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mayo 3, 2024
Vemos y Leemos

Érase una vez… la música en el cine

Una nota, un sonido y una melodía puede cambiar la percepción que tenemos sobre lo que estamos viendo. La música y el cine se complementan desde hace mucho: ¿Cuándo empezó esta fusión entre ellas?

por Ian Punter

 “Para mí, las películas y la música van de la mano. Cuando estoy escribiendo un guión una de las primeras cosas que hago es encontrar la música que voy a tocar para la secuencia de apertura”, dijo el reconocido director, productor, guionista, editor y actor Quentin Tarantino. Todo buen guion va acompañado de una banda sonora conmovedora, acordes que erizan la piel de la audiencia y le dan más impacto a lo que está pasando en la pantalla.

La música ya existía en el cine como acompañamiento para camuflar el ruido de las bobinas de las cintas. Con el apogeo del cine mudo, delante de la pantalla, se encontraba un piano y un gramófono, hasta una pequeña banda u orquesta que recreaban clásicos de  Mendelssohn, Beethoven o Chopin. Todavía no se consideraban “Bandas Sonoras” pero fueron unas las primeras aproximaciones para la música de cine.

 Los primeros pasos

No fue hasta 1908 que el compositor francés Camille Saint-Saëns escribió la primera composición propia para una película, se trataba de “L’assassinat du Duc de Guise” (El asesinato del duque de Guisa) que trata de la muerte de Enrique I, duque de Guisa, en manos de la guardia personal del rey Enrique III. 

Pasaron varios años hasta que el 6 de octubre de 1927 arribaría el “cine sonoro” con el estreno del film “El cantante de Jazz” una película que hizo desaparecer la música en directo a la hora de proyectarla y dio lugar al primer compositor para cine: Louis Silvers. Fue la primera película con sonido, el primer paso para una gran evolución en el mundo cinematográfico, teniendo sus opositores como un tal Charles Chaplin.

En los años 50´ se empezó a implementar el “tema principal”, una canción que se repite durante toda la película varias veces. El jazz y el rock se empiezan a posicionar como la nueva canción americana como efecto de la naciente industria musical con nuevos productos de consumo como los LP (Long Play: Un álbum que contiene más de 7 canciones) y los singles, piezas musicales únicas que dominaron la industria musical de los años siguientes, dando a conocer discográficas enteras como Motown Records (Con artistas de la talla de Stevie Wonder y Marvin Gaye). En esta época que duró hasta el año 1971 surgieron nuevos compositores para el cine tales como: Bernstein, Raksin y Bernard Herrmann.

A partir de este momento llegamos a la actualidad donde se mezcla lo mejor del sinfonismo clásico, sumándole lo “aprendido” en los años 50 ‘s con el “tema principal”. Compositores de la talla de John Williams marcaron el camino para muchos con aspiraciones en el cine. La masividad  de la TV en estos años sirvió para el desarrollo de jóvenes compositores en todas partes del mundo, como un joven italiano inexperto llamado Ennio Morricone (Cinema Paradiso).

¿Cuándo sucedió esto en Argentina?

Miguel Monforte hace 37 años que es realizador, docente e investigador audiovisual marplatense. Hace ya más de 20 años, también ejerce la docencia. Su rol actual es realizador, docente e investigador. Las tres cosas en simultáneo. Diálogo con Bacap sobre la historia del cine argentino: “En el cine nacional, tenemos un hito: la película “¡Tango!” (1933) que marca el comienzo del cine sonoro aquí en Argentina.” 

Miguel menciona la realidad de la industria en ese momento: “El cine argentino en muy pocos casos, tuvo el presupuesto y la intención necesaria de lograr un buen sonido, además, tuvimos otras dos desventajas: Los primeros estudios, que se llamaban galerías de filmación, compraron una tecnología hacia la década del treinta para equiparse y no la fueron mejorando y no se fueron ayornando. Con el paso del tiempo eso produjo que se quedarán atrás con el tema del sonido, y la música, si bien era buena, por ahí no terminaba de acompañar o no se escuchaba bien. Las salas también a veces carecían de buenos equipos de reproducción de sonido.” Miguel enfatiza en que, a pesar de no contar con el presupuesto, en ese momento empiezan a surgir compositores destinados exclusivamente a la música de película.

