se robustece.

Cómo trabajan

Cabe mencionar otras cifras propias del SEM. En la actualidad, consta de 15 cuadrículas de 11 cuadras cada una. En un contexto ideal, se necesitan 15 inspectores por turno, y casi una veintena de teléfonos celulares con el sistema operativo creado por la Universidad Nacional de Mar del Plata que permite verificar el pago o no de cada vehículo.

Sin embargo, hoy hay una totalidad de 16 empleados con sólo 6 teléfonos celulares para hacer toda la tarea. “El área está muy venida abajo pero no por otra cosa que por las decisiones que han tomado las autoridades municipales, no solo de este gobierno. Si la recaudación ha bajado, no es otra cosa que la falta de compra de elementos de trabajo. Con 6 celulares más de gama baja el servicio podría duplicar su trabajo”, contó a Bacap Cristian Milasnicic, secretario gremial del Sindicato de Trabajadores Municipales (STM).

Desde el sector trabajador denuncian un vaciamiento adrede para justificar el intento de privatización. “Analizamos el pliego y vimos que no contempla ningún tipo de mejora para el sector”, argumentó al respecto Milasincic. “Hace 20 años que no se compran motos y de todas las grúas que se supo tener, hoy funciona una sola”, detalló.

Referentes del área de Tránsito del STM se acercaron a la discusión legislativa para plantear su postura. Es que a pesar de que las y los jefes de bloques habían prometido en su momento que no avanzaría con el tratamiento, el proyecto fue incluido en las órdenes del día de las comisiones de Movilidad Urbana y de Legislación, de donde salió de manera afirmativa con los votos del oficialismo.

El expediente 1378/23, el proyecto en cuestión, llegó a la comisión de Hacienda, último giro antes de “bajar” a sesión ordinaria, donde saldría aprobada sin problemas gracias a la mayoría propia que tiene en el cuerpo legislativo Juntos por el Cambio. Pero no. Allí quedó trabado el documento.

“Por suerte tuvimos buena acogida en el Concejo Deliberante, donde se suspendió el tratamiento hasta tanto nosotros podamos tener una reunión con el Ejecutivo y plantearle nuestra oposición y nuestras dudas sobre el pliego”, agradeció el referente.

La reunión

Esa reunión con el Ejecutivo ya fue pedida oficialmente pero aún el STM no ha obtenido respuestas.

Para una parte de la oposición, tal encuentro también es fundamental para el tratamiento del pedido de licitación del SEM. “Faltan respuestas de una voz del Ejecutivo que pueda contestar lo que plantearon trabajadores municipales cuando se acercaron a las comisiones que lo trataron”, dijo a este medio Mariana Cuesta, presidenta del bloque de Unión por la Patria en el HCD.

¿Cuáles son las dudas que se desprenden del pliego?

“No termina de quedar bien en claro cuál es el beneficio para la Municipalidad de terciarizar o privatizar este servicio”, explicó Cuesta.

Esas explicaciones también son esperadas por el conjunto de ediles. Es que durante el periodo que avanzó el debate se solicitaron informes a contaduría y Gobierno Digital para conocer detalles técnicos de la propuesta. Al momento de esta redacción, tales respuestas aún no han sido entregadas.

Pero aún hay más. “Por otro lado, lo que hace esta licitación es que permite que se amplíen las zonas de estacionamiento medido. Entendemos el crecimiento de la ciudad, pero creemos que vecinos de San Juan, de Güemes, de Constitución tengan que pagar estacionamiento medido, donde muchos son comerciantes, pero a la vez muchos son propietarios de viviendas, no es la mejor decisión”, explicó Cuesta sobre el voto negativo del bloque para el expediente.

Es pertinente mencionar que lo que se licita es la operativa y la recaudación del SEM. El Municipio no entrega su poder de control, su “poder de policía”. Es por eso también que se fruncen los ceños: se entregaría la caja a cambio de un retorno de entre el 15 y el 30% de lo recaudado, mientras Tránsito debe seguir controlando el pago de cada estacionamiento. Cual infancia resurge la pregunta: ¿por qué?

“Lo único que asegura el pliego es un negocio para un grupo de empresarios privados y nada más que eso”, dijo el secretario gremial del STM.

Sin mayores respuestas y con el tratamiento congelado en la comisión de Hacienda, resta esperar. Sentados al borde de la silla, relojeando el teléfono, trabajando en alerta, pero esperar. Por respuestas, por reuniones, esperar. Por saber quién/es se beneficia/n si avanza la licitación, para saber qué va a pasar con los trabajadores que quedan en Tránsito, esperar. “No descartamos que vayan por otras áreas de la muni”, dijo, preocupado, Milasnicic. Esperar.

 

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