Por Martina Migliorisi
Romina Andreini es psicóloga e integrante del colectivo “No Nos Cuenten Cromañón”, espacio de militancia para sobrevivientes de la tragedia fundado en 2007 y presidido, en la actualidad, por Diego Cocuzza. Cada día asiste a familiares y sobrevivientes para los que Cromañon es mucho más que una fecha en el calendario. De hecho, ella también fue parte de quienes dijeron presente el 30 de diciembre de 2004 en el boliche de Once.
A 20 años de una noche de terror, Romina Andreini abre las puertas de su consultorio para develar el trasfondo de una labor titánica y concientizar sobre cifras escalofriantes.
¿Cómo nace el programa en asistencia en salud mental que llevás adelante?
El programa tiene como objetivo y deseo el brindar una asistencia psicológica adecuada, que sea de fácil acceso para familiares y sobrevivientes, pensando también en las limitaciones económicas y burocráticas. Entendemos que el cuidado de la salud mental es primordial, y que hablar en un espacio terapéutico de lo que nos pasó en Cromañón o de cómo son nuestras vidas después de Cromañón, es aún más importante.
Luego de lo que pasó la noche del 30 de diciembre de 2004, la asistencia en salud mental no fue buena para los sobrevivientes: hubo más de 15 suicidios. A lo largo de los años, que ya son casi 20, la ayuda que brindaba el estado era inconsistente, no era empática, no se realizaba un seguimiento y no se sostenían los tratamientos en el tiempo.
Si bien desde la Nación, el Ministerio de Justicia y la Secretaría de Derechos Humanos existe un acuerdo con un centro de salud mental, actualmente solo atienden casos urgentes o de riesgo.
Al irnos enterando que la asistencia no era tal, y pensando en los que pasamos por esa noche y en nuestras familias, quisimos hacer algo al respecto.
¿A quién está dirigido el programa?
Sobre el programa de Asistencia en Salud Mental, es importante decir que está dirigido a sobrevivientes, a familiares de sobrevivientes y a familiares de víctimas fatales de la masacre de Cromañón.
¿Cómo está conformado el programa y de qué se trata?
El programa está conformado por una red de psicólogos voluntarios, que se sumaron por medio de una convocatoria a través de nuestras redes. Confiamos en que poco a poco vaya creciendo, para que podamos contar con más profesionales de otras disciplinas.
La idea es que los sobrevivientes o familiares que sientan que necesitan o deseen acceder a un tratamiento psicológico puedan contactarse con nosotros por medio de nuestra página y, luego de realizar una entrevista para conocer el motivo de consulta, podamos derivarlo a un profesional. También desde nuestro lugar estamos presentes, acompañándolos y realizando un seguimiento, con el fin que la deserción de los tratamientos sea la más baja posible.
¿Qué importancia creen/crees que tiene la salud mental?
Hoy en día es importante reflexionar sobre nuestra salud mental, el acceso a un tratamiento es un derecho que tenemos y creemos que es importante que los sobrevivientes y los familiares que lo necesiten puedan acceder a ella sin trabas de cualquier tipo. Sabiendo que a muchos se les imposibilitó el acceso, desde nuestra organización buscamos colaborar con esta falta, poniendo a disposición nuestro programa de asistencia psicológica.
Tratándose de una organización sin fines de lucro, ¿Cómo se sostiene el programa?
Los tratamientos se solventan gracias a la recaudación de ventas del libro “Voces, Tiempo, Verdad”, de Bruno Larocca, un libro que trata, en primera persona, lo que pasó esa noche y el post Cromañón junto a referentes de diferentes ámbitos como la salud, la sociología, y el ámbito judicial, entre otros. El prólogo es de Estela de Carlotto y cuenta con una entrevista al Indio Solari