La historia de vida de Georgina Melatini es motivadora. Tanto es así que se convirtió en protagonista de un documental. Es parasurfista, enseña y vive en constante formación, siempre pensando en la inclusión.

Por Santiago Inchaurrondo

“Si tienen un sueño salgan a buscarlo” como lema de vida así se presenta y define Georgina Melatini, de 23 años. Parasurfista hace 6 años, compite desde el año 2018 representando al país. También es profesora de natación, de surf y surf adaptado. Empezó a surfear en Camet Norte, después Santa Clara, y luego recaló en Mar del Plata. Y nos deja una frase que sintetiza lo que es y lo que quiere Georgina. “Yo busco más que la gente se inspire mirándome y no tanto del lado de la admiración”.

Georgina tiene la escuela Santasurf, un emprendimiento que refleja su pasión por este deporte que empezó a practicar a los 17 años. Hizo diez años de natación, competía y se entrenaba representando al partido de Tigre. Gracias a un amigo de su mamá conoció esta pasión. La llevó a una clínica en Mar del Plata y ahí conoció el surf adaptado, como se practicaba, materiales que se utilizaban, la competencia.

Hablando de lo que representa el surf para Georgi, lo define como un estilo de vida. “Cuando entro al mar se me producen un conjunto de emociones. Felicidad, libertad, adrenalina. El surf transmite muchas cosas y momentos de conexión con la naturaleza,”  cuenta con total sencillez la profesora.

Formación para dar lo mejor

Para poner en marcha la escuela, Georgina Melatini primero se nutrió yendo a estudiar en Estados Unidos un curso de instructora de surf adaptado y luego de entrenadora de surf adaptado con la ISA (Asociación Internacional de Surf, máxima autoridad del surf a nivel mundial). 

Georgina exploró armar un equipo interdisciplinario para darle mejor calidad de atención a los chicos cuando entran al agua. Buscando profesionalizar la actividad, Santasurf cuenta con médica fisiatra, médico deportólogo, profesor de educación física, kinesiólogo, voluntarios y guardavidas.

“Quería que más gente conozca la disciplina del surf adaptado. Por eso la abrimos. No todos tenemos la posibilidad de tener al lado el mar. Me ha pasado que los padres se han emocionado por traer a sus chicos que salían muy felices. No solo abrí la escuela por los chicos sino también para visibilizarnos las personas con discapacidades. Hay muchas playas donde no hay accesibilidad “, describe Georgina en una de las experiencias vividas en su escuela.

“El surf es una comunidad muy unida, hay mucha buena onda. Conoce a Luchy Cosoleto, su hermano Pancho, a Lele Usuna, las hermanas Pellizzari, y toda la familia Gil”.

Referentes del surf

Dentro del surf adaptado como referentes está Nicolás Gallegos que empezó a surfear en Argentina. También está Pablo Martinez. Y hoy en día está como referente ella. Lo toma como una gran responsabilidad y una vidriera. Trata de ser correcta y transmitir un buen mensaje

Nos cuenta que hay que esforzarse para llegar a un objetivo. Siempre tener apoyos, ya sea una institución, amigos o familia. Sin ellos se hace muy difícil. Un deportista no se hace solo. Es la cara visible pero detrás hay mucha gente.

Su primera competencia se dio lugar en 2018 en Chile porque en Argentina no estaba tan popularizado. Ese mismo año pudo competir gracias a la ASA en un Mundial (La Jolla California 2018) conocer culturas, otras ciudades. Pero sostiene que falta un poco más de difusión a nivel nacional más que nada. “Acá en la costa está creciendo mucho el surf adaptado. Falta que la gente se quiera sumar. Es difícil porque no todo el mundo tiene la posibilidad de llegar al mar. El surf desde ya es un deporte caro con sus materiales”, explicó Georgina Melatini.

Se levanta temprano para ir al agua, ver las condiciones del mar, estar el mayor tiempo posible dentro del agua y darle la mayor cantidad de horas es lo mejor tanto en lo físico como mental.

Pandemia

Fue difícil sobrellevar la pandemia y la cuarentena porque no podía ir al agua. Fue complicado para Georgina pasar de estar todo el día activo a encerrarse. Y ahí es cuando aparecen los temores. Algunos fueron perder ritmo, fuerza, nivel, etc. Un año sin entrar al agua estuvo. Pero en plena pandemia por suerte la autorizaron desde el Cenard mediante la Secretaría de Deportes de la Nación en conjunto con Deporte adaptado. Alejandro Pérez se contactó con ella y logró que pudiese entrenar. Fue la primera vez que entró una tabla de surf al natatorio del Cenard.

Georgina Melatini cuenta que Estados Unidos es como una meca del surf. Unas playas muy impresionantes y preparadas para las personas con discapacidades.  Estuvo en San Diego, en California. Y que dentro de sus objetivos a largo plazo están los Juegos Paralímpicos en los Ángeles en 2028.

Por último, comenta que la pasión, el querer, te motiva a más. Su entusiasmo cotidiano muestra un nivel de optimismo y fortaleza para seguir adelante y mejorar. Asimismo, con la escuela Santasurf, Georgina afronta con firmeza y buena predisposición la manera de seguir mejorando. Y qué mejor hacerlo mediante el ejemplo.