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abril 26, 2024
Lo de Acá

De París a Mar del Plata: Greta Risa, apostar al teatro en plena pandemia

Nació en Buenos Aires pero el destino la llevó a Francia. En el 2001, mientras el país estaba en llamas, fundó en Europa la compañía Mirando al Sur. Aventurera, decidió lanzar una obra en la ciudad con el coronavirus a la vuelta de la esquina.

Por Azul Paci

Mientras sus compañeros se preparaban para inscribirse en la universidad o trabajar, Greta Risa se mudó a Francia. Con tan sólo 18 años decidió dónde viviría y de qué. El teatro había sido una pieza clave en su vida desde que hacía obras para su familia y una viaje de estudios para fortalecer el idioma se convirtió en un ticket iniciático de un camino que terminó con la fundación de una compañía y el lanzamiento de una obra en medio de la pandemia, al sur del mundo.

Su relación con Mar del Plata viene de diferentes lugares, como el origen del padre de su hija y múltiples viajes. Sin embargo, nunca imaginó que, con las fronteras cerradas y las restricciones en alza, presentaría una obra de Shakespeare con 12 actores en escena en la ciudad que, irónicamente, alguna vez fue llamada la Biarritz argentina, a 11.089 km de donde había pasado los últimos 25 años.

Para su sorpresa, se encontró con actores de una gran formación técnica con la predisposición necesaria para abordar los métodos que había aprendido con familia del reconocido Théâtre du Soleil, que no sólo lograron llevar adelante funciones al aire libre y en sala cerrada durante la “peor temporada de la historia”, sino que “Sueño de una noche de verano” resultó ganadora de tres premios Estrella de Mar.

Imagen de la obra «Sueño de una noche de verano»

-¿Cuándo supiste que te ibas a dedicar al teatro?

– A los 11 años dictaminé que iba a ser actriz. En la escuela, ya empezaba a dirigir a mis compañeros o poner en escena sketches. Cuando pienso en los inicios, siempre me veo armando historias y haciéndolas a mi familia, dirigiendo. Desde los 17 años que tengo unos cuadernos donde armaba puestas. La idea de contar historias es algo que me acompañó siempre, es natural para mí. Si me remonto a antes, era con las muñecas. Hay algo de quedarse en el juego, ser otros personajes, salir de la realidad o contar otras realidades

– ¿Cómo llegaste a Francia?

– Emigré a los 18 años sola en un plan de un viaje de estudios. Había hecho francés en una escuela de Buenos Aires. Apenas llegué a Francia decidí quedarme. Claramente, tengo un alma aventurera. La idea de estar en otras tierras me atrajo. Una vez más, quería salir de la realidad. Siempre buscando cambios, como la heroína que va haciendo viajes y odiseas. Ahora, lo sigo trayendo con esto de venir a Mar del Plata a hacer una obra con 12 actores en un año difícil, algo impensado. Nada me parece imposible.

Allì, empecé a hacer teatro. Hice mi proceso de formación clásica como actriz y, luego, enseguida, me empecé a acercar a un trabajo de teatro físico, en movimiento, clown, danza, tango argentino. El punto final fue mi encuentro con la familia del Théâtre du Soleil, su escuela y su línea de trabajo, que me iniciaron en una forma de ver el teatro. Una idea muy artesanal, grupal, muy rigurosa, de mucha exigencia técnica y trabajo, de agotar la búsqueda, de horas y horas de ensayo.

2001: una crisis para los argentinos estén donde estén

Corría el año 2001 cuando Argentina comenzó a derrumbarse, una grave crisis económica, que luego sería institucional y provocaría la renuncia de un presidente, había incrementado la pobreza, la inflación, el desempleo y muchos dejaron de percibir su salario. Del otro lado del mundo, Greta Risa también estaba en problemas; se había quedado sin papeles en un país donde los inmigrantes indocumentados no podían trabajar.

Asì nació Mirando al Sur, una productora de espectáculos y cine franco-argentina de la que es directora escénica y directora artística, que bajo la figura de una asociación civil le otorgó un marco legal durante seis difíciles años. “La gran paradoja es que cuando fundé la compañía yo estaba sin papeles en Francia, porque como estudiante no podía renovarlos. Fue en ese momento, de miedo y estar fuera del sistema, que decidí fundar y no por nada la llamé así, asumiendo mi identidad de migrante y viajera”, reconoce.

En el 2016, la compañía abrió su primera filial en Argentina, donde funciona como una empresa cultural internacional que busca afianzar alianzas tanto con instituciones públicas como privadas y un centro de formación profesional.

-Después de tantos años trabajando en Europa, ¿Cómo fue hacer temporada en Mar del Plata?

-Hicimos audiciones en noviembre. Fue muy agradable porque se presentaron 150 candidatos. Había mucho deseo de los intérpretes de Mar del Plata por volver al escenario, a trabajar. Luego, audicionamos a unos 50 en una especie de workshop para ver cuáles funcionaban bien en este método. Los 12 actores seleccionados me supieron seguir y acompañar, no fue fácil porque no eran métodos a los que estaban acostumbrados. Me encontré con mucha humildad y generosidad. Me sorprendí muchísimo de la preparación técnica que tienen los intérpretes acá.

Aventurera, Greta Risa pasó de la seguridad de su hogar en Buenos Aires a ejercer uno de los oficios más impredecibles del mundo. El teatro la llevó a trabajar como actriz en obras, cortos y cine, a ser coreógrafa y profesora de Tango, a convertirse en directora y a fundar una compañía cuando todo parecía perdido.

Ahora, con una pandemia de por medio, ese espíritu la llevó a presentar un espectáculo con 12 actores en la temporada más difícil de la historia de Mar del Plata. En su vida no hay muchas constantes y eso es resultado de una búsqueda activa, de un viaje sin fin, pero hay algo que se repite: apostar al teatro.

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