El género musical protagonista

“Nosotros teníamos un tipo de cine que provenía, sobre todo, del costumbrismo, que también venía de la literatura y del teatro. Entonces aparecen muchos autores de tango que se trasladan a hacer composiciones para cine. Algunos autores de música clásica y, también, algunos autores de folklore, pero sobre todo, los de tango empiezan a involucrarse mucho. Era un medio que daba muy buena plata, eso sigue pasando.” 

Un fenómeno marplatense también estaría involucrado en este desarrollo: “Por ejemplo, tenemos a  Astor Piazzola que en su momento, más allá de estar incursionado todavía en el tango tradicional, lo empiezan a convocar porque, con su juventud empezaba a formar sus primeros grupos, que eran bastante disruptivos. Y ahí empieza también a componer música para cine.” Buscaban  que la música acompañase a la película, no que la opaque: “Muchas veces uno sale silbando el tema musical y no se acuerda muy bien que terminó viendo.” 

El desarrollo del tango y el cine argentino van de la mano. Incluso uno de sus más tradicionales exponentes visitó el séptimo arte: “Gardel nace con la productora de Federico Valle,  los primeros videos que podríamos considerar videoclips porque realmente, más allá estar el cantando, se le insertaban imágenes actuadas. Esto se potencia cuando él se va a Nueva York”. Apellidos que marcaron épocas: “Podríamos decir que fueron todos unos adelantados, con Carlos Gardel a la cabeza quién hizo esas primeras piezas musicales”.

El leitmotiv, los setentas y la actualidad

“En los 60 con el nuevo cine argentino aparecen compositores, se empieza justamente a trabajar esto de leitmotiv, es decir, se empieza a contar las emociones de los personajes, entonces, también aparece, no solo el leitmotiv que habla de la película en general o del personaje principal, sino que también  los temas secundarios que hasta suelen tener el nombre de  esos personajes secundarios y, sobre todo, se potencia en los setentas, porque viene de la mano de grandes músicos estadounidenses.” 

Menciona Miguel Monforte  grandes directores argentinos de los setenta, en diálogo con Bacap: ”Pero acá, se me ocurre  recordar la excelente música que tenía las películas de Leonardo Favio o también otra persona que prestó mucha atención a trabajar muy bien en el sonido, porque tenía una experiencia y una formación que iba con el gusto estadounidense es Campanella. Pero primero, para mí es Aristarain  quien trabaja muy bien el sonido, la música con músicos que ya se dedican prácticamente solamente al cine en ese momento.” Empiezan a ver la composición para cine como una alternativa laboral, pero todavía hay cosas por mejorar: “Creo que todavía, históricamente, le debemos todo un repaso al cine de los setenta, cuando hablamos de cine argentino, estamos generalmente hablando de cine porteño”.

 

Actualmente existen carreras profesionales sobre música audiovisual, incluso se empieza a trabajar de forma remota para otros países, lo que empezó como un aliciente para la gran pantalla, hoy es un gran protagonista. ¿Cualquiera puede hacer música para cine?: ”Primero hay que ser un muy buen músico, después un muy buen compositor, y después recién podés pasar con éxito al cine o al audiovisual, sobre todo, justamente, por  el alto impacto y la demanda. Una cosa es componer por una cuestión creativa y otra es estar exigido por, justamente, el mercado. Donde aparece no solo el director, sino los productores y hasta los guionistas que sugieren determinada música para trabajar. Eso hace que toda la parte creativa esté también atada a que tiene que, de alguna manera, acompañar un proceso que sí o sí necesita el éxito.”






















 

 

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